El nuevo Audi Q4 e-tron no será un coche eléctrico más. Llega para ser un modelo clave en la estrategia de electrificación de la marca hasta alcanzar el objetivo de que un tercio de las ventas de Audi en 2025 sean de vehículos electrificados. Ya lo hemos conducido y te contamos qué nos ha parecido.
Audi se ha marcado ambiciosos objetivos de electrificación de su gama en medio y corto plazo. Inicialmente el fabricante alemán aseguró que un tercio de sus ventas en 2025 serían electrificadas, y recientemente su CEO ha asegurado que a partir de 2026 dejarán de fabricar motores de combustión interna, ya sea de gasolina o diésel, lo cual apunta a una aceleración en esta transformación.
Pieza clave, el Q4 e-tron
Tras el éxito relativo de los Audi e-tron, e-tron Sportback y e-tron GT, modelos que por planteamiento, segmento y precio no permitían alcanzar grandes volúmenes o al menos cifras de ventas equiparables a los auténticos modelos superventas de combustión de Audi, ahora llega al mercado el coche clave en este camino hacia la electrificación, el Audi Q4 e-tron.
Se trata de un SUV del segmento A, que mide 4,59 metros de largo y que está construído sobre la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, especialmente desarrollada para fabricar coches eléctricos, y sobre la que ya se fabrican los Volkswagen ID.3, ID.4 o el Skoda Enyaq iV.
Dicen en Audi que esta plataforma les ha permitido crear un SUV eléctrico con dimensiones de A-SUV, el cual a su vez cuenta con un maletero digno de un B-SUV con 520 litros de capacidad y al mismo tiempo con un tamaño interior más digno de un coche del segmento C que de uno de 4,59 metros de largo. De hecho, el largo del interior es de 1,83 metros, mientras que en un Audi Q7 es de 1,81 metros.
Inicialmente habrá tres versiones disponibles, dos de ellas con tracción trasera al contar con un único motor eléctrico en el eje posterior y otra con tracción quattro al tener dos motores. También hay dos tipos de baterías y la gama se compone de la siguiente forma.
|
35 e-tron |
40 e-tron |
50 e-tron |
---|---|---|---|
tracción |
Trasera |
Trasera |
Quattro |
batería |
55 kWh |
82 kWh |
82 kWh |
potencia |
125 kW (170 CV) |
150 kW (204 CV) |
220 kW (299 CV) |
autonomía |
340 km |
519 km |
487 km |
consumo |
|
17,3 kWh |
18 kWh |
En cuanto a acabados, habrá cuatro niveles con estos precios:
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35 e-tron |
40 e-tron |
50 e-tron |
---|---|---|---|
Básico |
44.460 euros. |
48.910 euros. |
No disponible |
advanced |
49.110 euros. |
53.560 euros. |
58.160 euros. |
s line |
51.560 euros. |
56.010 euros. |
60.360 euros. |
black line |
53.260 euros. |
57.710 euros. |
62.060 euros. |
Sobre esos precios, en la mayor parte de las versiones se pueden aplicar los descuentos de hasta 7.000 euros del Plan Moves.
Un diseño espectacular para un Audi importante
Estéticamente creo que estamos ante uno de los Audi más poderosos de los últimos tiempos, lo cual es mucho decir en una marca con productos tan atractivos en su segmento como por ejemplo el Audi Q8. El Q4 e-tron en su carrocería SUV, antes de que llegue a finales de este año la otra variante Q4 e-tron Sportback, es un coche de rasgos muy marcados.
En Audi tienen muy claro que el diseño es un factor muy importante en el segmento de los SUV de este tamaño. En el Q4 e-tron encontramos un coche de voladizos cortos, con diseño robusto y un frontal marcado por las líneas planas y rectas de su parrilla Singleframe invertida, la cual se extiende a lo largo del paragolpes delantero marcando su inconfundible línea.
Los faros, extremadamente compactos y afilados en comparación con lo habitual en anteriores diseños de la marca, están situados muy arriba y en los extremos. Como novedad tecnológica, la firma lumínica diurna de sus faros LED se puede configurar entre cinco opciones desde el MMI.
Los espejos retrovisores van anclados a la puerta del coche y en la vista lateral destacan sus formas robustas, gracias entre otras cosas a los Blisters Quattro que marcan sus hombros en el eje delantero y en el trasero, así como esas molduras laterales que perfilan el lugar donde van situadas las baterías.
