Audi Q2: al volante de este capaz y pequeño SUV premium

En búsca de nueva clientela, más jóven que nunca, Audi ha decidido arriesgar con su primer mini todocamino. ¿Diseño continuista? ¡Pues toma! Se llama Audi Q2 y aunque ya lo vimos en el pasado Salón de Ginebra, el pequeño SUV urbano de Ingolstadt lleva en producción apenas tres días. Llegará en noviembre desde 25.950 euros en gasolina y 26.400 euros en diésel.

Nosotros ya hemos tenido oportunidad de conocerlo más a fondo y conducirlo. Aunque ha levantado algunas críticas por su diseño, diferente a cualquier otro modelo de la gama, os aseguramos que luce mucho mejor en directo que en fotografías, pero no todo es estética. También hay que hablar de calidad, buenas maneras, competentes motores y una habitabilidad que sorprende. ¿Te vienes?

El SUV de acceso a la gama de Audi llega al mercado con ganas de romper esquemas. Atrae miradas allá por donde pasa, en parte por sus aristas y cortantes formas, en parte por su llamativa gama de colores -el amarillo Vegas o el naranja Coral le quedan bastante bien- y en parte también porque es un diseño diferente y la gente reconoce los cuatro aros pero no tiene ni idea de qué coche es. ¿Q7? ¿Q5? ¿Q3? No. Éste no lo vas a confundir. Es bien diferente.

Para gustos, colores. ¡Y bien vivos!

Mientras algunos ven el Audi Q2 como un ejercicio de diseño muy poco agraciado, otros pensamos que realmente si en algún segmento Audi tenía que arriesgar, éste es precisamente el adecuado, con un vehículo enfocado a gente más joven, urbanita y con gustos menos tradicionales, que se aleja un poco del resto de la gama. El frontal nos parece muy atractivo, con rasgos muy Audi, como los faros o la parrilla Singleframe, y el lateral es impactante debido a sus afiladas formas y a las molduras personalizables del pilar trasero, al estilo de los Sideblade del Audi R8.

La trasera es sin duda lo más controvertido de su aspecto exterior. ¿Por qué? Pues porque según cómo se mire podemos encontrar atisbos del BMW X1 o del Fiat 500X, pero sobre todo del Citroën C4 Cactus y del Volkswagen Polo. ¿No os parece? Los pilotos, por cierto, son LED, y los musculosos hombros dejan paso a una superficie acristalada bastante corta.

Por dimensiones, con sus 4,19 metros de largo está más cerca de un Audi A3 (4,24 metros) que de un Audi A1 (3,97 metros), y también es 19, 23 y 25 centímetros más corto que un Audi Q3, un Mercedes-Benz GLA o un BMW X1, respectivamente. Así pues, y aunque es comparable a varios modelos, desde Audi afirman que no tiene rivales claros en el mercado premium.

La paleta exterior para este Q2 cuenta con doce colores, incluídos el amarillo y el naranja ya citados, además de tres grises (uno de ellos nuevo y el otro en efecto perla), dos negros y dos blancos (uno metalizado de cada), un rojo, un plata y un azul con efecto cristal. Ciertos elementos de la carrocería pueden ser negros, grises o del mismo color de la carrocería. Además, aunque las sideblade vienen en color de carrocería, también pueden ser de color gris, plata o blanco. Por supuesto se ofrece un acabado S-Line, de corte más deportivo.

Interior sorprendente

A pesar de sus dimensiones compactas, el habitáculo del Audi Q2 llama la atención por ofrecer una habitabilidad bastante buena. Delante, todo bien, pero es que detrás, sin ser enorme, hay espacio suficiente para que dos adultos viajen cómodamente, tanto por hueco para las piernas como por altura libre al techo. Como de costumbre, la plaza central es estrecha y no ideal para largos viajes. Los asientos delanteros resultan cómodos, sujetan bien el cuerpo y pueden estar calefactados.

