Recientemente tuve ocasión de probar durante dos semanas seguidas los dos únicos modelos 100% eléctricos disponibles en la oferta BMW hoy en día, los BMW i3 e i3s. Con la entonces última actualización a baterías de mayor capacidad (94Ah), con ambos conseguimos rozar los 200 kilómetros de autonomía en uso real, pero sobre todo, destacó el placer tan especial que se producen al conducirlos.
Desde su lanzamiento al mercado en el año 2014, el BMW i3 ha sido un modelo que ha ido labrándose su terreno en el mercado con atributos propios. Por un lado, su diseño siempre ha denotado frescura y vanguardismo, y ahora con esta última actualización presentada en el Salón de Frankfurt de 2017 (aunque posteriormente se anunciaron versiones con 120Ah que llegarán este año 2019), se ha puesto ligeramente al día en múltiples aspectos.
Novedades estéticas, ligeras pero apreciables
El facelift que recibió el BMW i3 a finales de 2017, le dota ahora de luces LED completas en la parte delantera, tanto para las funciones de posición, diurnas, cortas y largas. Las diurnas tienen ahora una forma fina y perpendicular al suelo, lo cual ayuda a que el coche tenga un aspecto más ancho en la vista frontal, a pesar de que no cambian sus dimensiones respecto al original.
En el i3 también es novedad la moldura plateada que recorre el perfil del techo desde el capó delantero hasta la parte posterior del vehículo, la cual en el caso de la unidad de pruebas combina a la perfección con el nuevo color Imperialblau metalizado que le daba un toque elegante a su pequeña, y bajo mi punto de vista coqueta, carrocería.
En el caso del i3s que probamos, el color rojo de la carrocería también supone novedad en el modelo, y en contraste con los detalles en negro brillante, que en esta versión ocupan más espacio que en el i3 normal, especialmente en el faldón delantero, ayudan a realzar su aspecto deportivo.
Por lo demás, en el i3 también encontramos un perfil cromado que recorre el coche a lo ancho en la parte trasera, nueva disposición de las molduras eDrive, la de designación del modelo y llantas de nuevo diseño, que permiten diferenciarlo claramente de los i3 que se han estado vendiendo en los últimos 4 años.
El i3s por su parte, es la versión de carácter más deportivo, y eso también se aprecia en el plano estético. Sus vías son 40 milímetros más anchas que las de un i3 normal, tiene los perfiles de ambos ejes marcados por una moldura en color negro brillante y por si fuese poco, la carrocería es 10 milímetros más baja que en el standard.
Todo ello se ve reforzado con unos neumáticos que tienen 20 milímetros más de ancho, con lo que además de mejorar la superficie de contacto con la carretera, también le dan un aspecto algo más contundente al modelo.
En el interior de ambos, sigue imperando la sensación de amplitud, el enorme espacio para los ocupantes, especialmente en las plazas delanteras donde gracias a la arquitectura del coche, carente de cualquier túnel de transmisión (tampoco tiene pilar B fijo), permite crear un suelo plano y sin divisiones entre conductor y copiloto.
Es ahí donde encontramos el único elemento que a simple vista marca las diferencias entre ambas versiones, ya que en el caso del i3s hay una placa con el nombre del modelo dispuesta precisamente en ese punto, entre ambos pasajeros.
Una experiencia de conducción única con un único pedal
Conducir un BMW i3, ya sea en la versión normal o en la i3s, es toda una experiencia. Por su arquitectura y formas, la posición de conducción es peculiar.
Estás más alto que en la mayor parte de vehículos compactos y urbanos, rodeado de una superficie acristalada muy amplia y con un voladizo delantero muy corto. Todo ello hace que te sientas al volante de un coche muy manejable (lo es al contar con solo 4 metros de largo), con una mezcla entre SUV compacto y coche urbano difícil de encontrar en otro coche.
Desde que lo pones en marcha, la sensación es curiosa, distinta a lo habitual. La característica ausencia de cualquier tipo de ruido mecánico, al ser eléctrico, va acompañada por una suavidad de la dirección que facilita las labores de aparcamiento y maniobras en entornos urbanos.
Desde el primer momento lo que más destaca en el BMW i3 es que es uno de esos coches que se conducen con un solo pedal. El del acelerador será tu acompañante en todo momento, ya que no es necesario, salvo en contadas ocasiones, utilizar el pedal del freno.
