Durante el Salón del Automóvil de Detroit, el responsable de investigación y desarrollo de Porsche, Wolfgang Hatz, aseguraba a varios medios de comunicación que la próxima renovación (facelift 2016) del Porsche 911 contará en su gama con todo motores turboalimentados, salvo en la versión GT3, que seguirá equipando un motor atmosférico. Por tanto, el turbo se extenderá a toda la gama y no dejará de ser exclusivo para los brutales Turbo y GT2 (que por cierto no está a la vista para el 991).
Según afirmaba Hatz a la revista británica Top Gear, "hay que respetar los requerimientos legales sobre emisiones, así que sí, pensamos en turbos para los 911 estándar. Ya no te puedes permitir mantener un motor durante diez años. Las emisiones son importantes para nosotros y las reduciremos más rápido que el sector. Todo nuevo modelo emitirá menos CO2 que antes. No hay tantas tecnologías para conseguirlo. Si te fijas en euros por gramos/kilómetro reducidos, sólo te queda el turbo. Ya después, a finales de la década, la electrificación será el siguiente paso", concluía.
El alemán, que dejó caer la posibilidad de un 911 con tecnología híbrida, "aunque siempre con un seis cilindros bóxer", confirmó también que el futuro GT3 RS montaría un nuevo motor atmosférico, y lo cierto es que éste mismo bloque podría servir como base en futuras versiones turboalimentadas, es decir, en todas las que queden por debajo de la variante GT3.
Vía | Top Gear