El diseño del interior es el de los últimos modelos de la casa, es decir, con un aspecto fresco e interesante, y una buena dosis de tecnología. Es idéntico al del Audi A3, incluyendo los difusores del aire, los mandos de la climatización o la palanca de cambios, aunque en éste caso la pantalla del salpicadero no se esconde (sólo podemos apagarla) y la moldura que cruza horizontalmente el salpicadero ahora está retroiluminada opcionalmente (ver foto).

Nos encanta el cuadro digital Audi Virtual Cockpit, opcional y completamente configurable, con gráficos de gran calidad y una visibilidad óptima. Vale, puede que prefieras mantener los relojes analógicos de toda la vida, pero quizá deberías probar este sistema, porque podría hacerte cambiar de idea. En alguna de las versiones probadas también se equipaba el Head Up Display, aunque no nos gusta ésta solución (ver foto), que proyecta en una moldura de plástico, al estilo MINI o Renault Mégane.

Como en cualquier Audi, la calidad de materiales y acabados del habitáculo no defrauda. A pesar de ser el más pequeño de la familia, dentro se respira un ambiente premium y todo lo que queda a nuestro alcance es agradable a la vista y tiene buen tacto. Como en el exterior, se ofrecen elementos en contraste en los asientos o el salpicadero, en tonos rojo, amarillo, naranja o blanco.

Otro punto a destacar del Q2 es su maletero, que tampoco esperábamos fuese tan generoso. Según ficha el volumen es de 405 litros, ampliable a 1.050 litros con asientos traseros abatidos, y lo cierto es que el espacio utilizable es muy bueno, puesto que tiene buena profundidad. Además, el piso del mismo se mueve a modo de bandeja y tiene dos alturas, por lo que bajando el suelo un nivel conseguimos un poco más de espacio, si fuera necesario. Bajo éste hay hueco para una rueda de tipo galleta, aunque ninguna unidad la montaba (y sí un componente del equipo de sonido -ver foto-). Opcionalmente, además, el portón puede ser de accionamiento eléctrico.

Tres gasolina y tres diésel

La oferta de motores para el Audi Q2 consta de tres opciones gasolina y tres diésel, con potencias equivalentes en ambos tipos de combustible. Los datos de las diferentes versiones son los siguientes:

MOTOR

POTENCIA

PAR MÁXIMO

TRANSMISIÓN

TRACCIÓN

1.0 TFSI

116 CV

200 Nm

Manual 6v

Delantera

1.4 TFSI CoD

150 CV

250 Nm

Manual 6v

Delantera

2.0 TFSI

190 CV

320 Nm

S-Tronic 7v

Total

1.6 TDI

116 CV

250 Nm

Manual 6v

Delantera

2.0 TDI

150 CV

340 Nm

Manual 6v

Delantera (Total en opción)

2.0 TDI

190 CV

400 Nm

S-Tronic 7v

Total

El Q2 incorpora de serie una caja de cambios manual de seis marchas, salvo en las versiones tope de gama TDI y TFSI, que montan un S-Tronic de siete velocidades. El cambio automático también está disponible en las demás, como opción, aunque es diferente según la versión: en las dos de acceso (116 CV) los dos embragues funcionan en seco, mientras que en el resto de variantes los embragues están bañados en aceite y la caja es de nuevo desarrollo. Por su parte, la tracción quattro es de serie en las dos versiones superiores y sólo está disponible como opción para el 2.0 TDI 150 CV.

En cuanto a sistemas de asistencia y seguridad, equipa Pre-Sense de serie con frenada de emergencia automática en ciudad, pero es que después la gama cuenta con control de crucero adaptativo con asistente de atascos y Stop&Go, alerta de cambio involuntario de carril, asistente de ángulo muerto, asistente de mantenimiento de carril, reconocimiento de señales, alerta de tráfico cruzado, asistente de aparcamiento, etc...