El BMW i3 cuenta con un pedal de acelerador inteligente, con el que podrás o bien acelerar o, simplemente soltándolo con prudencia, provocar una retención que servirá para detener el vehículo en la mayor parte de las ocasiones, haciendo además una frenada regenerativa que ayudará a mantener los niveles de carga.
Es fácil acostumbrarse a su peculiar tacto y pronto te encontrarás circulando utilizando únicamente el pie derecho, y más cuando descubras que en el modo Eco Pro, el nivel de retención es mayor (para regenerar más energía).
Frena tanto al soltar el acelerador, que se activan lógicamente las luces de freno para advertir a los coches que nos siguen de que estamos realizando una pérdida de velocidad acusada.
El primero en los semáforos, casi asegurado
Al igual que las frenadas se hacen de una forma completamente distinta a cómo las harías en un coche tradicional, las aceleraciones también son peculiares. En el i3 cuentas con 250 Nm de par desde cero, suficientes para asegurar que si quieres, puedes ser el primero en cualquier salida desde parado en un semáforo.
Acelera de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, pero el 0 a 50 km/h que es el ámbito en el que deberías moverte en ciudad, es más rápido que en la mayor parte de coches convencionales, por muy potentes que sean.
Pero si en el i3 las reacciones son absolutamente instantáneas, y capaces de llevarte a ritmos muy ágiles en entornos urbanos, en el i3s todo va un paso más allá.
Se trata de la versión más deportiva, más ancha y baja, con su correspondiente ganancia en cuanto a rigidez y pérdida en confort, especialmente cuando las llantas de 20 pulgadas pasan por encima de algún bache.
Lo que en el i3 eran salidas fulgurantes, en el i3s son casi cercanas a la competición. Y lo digo en serio, no es exagerado. Este coche acelera tan rápido en el 0 a 50 km/h que has de acostumbrarte de que esto puede ser normal.
El i3s ofrece 270 Nm de par (20 Nm más que el i3) desde el preciso instante en el que pisas el acelerador y además cuenta con unos neumáticos 20 mm. más anchos para asegurar el agarre necesario cuando le exiges tanto.
Además, el i3s cuenta con un modo de conducción, el Sport, que no está disponible en la versión normal. Con él activado, la diversión al volante está asegurada.
La dirección se vuelve más dura para que puedas llevar a cabo un tipo de conducción más deportivo y al mismo tiempo divertido, en el que incluso permite alguna pequeña derrapada controlada, como esperas en un BMW.
Las suspensiones se notan bastante más duras, apenas hay balanceo de la carrocería en las curvas y eso permite llevar a cabo una conducción más enérgica, tanto que todavía no entiendo por qué no le han llamado i3 M.
Las pérdidas de tracción y motricidad salvo que las busquemos son mínimas, tal vez por esos neumáticos ligeramente más anchos y porque el i3s cuenta con un avanzado sistema de control de tracción que es tan preciso, que lo incorporarán todos los BMW y MINI en el corto plazo.
Se habla de una respuesta del mismo 50 veces más rápida y me creo que así sea porque es casi imposible hacer que las ruedas patinen, ya sea sobre piso seco, mojado, sucio o incluso exigiéndole a la salida de los giros más pronunciados.
Ayudas a la conducción que ayudan
Los BMW i3 e i3s han incorporado como novedad en el último restyling de finales de 2017, una serie de ayudas a la conducción que no estaban disponibles hasta ahora. La primera de ellas, es el Parking Assistant.
Lo seleccionas mediante el mando iDrive y ves en la gigantesca pantalla de 26,04 centímetros de diagonal (10,25 pulgadas) si lo tienes activado. Entonces, el vehículo activa una alerta de búsqueda de espacio de aparcamiento en paralelo, ya sea a izquierda o a derecha del coche.
Una vez que ha encontrado un espacio de aparcamiento con capacidad para el coche y le damos la indicación para iniciar la maniobra, el Parking Assistant se encarga de la aceleración, el frenado, la selección de marcha y la dirección hasta que deja el coche en su sitio, aparcado y alineado con el resto de coches y acera.
No es por supuesto el primer coche que aparca solo, moviendo dirección, seleccionando marchas, acelerando o frenando, pero sí es destacada la rapidez con la que ejecuta la maniobra completa, haciendo de él un sistema de asistencia realmente utilizable en entornos reales.