También ayuda a esa robustez del conjunto el hecho de que cuente con cuatro pilares, ya que entre el C y el D hay una pequeña ventanilla vertical, muy estrecha, que marca su estilo.
Las llantas son otro elemento a destacar, ya que tienen muchos diseños diferentes que van desde las 19 hasta las 21 pulgadas e incluso pueden ir pintadas en color negro o dorado, como era el caso en la unidad que probamos durante la presentación del modelo a la prensa. Hay llantas de diseño deportivo, más tradicional, y otras que buscan la eficiencia de consumo de energía llamadas Aero que aportan 5 km extra de autonomía.
En la trasera, lo que hay es una línea de luces horizontal que refuerza su aplomo sobre el asfalto, al tiempo que le otorga la identidad lumínica que esperas de un Audi. Como detalle de calidad, las letras e-tron están marcadas sobre el paragolpes posterior.
Un interior acogedor y de excelente calidad
Sentado ya en el interior de la unidad del Audi Q4 e-tron que iba a conducir durante la jornada de presentación del nuevo modelo a la prensa española, concretamente el modelo más alto de gama, un 50 e-tron con 299 CV, me quedo realmente impresionado con el diseño del habitáculo del nuevo coche eléctrico.
Lo primero que destaca es la sensación de amplitud tanto en las plazas delanteras como en las posteriores, donde una persona como yo de 1,75 metros de alto, puede estirar mucho las piernas hasta tocar el respaldo del asiento delantero. También es amplio en el espacio para las cabezas, ya que hay bastante distancia libre al techo.
El suelo plano ayuda a esa sensación de amplitud, y el hecho de que las plazas posteriores vayan situadas 7 mm. más altas que las delanteras, también mejora la posición de los ocupantes de las primeras, que tienen mejor perspectiva de la marcha.
Por lo demás, es muy destacado cómo todas las formas de los elementos que componen el interior se dirigen claramente hacia el conductor, que está en el centro de todos los pensamientos. Las formas horizontales de las salidas de aireación, el hecho de que la pantalla de serie de 25,6 cm esté integrada en el salpicadero y ligeramente girada hacia el conductor o la mera presencia del Audi Virtual Cockpit hacen que la sensación desde el puesto de conducción sea súper acogedora.
Destaca también el volante, que en algunas versiones ha perdido por completo sus tradicionales formas redondeadas para dejar paso a dos secciones achatadas en la parte superior e inferior, con dos brazos de unión horizontal entre el centro y el aro. Es un diseño muy novedoso y tenía ciertas dudas sobre su tacto al conducir con un volante así entre las manos, pero lo cierto es que se percibe muy agradable.
En este además se estrenan un nuevo tipo de botones táctiles, con retroiluminación. Tienen muy buen aspecto, pero creo que al tacto transmiten menos calidad que los anteriores botones físicos que solía equipar Audi en sus coches.
Los cuatro aros en la parte central del volante muestran un diseño plano, moderno y más minimalista que lo habitual hasta ahora en la marca alemana.
Por lo demás, la ergonomía manda. La consola central flotante incluye dos porta vasos, un compartimento con tapa muy amplio para dejar hasta 4,4 litros de objetos cotidianos. También en las puertas hay huecos amplios para dejar botellas de hasta un litro.
En cuanto a tomas de carga para dispositivos móviles, trae de serie dos tomas USB tipo C (ampliables en opción a cuatro) y, bajo pedido, el Audi phone box para cargar el teléfono móvil por inducción.
Al volante, un SUV enérgico y con ciertas licencias deportivas
Me puse al volante del Audi Q4 50 e-tron que es la única con dos motores, uno en la parte posterior y otro en la delantera. El posterior es el que funciona normalmente, y el delantero solo entra en funcionamiento cuando las demandas de potencia lo exigen o cuando circulamos por superficies deslizantes o de bajo agarre, con lluvia por ejemplo.
El motor trasero genera 150 kW (204 CV) y 310 Nm mientras el delantero da 80 kW (109 CV) y 162 Nm. El motor trasero es síncrono de imanes permanentes (PSM) y está refrigerado por agua. Va situado en paralelo y por delante del eje de las ruedas y las mueve a través de una transmisión de una velocidad y un diferencial.
