Después de tan sólo tres años y medio en el mercado, el BMW X4 se renueva al completo. En su segunda generación, ya a la venta, el BMW X4 sigue cuidando su comportamiento dinámico, pero ha ganado mucho en confort de marcha. ¿Es el SUV Coupé ideal?
Desde 2014, año de su lanzamiento, se vendieron más de 200.000 unidades a nivel global del BMW X4 de primera generación. En España, fueron más de 7.700 los X4 que encontraron dueño. Ahí es nada. Y los BMW de las gamas X representan ya el 32 % de las ventas totales de BMW. Todo esto para explicar porque después de tan sólo cuatro años en el mercado, la marca se ha apresurado para renovar por completo el BMW X4. A modo de comparación, las dos primeras generaciones de X3 estuvieron cada una siete años en el mercado.
Anteriormente versión “cupé” (nótese las comillas) del BMW X3, el nuevo X4 pretende ahora ser un modelo mucho más diferenciado del X3. Aún así, X3 y X4 comparten la misma plataforma. Y tampoco es que su diseño supone una ruptura con el modelo saliente, ni con el X3, aunque algunos rasgos le sean únicos.
El frontal de ambos coches es prácticamente el mismo, solo difieren los parachoques. La calandra tiene riñones más grandes y es 100 % activa. Es decir, detrás de las lamas aparentes se esconden paneles que se abren y cierran en función de las necesidades aerodinámicas del coche y de refrigeración del motor.
La zaga cuenta con unos pilotos traseros más finos. Es la nueva firma visual de los cupés en BMW (algo que hemos visto recientemente en el nuevo Serie 8) y con una hendidura en el centro del techo que se prolonga hasta la luna trasera. Son detalles, pero suelen justamente ser los detalles los que marcan la diferencia.
Globalmente con un diseño conservador que respeta todos los códigos estéticos de BMW, el nuevo X4 ha crecido. Es 8 cm más largo (4,75 m) y 4 cm más ancho (1,92 m) que la primera generación de X4. La distancia entre ejes, por su parte, creció 5,4 cm. Algo que se ve ligeramente reflejado en el interior. El espacio para las piernas en las plazas traseras es 27 mm más grande que en el primer X4 y el maletero ha ganado 25 litros de capacidad (525 litros). Incluso el ancho de vías traseros ha ganado 3 cm, en pro de una mayor estabilidad.
Gama, motores y precios
El BMW X4 llega con tres líneas (que no niveles) de acabados: X Line, el M Sport y el M Sport X. Así, la X Line es de aspecto visual más off-road, con protecciones de color diferenciado en los pasos de rueda y bajos, el M Sport es de corte deportivo (kit carrocería M, levas en el volante, etc) y el M Sport X es la combinación de los dos anteriores.
Los motores que forman la gama del X4 son tres gasolina (de 184 a 354 CV) y cuatro diésel (de 140 a 240 CV). Todos los modelos y versiones equipan la tracción integral xDrive y el cambio automático de 8 relaciones de serie, el cual brilló aquí por su rapidez y suavidad de funcionamiento. A destacar que el X4 M40i equipará de serie el diferencial trasero autoblocante pilotado electrónicamente.
Precio (desde) | Motor | Transmisión | Consumo medio homologado | |
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GASOLINA | ||||
X4 xDrive20i | 53.500 euros | 4 cilindros. 2.0 litros. Turbo | Tracción integral. Cambio auto. 8 relaciones | 7,1 l/100 km |
X4 xDrive30i | 59.950 euros | 4 cilindros. 2.0 litros. Turbo | Tracción integral. Cambio auto. 8 relaciones | 7,2 l/100 km |
X4 M40i | 73.700 euros | 6 cilindros. 3.0 litros. Turbo | Tracción integral. Cambio auto. 8 relaciones | 9 l/100 km |
DIESEL | ||||
X4 xDrive20d | 54.200 euros | 4 cilindros. 2.0 litros. Turbo | Tracción integral. Cambio auto. 8 relaciones | 5,4 l/100 km |
X4 xDrive25d | 56.600 euros | 4 cilindros. 2.0 litros. Turbo | Tracción integral. Cambio auto. 8 relaciones | 5,5 l/100 km |
X4 xDrive30d | 62.700 euros | 6 cilindros. 3.0 litros. Turbo | Tracción integral. Cambio auto. 8 relaciones | 5,8 l/100 km |
X4 M40d | 74.700 euros | 6 cilindros. 3.0 litros. Turbo | Tracción integral. Cambio auto. 8 relaciones | 6,4 l/100 km |
Si bien todas las versiones ya están disponibles a la venta, habrá que esperar al otoño/invierno para que lleguen los BMW X4 M40i y xDrive30d.
