Se trata de un sistema que todavía está en fase de pruebas, basado en la conducción semi-autónoma que recoge información del navegador, evalúa la inclinación de la calzada y el ángulo de la curva (estos datos se los proporciona el navegador) y así obtiene una foto en 3D de la carretera para calcular y seleccionar automáticamente la velocidad óptima para trazar la curva llegando a los 0,7 g de aceleración lateral en el modo más eficiente.
Está claro que no vale cualquier coche para implantar el InnoDrive, al menos con ese cálculo de aceleración lateral. El ahorro de combustible es la base de este sistema que no sólo racanea combustible al evitar frenadas innecesarias en las curvas, también acelera un poco antes de las subidas para mantener velocidad y no tener que recuperar cuando ya es tarde, que eso sale más caro.
Curioso sistema que además nos hace ir más rápido sin correr… Pero que, al menos al principio, debe dar mucho yuyu dejar que el coche te tire en una curva a una velocidad capaz de generar una aceleración lateral de esas dimensiones en pleno apoyo. Llamadme cobarde, pero hay momentos donde no existe nada mejor que ahuecar un poco mientras buscas con la vista la salida de la curva.
Vía | Car&Driver