Al volante

Como en todos los SUV, entrar al habitáculo es muy fácil debido a la altura del vehículo, que en este caso no es excesiva, pero ayuda. Una vez sentados sorprende que la postura de conducción se antoja elevada incluso en la posición más baja del asiento. No somos muy partidarios de esto, pero es muy probable que el comprador de un vehículo de este tipo busque precisamente eso: sentirse alto al volante y tener buena visibilidad. Si no, ¿qué sentido tendría un SUV?

En los asientos del Q2 -incluso en los más sencillos, porque hay varios- ponerse comodo es muy fácil. Enseguida estás listo para ponerte en marcha. El tacto del volante y de la palanca de cambios es muy agradable y tanto la propia dirección -de desmultiplicación variable- como la caja de cambios manual también resultan bastante gratas en cuanto a funcionamiento. Ésta última es suave y transmite una sensación parecida a la de cualquier otro Audi (el A3, por ejemplo).

Sólo una de las versiones probadas contaba con la suspensión opcional de amortiguación variable, y la conclusión es que, para un uso normal, la de serie ofrece un equilibrio lo suficientemente bueno: es cómoda y agradable para viajar por carretera pero no es especialmente blanda para una conducción animada. De hecho, en tramos de curvas la carrocería no balancea en exceso, así que el coche invita a darse alguna que otra alegría. Cabe apuntar que los neumáticos Michelin Primacy 3 que equipaban los coches nos parecieron muy ruidosos y chillaban enseguida, aunque desconocemos si puede deberse al tipo de asfalto de la zona de Zurich, en Suiza.

La dirección no parece tan desconectada y asistida como en otros todocaminos, lo cual es una ventaja a la hora de cogerle el punto al coche y disfrutar de una buena carretera. El Q2 se deja llevar bien y se siente ágil debido también a un peso que en su variante más liviana (1.0 TFSI) es de sólo 1.205 kilogramos, y se nota. Con este motor tricilíndrico el coche es suficientemente enérgico, ideal para un uso en ciudad -aunque se desenvuelve bien en carretera-, y sus consumos no son especialmente elevados en un uso normal. Como opción de entrada a la gama lo vemos ideal.

El 1.6 TDI de 116 CV es más rutero. Se nota esa ración de par motor extra y recupera mejor desde bajas vueltas, aunque acelerando desde parado el TFSI da la sensación de tener algo más de brío -y suena mejor, claro, aunque tenga un sonido peculiar de tres cilindros-. En este caso el consumo que obtuvimos fue de 6,3 litros en unos 75 kilómetros -de curvas, puertos de montaña y carreteras secundarias-, mientras que el TFSI arrojó un litro más en una ruta de 100 kilómetros: 7,3 litros.

También tuvimos ocasión de probar el 2.0 TDI de 190 CV, la variante más potente por ahora, y desde luego no se queda corta de prestaciones. Es más que suficiente para casi cualquier uso y en un coche así, de carácter más bien urbano, muy poca gente se quedará con ganas de más. Empuja, y bastante bien, devolviendo consumos razonables. Además, estas versiones con tracción quattro cuentan con un eje trasero independiente, de cuatro brazos, mientras que las de tracción delantera utilizan uno semi independiente.

Por supuesto, la conectividad en un coche ideado para un público joven y urbanita, no podía faltar. Así pues, la pantalla MMI es de serie y de forma opcional se accede al control táctil o Touchpad. El Q2 ofrece desde hotspot Wi-Fi o conectividad Bluetooth (con streaming de audio), hasta Apple Car Play y Android Auto o servicios online de Audi Connect.

Precios Audi Q2

De momento los precios disponibles son los de acceso a la gama -el resto los añadiremos en cuanto dispongamos de ellos-, y son los siguientes:

  • Audi Q2 1.0 TFSI: desde 25.950 euros
  • Audi Q2 1.6 TDI: desde 26.400 euros

Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

En Motorpasión | El Audi Q2 quiere conquistarte con un diseño que se aleja un poco del resto de la gama

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