La otra ayuda a la conducción destacada, es el Asistente de Retenciones. Se trata de un sistema que, además de medir los metros respecto a los coches que nos preceden para mantenernos en el nivel de distancia indicado, también es capaz de frenar y arrancar automáticamente en las retenciones, así como mover el volante situar el coche en el carril siempre a menos de 60 km/h.
Respecto a versiones anteriores de este sistema o al que incorporan otros modelos, este es bastante preciso y rápido, acercándose mucho a cómo haríamos nosotros estas maniobras.
Además también incorpora aviso de colisión y peatones con función de frenado, especialmente útil en un coche que permite ganar velocidad con tanta rapidez en entornos urbanos.
Cada vez con más capacidad de batería
Las dos unidades de i3 e i3s que probé, venían equipadas con la batería de 94Ah ó 33 kilovatios-hora (kWh), aunque unas semanas después de probarlos se anunció una nueva puesta al día de las baterías con capacidad para 120Ah. Las primeras unidades con la capacidad aumentada están llegando ya a nuestro mercado.
Ya con las que llevábamos de 94Ah, la autonomía disponible respecto a los i3 iniciales que probamos hace ya cinco años, era sensiblemente mayor. Así, es fácil ver en el cuadro de mandos, después de una carga completa, rangos de uso superiores a los 240 kilómetros.
En uso real, como cualquier coche, ya sea eléctrico o de combustión, todo dependerá del estilo de conducción que llevemos a cabo en cada momento. Si somos muy impetuosos con el acelerador (cosa habitual en modelos que incitan a ello como estos), regeneramos poca energía y abusamos de la climatización, la autonomía se reducirá ostensiblemente.
Si realizamos una conducción lógica, podremos estar tranquilos. Y cuando digo tranquilos, me refiero a hacer, en uso normal, cerca de 200 kilómetros en tramos urbanos y semi urbanos, una cifra impensable en los primeros i3, que tenían una capacidad de baterías de casi la mitad de la actual.
Así pues, ya con estas versiones de 94Ah es posible utilizar el coche en ámbitos urbanos y semiurbanos (escapadas a los alrededores, compras, etc) sin temer a quedarnos sin batería a nada que algo se salga del plan establecido.
En ambos modelos, usándolos en el día a día (distinto número de pasajeros y equipaje), jugando con los diferentes modos y sin limitar en exceso el uso del climatizador, hemos llegado a hacer 187 kilómetros con el i3s y 192 kilómetros con el i3 sin llegar a agotar el 100% de la batería. .
Los ciclos de homologación WLTP declaran 200 kilómetros de autonomía estimada, así que no nos hemos quedado muy lejos teniendo en cuenta que hablamos realizamos ciclos de uso normales, como los que podría hacer cualquier usuario en el día a día.
BMW i3: nuestra puntuación
.9
A favor
- Autonomía aumentada
- Diversión al volante
- Acabados
En contra
- Confort de marcha
- Maltero escaso
- Precio alto
El BMW i3 se adelantó a su tiempo, llegó al mercado de los eléctricos urbanos para abrirlos al segmento Premium, pero las primeras versiones no tenían la autonomía suficiente como para permitir rangos de utilización como exige el día a día de muchas personas en una gran ciudad.
Con los años ha ido mejorando, ahora tiene más tecnologías de ayuda a la conducción, las baterías ya permiten rozar los 200 kilómetros en estas versiones de 94Ah y permitirán pasarlas con holgura en las nuevas de 120Ah que están por llegar. Divertido y funcional, la llegada de la versión i3s supone el punto de picante que merece el BMW urbano más divertido de todos.
Ficha técnica
Versión probada | Normal y S | |||
Cilindrada | ND cm³ | Tipo de tracción | Trasera | |
Bloque motor | Trasero transversal | Combustible | Electricidad | |
Potencia (CV @ rpm) | 170 (i3) / 184 (i3s) | Capacidad del depósito | 33,2 kWh litros | |
Par motor (Nm @ rpm) | 250 (i3) / 260 (i3s) | Consumo urbano | ND l/100 km | |
Masa en vacío | 1340 kg | Consumo extraurbano | ND l/100 km | |
Velocidad máxima | 150 (i3) / 160 (i3s) km/h | Consumo combinado | ND l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 7,3 (i3) / 6,9 (i3s) segundos | Capacidad maletero | 260 l litros | |
Transmisión | Automática | Precio | 38.250 (i3) / 41.900 (i3s) euros |
Los coches para esta prueba han sido prestados por BMW. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | Héctor Ares y BMW