Hoy arrancamos el Dacia Sandero y os contaremos que tal va con el nuevo motor 0.9 TCe de Renault, una apuesta clara por el downsizing. Este es un motor turbo que entrega 90 CV, lo que a priori debería ser una potencia más que suficiente para mover con soltura al Sandero manteniendo el consumo de combustible a raya.
Aunque personalmente esperaba algo menos de consumo por la conducción realizada, la cifra obtenida no estuvo nada mal, 5,7 l/100 km, aunque ya al final de esta parte os narraremos más profundamente estos aspectos. Su carácter de coche económico sin embargo se deja ver en la conducción, no es un detalle importante porque el cliente que busca este tipo de coches no busca altas prestaciones, la comodidad del sofá de casa o un rodaje silencioso.
Ayer os contamos que los plásticos duros están omnipresentes en todo el habitáculo y que este es un detalle de coche barato, la cuestión es que el Dacia Sandero lo es y por lo tanto no tiene que disimularlo. Un efecto colateral de esto es que se han utilizado pocos insonorizantes.
Recuerdo bien que durante nuestro contacto con el Renault Clio con este mismo motor, el sonido era apenas perceptible en el interior en parado, y en movimiento hasta que no subía de unas 2.500 vueltas no empezaba a notarse. Sin embargo en el Dacia Sandero, desde que lo arrancamos tenemos constancia de la presencia del motor en marcha.
El motor 0.9 TCe de 90 CV, un tricilíndrico económico y con garra
Es más, en el Clio recalqué que la naturaleza de tricilíndrico del 0.9 TCe era apenas perceptible. Pero en el Sandero el sonido del motor se filtraba mucho más claramente al interior y con un característico repiqueteo metálico. No es molesto, pero es un detalle bastante negativo, aunque en cierta manera perdonable.
Del motor 0.9 TCe que equipaba nuestra unidad ya os hemos hablado en otras ocasiones, pero aprovechamos para refrescaros la memoria y os evitamos un paseo. Es un motor de nuevo diseño, que ha sido pensado aplicando el downsizing, un tres cilindros en línea de 0.9 litros de cilindrada, al que además se le ha dotado de un turbo de baja inercia para dotarle de fuerza en todo el rango de revoluciones.
Son 90 caballos de potencia para 962 kg que pesa el Sandero con este motor, es una relación bastante buena para garantizar que el coche se mueva con brío. Y lo mejor de todo es que gracias a esta relación peso-potencia tan benévola, teóricamente debería ser fácil conseguir unos buenos consumos, ¿qué más podemos pedir a un coche de corte económico? Pues que cumpla.
En carretera con el Dacia Sandero
El día que recogimos el Dacia Sandero hacía bastante frío y al poco de salir me comí uno de los típicos atascos de hora punta de Madrid. Este motor en el Dacia Sandero no lleva sistema de parada y arranque automático, ni de forma opcional, en el Clio siempre es de serie para este motor. Al no ser de serie, el consumo tras estar parado o moviéndonos a menos de 10 por hora durante cerca de 30 minutos subió hasta unos inadmisibles 15 litros a los 100 kilómetros.
De como bajamos ese consumo os hablaremos más abajo, pero en esos primeros kilómetros prácticamente parado tuve tiempo de observar varias cosas que en parado es complicado de percibir. La dirección, por ejemplo, es blandita gracias a una asistencia eléctrica que le da un toque bastante artificial y no muy directo.
Esto se agradece al callejear, pero en autopista se echa de menos un poco más de dureza. En cuanto a la caja de cambios, que usamos de manera intensiva durante esos primeros kilómetros, tiene unos recorridos largos y el movimiento es más blando que suave. Me dió la extraña sensación de que la palanca va un poco suelta en los puntos de bloqueo de las marchas, además que el movimiento de la caja de cambios se transmite a la propia palanca.
En carretera, le cuesta poco mantener velocidades legales, el motor va bastante desahogado, a 120 km/h apenas pasa de 3.000 rpm. A esta velocidad se confirma la sensación de poco aislamiento del ruido externo. En el interior del habitáculo entra el ruido de rodadura, no muy pronunciado pero notable a velocidades legales.
Los neumáticos de nuestra unidad eran unos Continental ContiEcoContact 5, unos neumáticos que tienen un etiquetado europeo con calificación B en consumo y agarre en mojado, mientras su sonido de rodadura es de 70 dB. También el motor como ya hemos dicho mete su sonido al interior, aunque a un cierto ritmo el sonido mejora en calidad y es mucho más agradable. De todas formas un poco más de aislamiento no le vendría nada mal.