Un interior lujoso y acogedor
Una a vez a bordo del BMW X4, las diferencias con respecto al X3 son casi inexistentes. Por ejemplo, el salpicadero es el mismo. La calidad de los materiales y el ensamblaje de gran calidad. Al tacto, me parece superior a lo que propone Mercedes-Benz. Por lo demás, las funcionalidades son las mismas, en serie u opción, según la versión, como el iDrive táctil, el excelente headup display o la multitud de ayudas a la conducción de tipo ADAS, como el control de crucero activo o el sistema que mantiene el coche en su carril.
Lo que sí cambia es la posición de conducción. En el X4 es algo más baja y con las piernas ligeramente más estiradas, recordando, sin llegar a ser tan exagerado, la posición en un cupé. En las plazas traseras, el espacio para las piernas es más que correcto, aunque paradójicamente me ha parecido inferior a lo que ofrece el X3. Pero quizá se deba a la poca altura libre bajo techo de las plazas traseras. También, quizá, por esa baja altura me ha parecido un interior acogedor, que te rodea. Obviamente, es algo subjetivo, pues es una cuestión de gustos y otros preferirán la sensación de una habitáculo muy luminoso.
Si mides más de 1,80 m, no irás realmente cómodo detrás. Es el precio a pagar por una carrocería tan estilizada. Nuestra unidad equipaba un techo solar, que reduce unos centímetros la altura libre interior debido al mecanismo del mencionado techo. Como es opcional es algo a tener en cuenta a la hora de la compra si habitualmente tendremos pasajeros altos en nuestro coche.
El maletero, con 525 litros ofrece un volumen coherente con el segmento del coche, aunque el umbral de carga es algo elevado. Los respaldos de los asientos traseros son abatibles en las proporciones 20/40/20.
Comodidad y dinamismo al volante del BMW X4
Esta primera de contacto ha sido extremadamente breve, por lo que no nos extenderemos en las impresiones de conducción o consumos. Pudimos conducir brevemente el X4 xDrive30i con la línea M Sport. Equipa el 4 cilindros 2.0 litros turbo de 252 CV y las primeras impresiones al volante del X4 son las de un refinamiento al que no nos tenía acostumbrado BMW (al menos a este nivel de gama).
El motor se muestra muy silencioso, más que un 430i, por ejemplo. La nueva generación de sistema start/stop automático funciona ahora sin que apenas lo notes. Atrás quedan esas vibraciones y esa sacudida en cada semáforo cuando el motor volvía a arrancar.
Las suspensiones adaptativas en modo Comfort consiguen filtrar todas las irregularidades sin que el coche pierda aplomo o se vuelva menos ágil en los cambios de trayectoria. Y en modo Sport, no me ha parecido que las suspensiones se endureciesen excesivamente, conserva una cierta dosis de confort.
Y aunque no tuvimos oportunidad de realmente sacarle las cosquillas al chasis, sí que pudimos comprobar las buenas aceleraciones (0 a 100 km/h en 6,3 s), lo rápido y suave que es este cambio automático ZF de 8 relaciones y la buena potencia de los frenos.
Un SUV que promete
Este primer contacto con el X4 ha sido demasiado breve por cuestiones logísticas. Nos hubiera gustado poderlo probar más a fondo, pero las primeras impresiones que nos ha dado el X4 de segunda generación son excelentes. Muy refinado, muy cómodo y todo sin renunciar al legendario dinamismo de los BMW. Más adelante realizaremos una prueba a fondo de este rival del Mercedes GLC Coupé para confirmar (o no) las buenas sensaciones de esta primera toma de contacto.