En el eje delantero, hay un motor asíncrono (ASM) capaz de alcanzar hasta 14.000 rpm. Va instalado de forma coaxial y tiene una refrigeración combinada con fluido refrigerante y aceite.
En marcha con esta versión, lo primero que destaca es su agilidad en tramos urbanos gracias a esa instantaneidad intrínseca en la respuesta a los movimientos del acelerador. Basta con acariciar el pedal derecho y el coche responde con toda la contundencia que queramos, pisemos más o menos el acelerador.
Sus prestaciones son dignas de un SUV deportivo de su segmento, ya que hace 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y pueden continuar hasta alcanzar una velocidad máxima de 180 km/h.
Es necesario adaptarse a los diferentes niveles de retención que ofrece el coche, ya sea en el modo de avance D, donde tienes además las levas situadas detrás del volante con tres niveles de retención disponibles, que van desde la desaceleración de 0,06 g, de 0,10 g y de 0,15 g.
Si en cambio seleccionamos la posición B (Brake) hay retención con recuperación de energía más marcada, con un límite de desaceleración de 0,15 g. Me gusta que en el tráfico urbano tienes muy buena perspectiva del tráfico y es fácil adaptarse a su estilo de frenada, a sus dimensiones y parece que es tu coche desde hace mucho tiempo.
Saliendo a carretera, el Q4 50 e-tron responde muy bien, gana velocidad con toda la intensidad que queramos y gracias a su arquitectura eléctrica, a la ausencia de marchas, a su fantástica insonorización del habitáculo, es un coche súper confortable.
En vías rápidas tipo autovía, se percibe perfectamente cómo los motores se desacoplan del conjunto al soltar el pie del acelerador, de forma que el coche avanza con mucha inercia con una absoluta minimización de la resistencia al avance.
Tuvimos ocasión de hacer muchos kilómetros de carreteras más reviradas y retorcidas, con mucha carretera comarcal. En estos entornos, me ha sorprendido para bien el Audi Q4 50 e-tron. Es capaz de manejar bien los 2.135 kilos de peso.
El coche no se siente torpe, ni tiene una tendencia muy acusada al subviraje, aunque sí que es cierto que cuando entras forzando mucho el agarre en curvas, sí que se percibe que estas moviendo mucha masa.
No en vano, un Audi Q3 de gasolina TFSI equivalente pesa casi 400 kilos menos, pero eso no quiere decir que el Q4 sea más lento en curvas. Al contrario, creo que ese centro de gravedad bajo y buen reparto de peso que se acerca al 50:50, hacen de él un coche con muy buen comportamiento en curvas.
La dirección tiene buen tacto, transmite bastante y el equipo de frenos, aunque exige algo de adaptación al principio hasta cogerle el tacto sobre todo en conducción enérgica, una vez que lo tienes permite modular mucho la intensidad de frenada, apurar lo necesario cuando estamos llegando a la curva y trazarla con decisión.
Ayuda a que el coche tome así de bien las curvas el sistema que hace pequeñas e inapreciables intervenciones en las ruedas interiores cuando está en plena curva. En definitiva, el Audi Q4 e-tron convence en el apartado dinámico demostrando que no solo se queda en ser el típico coche eléctrico con un excelente confort de marcha, sino que también permite disfrutar al volante en una carretera de curvas.
La toma de carga está situada en la parte posterior derecha del coche. Todos los Audi Q4 e-tron permite cargar con corriente alterna (AC) o corriente continua (CC), de forma que según Audi en unos diez minutos el Q4 40 e-tron puede cargar suficiente electricidad para recorrer unos 130 km (WLTP).
Nosotros pudimos hacer más de 300 kilómetros en un solo día, con temperaturas altas que obligaban a llevar la climatización con intensidad y sometiendo al coche a ritmos altos para comprobar como se comporta. Regresamos a Madrid con algo más de un 25% de batería, lo cual nos hace pensar que superar los 400 km en uso real es factible.
De todas formas, ese análisis más enfocado en los consumos de energía y uso real, lo haremos en detalle cuando tengamos el coche durante una semana completa. Por ahora, de lo que no nos cabe duda, es que el Audi Q4 e-tron es uno de los mejores productos que la marca alemana ha lanzado al mercado en los últimos años y que ahora sí, supondrá un paso de gigante en la electrificación de la marca.
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