En esta ocasión aprovecho para cambiar de segmento e irnos a berlinas, concretamente a gama alta. Con vosotros el Citroën C6 Exclusive, con motor V6 diesel, el más caro de la gama. No llega a 60.000 euros por muy poquito, puede parecer caro pero veremos poco a poco que no lo es. Se trata de un automóvil con el cual se disfruta de la carretera de una forma muy especial.
Acompañadme en un viaje en carretera a bordo del mismo coche en el que viaja Nicolas Sarkozy, el Presidente de Francia. Me pongo para vosotros la gorrita de Bautista y os invito a sentaros y a disfrutar del viaje.
Exterior
El C6 mide 4,91 m de largo, 1,86 m de ancho y 1,46 m de alto. Es un sedán grande, con una batalla de casi tres metros. Su vanguardista diseño esconde una buena aerodinámica que se nota viajando al hacer el silencio uno de nuestros compañeros. Tiene algunos detalles de exclusividad como ventanas sin marco (como los coupés), puertas que sobrepasan los pilares o un diseño muy curioso de la luna trasera, que no tiene limpialuneta.
De serie calza unas ruedas 245/45 R18, los modelos básicos no bajan de 17 pulgadas. Los frenos de disco son de más de 300 mm de diámetro en todas las ruedas, un poco más anchos en el eje delantero. La tapa del maletero es pequeña y no se mueve de forma solidaria con el cristal. Pese a lo que parece, resulta muy fácil cargar maletas grandes en la parte trasera. En ambos paragolpes hay sensores de aparcamiento para facilitar las maniobras.
La versión comentada, Exclusive tiene elementos que Premier y Business no tienen, como los retrovisores externos electrocrómicos y plegables eléctricamente y faros bixenón direccionales (si no son fijos). Con motor V6 en la parte trasera un alerón fijo de tres posiciones optimiza la aerodinámica en autovía. Opcionalmente tiene un techo solar de 1.000 euros, nada caro para el presupuesto de este coche.
Interior
¿Es un coche de lujo o no? Es más lujoso de lo normal, pero no es ostentoso. Las posibilidades de personalización interior son muy limitadas y en ese sentido no puede competir con otros fabricantes como Mercedes-Benz, Audi o Lexus que sí permiten mucha variedad en ese sentido. El configurador sólo nos deja escoger entre dos gamas de colores, el resto es tal cual.
El coche más caro de Citroën tiene una calidad de acabado notable. No todas las versiones tienen tapicería de cuero, sólo Business y Exclusive. La unidad que véis tiene todos los elementos de equipamiento posibles a excepción del techo solar. No es difícil encontrar piezas que se ven en otros modelos de la gama Citroën, aunque no empobrecen la calidad del conjunto.
Lo único que puedo reprocharle al interior es el material de los mandos en el volante, se puede apreciar que los botones del regulador de velocidad acusan un desgaste muy raro en un coche con sólo 20.000 km. Por otra parte, sólo puedo objetar que el interior coge polvo con facilidad. Los materiales son buenos, la madera es de verdad. El acristalamiento es grueso, consigue una sensación de aislamiento muy difícil de ver en otros coches.
Si hay algo que destacar del Citroën C6 es la inmensa sensación de confort que se percibe. Con los motores V6 la sonoridad mecánica es bastante reducida. El motor diesel probado es muy agradable en fases de aceleración, frío, cruceros a alta velocidad e incluso conducción rápida. De todos los motores diesel que conozco sólo el 2.2 diesel de Honda consigue un efecto similar con cuatro cilindros (me dejo en el tintero motores Mercedes, Mazda o Toyota).
Por otra parte la suspensión hidroneumática consigue abstraernos de la carretera y lograr un efecto parecido al de viajar en AVE o avión en perfectas condiciones atmosféricas. Hasta en carreteras llenas de baches y hechas polvo es impresionante lo bien que se viaja y lo cierto es que así los viajes largos se hacen más llevaderos, ya sea al volante o de pasajero. Los cruceros a alta velocidad se notan menos que en la mayoría de modelos del mercado.
