La productora de la película Larry Crowne, Tripictures, ha sido sancionada con una multa de 30.000 euros por la Dirección General de Tráfico (DGT), por el cartel promocional de la cinta protagonizada por Tom Hanks y Julia Roberts. Como puede apreciarse en la imagen, van sin casco.
La Ley de Tráfico, en su artículo 52 dedicado a la publicidad dice:
Se prohíbe la publicidad en relación con vehículos a motor que ofrezca en su argumentación escrita o verbal, en sus elementos sonoros o en sus imágenes, incitación a la velocidad excesiva, a la conducción temeraria, a situaciones de peligro o cualquier otra circunstancia que suponga una conducta contraria a los principios de esta Ley o cuando dicha publicidad induzca al conductor a una falsa o no justificada sensación de seguridad. Esta publicidad estará sometida al régimen de autorización administrativa previa, de acuerdo con lo establecido en la legislación reguladora de la publicidad.
Esto estaría muy bien porque la ley hemos de cumplirla todos. El fin de la ley es evitar el sufrimiento, dicen. También se define la justicia como el tratamiento igual de las situaciones iguales, que visto así inspira… aunque este caso huele a demagogia que tira para atrás.
De entrada, como comenta mi compañero Estaban Viso, la conducta sancionable sólo se produce en el cartel, en la película sí llevan el casco puesto los dos actores. Midiendo por este rasero, casi la totalidad de películas protagonizadas por coches son “empapelables” y si se hace con una, por Justicia, han de sancionarse las demás para evitar un agravio comparativo importante.
En la mente de todos los que nos “castigamos” viendo las noticias por televisión, están las imágenes de ministros y señorías que van en el coche oficial sin cinturón de seguridad. Creo que no se puede. Por no mencionar menores de sangre azul viajando sin silla. Creo que tampoco se puede.
En fin, que algún iluminati ha decidido terminar con el cine vía surrealismo sancionador kafkiano.
Vía | Motorpasión Moto