Una vez salimos a la carretera notamos que la suspensión es bastante dura para lo que se espera de un coche económico. Transmite muchas sensaciones al interior, demasiadas, hasta resulta incómoda en ocasiones porque las vibraciones pasan al interior y a la dirección casi sin filtrar.
El tacto de los pedales es bastante bueno. El embrague, el pedal al que más me cuesta acostumbrarme, tiene un recorrido de longitud media, muy previsible, lo que facilita los cambios de marcha rápidos y saltando marchas, un básico para hacer conducción eficiente.
La aceleración es buena desde abajo del cuentavueltas, aunque el motor empieza a ofrecer lo mejor de él a partir de las 1.500 rpm. Después sorprende bastante lo bien que acelera, da la sensación de ser más potente de lo que en realidad es. El trabajo que ha hecho Renault con el motor 0.9 TCe es muy bueno y repito, porque ya lo mencioné en su momento, que teniendo a mano el 1.2 DIG-S de Nissan, el resultado de su proyecto nacido desde cero es soprendentemente agradable.
El indicador de cambio de velocidad hace muy buena pareja con el motor 0.9 TCe, es de los pocos que he visto que no te dejan el coche muerto cuando te indican los cambios de velocidades, al menos sin activar el modo Eco. Esto seguramente sea causa de que el pequeño 0.9 TCe como ya hemos comentado, empuja desde muy abajo y por lo tanto su zona en la que no empuja está muy abajo y apenas la tocaremos.
En las carreteras lentas el Sandero es un coche bastante divertido, no tiene versiones de corte deportivo, pero con estos 90 CV y apurando bien las marchas, las curvas se convierten en un buen entretenimiento. Repito, no es perfecto y no es lo suyo, pero muestra un buen aplomo, una agilidad que yo no esperaba de este coche y la natural tendencia de los coches de tracción delantera a subvirar.
Conduje bastante tiempo con las luces encendidas, por falta de luz y porque la semana que tuvimos el Sandero llovió bastante. Los faros no iluminan muy bien, el haz es amplio, pero la potencia es algo reducida. Es un factor a tener en cuenta por parte de los conductores que conducen generalmente de noche.
Los limpias sorprenden por lo precario de su apariencia, parece que se vayan a descuajaringar en cualquier momento y las escobillas son anormalmente cortas. Diría que es un punto donde han ahorrado, no sé que ahorro tiene quitar 3 centímetros de goma en cada extremo de las escobillas, pero no encuentro otra explicación. Obviamente al ser pequeñas, se saturan pronto y dejan de ser eficaces en cuanto llueve de forma moderada.
Consumos del Dacia Sandero
El Dacia Sandero cuenta con un depósito bastante generoso de 50 litros, que en nuestro caso eran gasolina de 95 octanos. Uno de los beneficios del downsizing es que teóricamente beneficia bastante al consumo. El Dacia Sandero con el motor TCe 90 homologa en ciclo combinado 5 l/100 km.
Sin embargo, los primeros días de la prueba, con más tráfico del deseable y al ritmo al que suelo circular normalmente, el consumo se fué hasta los 6,2 l/100 km. A medida que avanzábamos la prueba, con menos tráfico y más trayectos por carreteras abiertas, el consumo fue bajando poco a poco. Al final de la prueba el ordenador marcaba 5,7 l/100 km, aunque llegué a ver cifras de hasta 5,3 l/100 km.
Al final de la prueba el ordenador reflejaba 402,6 km recorridos con 23 litros de combustible, los 5,7 l/100 km que figuraban en el ordenador de a bordo, aunque es de suponer que como todos los coches, este también miente algo a la baja, por lo que el consumo real está probablemente en el entorno de los 6 l/100 km, una cifra no muy mala, pero que personalmente esperaba fuese mejor.
Además el Dacia Sandero incluye un modo Eco que se activa mediante un mando en la zona izquierda del salpicadero. Este botón modifica ligeramente algunos parámetros y baja las rpm a las que el indicador de cambio de marcha nos avisa para cambiar a una velocidad superior. Las diferencias son apenas notables, por lo que la mayor tiempo del tiempo lo llevé desconectado.
En Spritmonitor hay cuatro Dacia Sandero con este motor, pero no tienen todavía ningún repostaje registrado, por lo que no podemos tomar referencias. Mañana seguiremos repasando como se conforma la gama Sandero, sus acabados y las opciones más recomendables a tener en cuenta.
Continuará...
En Motorpasión | Dacia Sandero TCe 90, prueba ("exterior e interior":https://www.motorpasion.com/pruebas-de-coches/dacia-sandero-tce-90-prueba-parte-1)