Los asientos delanteros y traseros no proporcionan una sujección lateral excelente cuando se conduce rápido por curvas lentas, para eso hay modelos más adecuados. Sin embargo, para largas distancias por autovía, son deliciosos. Mi unidad tenía los asientos traseros con ajuste eléctrico y calefactados, con los que se puede conseguir una postura más cómoda. Se puede adelantar desde aquí el asiento del pasajero delantero para ganar espacio para las piernas, hasta casi un metro entre respaldos.
No he tenido la posibilidad de probarlo en marcha como pasajero, pero está claro que en este coche se va más cómodamente detrás que delante. Con estos asientos traseros la homologación es de cuatro plazas, si no hay regulación es de cinco. Aun así, cinco adultos no viajarían cómodamente, tendrían que ser cuatro. En esta versión el asiento del conductor y acompañante son totalmente regulables eléctricamente, si no sólo el del conductor. En la zona trasera hay una cortinilla para la luna cuando atiza mucho el Sol.
El conductor tampoco puede quejarse mucho pues tiene una instrumentación digital muy buena, con proyección en el parabrisas de velocidad, indicaciones de GPS y testigos importantes (sólo Exclusive). Es posible regular dicha proyección para ser adecuada a todas las morfologías posibles de Bautista. Los asientos eléctricos delanteros tienen dos memorias, para que Néstor también regule rápidamente su puesto. Al igual que en los Saab, se puede desconectar casi toda la iluminación instrumental de noche.
La pantalla central aglutina múltiples informaciones: teléfono, climatización bizona, navegador, ordenador de viaje, etc. Con el vehículo parado se puede utilizar una consola o similares que funcionen por conexión RCA, en marcha la pantalla se apaga. Puede bascular para evitar los reflejos o regularse el brillo, aunque obliga a estirar la mano. Aquí se muestra la información de los chivatos del cinturón de seguridad.
El volante se regula en altura y profundidad de forma eléctrica (Exclusive), un puntazo a su favor, y siempre forrado en cuero. Exceptuando la versión básica del 2.2 HDi, todos los C6 son automáticos sin levas en el volante. El borde metálico de la consola y el propio material metálico del pomo pueden deslumbrar en contadas ocasiones de mucha luz o coger temperatura si se ha dejado el coche al Sol. No hay freno de mano clásico, es siempre eléctrico.
Tiene diversas soluciones prácticas como dos posavasos escondidos en la consola central, donde se agrupan todos esos botones. Para un chófer poco experimentado será confuso tener tal cantidad de botones, aunque se pueden manejar algunas funciones con órdenes vocales. En las puertas los compartimentos se abren de forma suave hacia abajo, cabe dentro un cuaderno de tipo A4 o un ordenador portátil pequeño.
Hay portaobjetos a la izquierda del conductor, delante del cofre central (pequeño), en el cofre central (dos espacios, uno pequeño y otro climatizado), guantera con conexión 3xRCA, y entre los asientos traseros, donde hay una bandeja extensible. En las plazas traseras hay dos miniceniceros para apagar los Farias sin mover nuestros imperiales traseros del asiento.
La climatización es bizonal delantera. En las versiones superiores como esta es posible controlar en la parte trasera cómo se distribuye el aire y velocidad del ventilador, pero no se ajusta la temperatura. Curiosamente, esto sí puede hacerse en un C4 Picasso. A modo de resumen de todo lo expuesto, tenemos un confort digno de modelos mucho más caros.
Pasemos al maletero. No destaca por tener una capacidad especialmente grande, pero es más que suficiente para equipaje de cuatro personas: 488 litros. Los asientos traseros son abatibles de forma asimétrica con los asientos traseros normales, aunque no sea algo vital en un coche de este tipo.
El espacio de carga es casi regular en su totalidad, así que se carga mejor que otros sedanes del ramo. Si hemos optado por los asientos traseros regulables y calefactados el volumen se reduce a 470 litros. Bajo el piso tenemos una rueda de repuesto de mismas las dimensiones, pero con llanta de acero.
En MotorPasion | Citroën C6 2.7 V6 HDi – Parte 2, Parte 3 y Parte 4