En el mundo hay varios sitios que no tienen límite de velocidad, desde algunos tramos de las famosas Autobahn alemanas hasta las carreteras interurbanas de la Isla de Man o el desierto de Outback, en Australia. Hasta allí nos vamos a ir para ver de nuevo el Porsche 918 Spyder haciendo de las suyas, la misma unidad que vimos rodando a ritmo de récord en Phillip Island, pero ahora en carretera abierta.
El superdeportivo alemán, ese coche que nos dejó tan impresionados en el óvalo alemán de Aldenhoven por su descomunal potencia, por cómo se mantiene pegado al suelo a velocidades que en nuestro caso superaron los 270 km/h, ese que después de alcanzar esas velocidades puede circular con el mismo sigilo que un Toyota Prius por la ciudad, se ha puesto esta vez a 350 km/h en una recta infinita.
Se trata de una zona del desierto de Outback que como bien indica la señal, no tiene un límite de velocidad establecido, sino que simplemente ante la escasa densidad de tráfico en la zona, te piden que adecúes tu velocidad a las condiciones. Así pues, te plantas con todo un Porsche 918 Spyder con las mejoras del Weissach Package ante una recta de varios kilómetros y claro, adecúas tu velocidad a las circunstancias.
El coche acelera con fuerza hasta alcanzar la impresionate cifra de 350 km/h, más que la que pudo alcanzar por supuesto en el trazado cerrado. Porque aunque el Porsche 918 Spyder corre mucho, pocos son los circuitos que reúnen las características necesarias para alcanzar semejante velocidad punta.
En cambio en carretera abierta y ante una recta de este tamaño, lo único que tendrá que haber vigilado el piloto del coche era que ningún canguro iba a cruzarse en su camino, porque si fuese de otra formas tal vez el canguro acabaría en España. Elucubraciones aparte, siempre es un placer ver y escuchar a un coche de este calibre circulando así de rápido.