Encontrar la luz y el ángulo correcto para lograr imágenes espectaculares son dos de los grandes retos a los que se enfrentan muchos fotógrafos, sobre todo, cuando se trata de retratar coches. El estadounidense Anthony Ryan Schmidt, un adolescente autista de solo 15 años, es todo un maestro.
A pesar de su juventud, Anthony lleva media vida creando escenarios capaces de engañar a nuestra mente con la única ayuda de su iPhone y su inmensa colección de maquetas de coches antiguos. Siempre consigue que estos pequeños coches parezcan de verdad.
Cuando más que una profesión, lo que tienes es un don
La madre de Anthony, Ramona Schmidt, explicaba en una entrevista que la pasión de su hijo por los coches empezó cuando era muy pequeño, así como su afición por el coleccionismo.
“La mayoría de las personas con espectro autista normalmente tienen algún interés especial y, en el caso de mi hijo, siempre han sido los coches. (...) Le encanta todo lo relacionado con ellos y se sumerge en todo lo que les rodea”.
Ramona explica que la pasión de Anthony Ryan creció tan rápido que cuando solo tenía seis años ya le cogía el teléfono para hacerle fotos a su preciada y selecta colección de coches clásicos.
Desde entonces, sus habilidades no han hecho más que mejorar, y sus fotografías parecen imágenes reales de coches antiguos en aparcamientos o gasolineras de otro tiempo.
La familia de Anthony siempre comparte su trabajo tanto en la página web oficial del fotógrafo (donde vende algunas de sus obras con fines solidarios en el mercado estadounidense) como en sus redes sociales.
Schmidt
Buceando por su perfil, podemos ver cómo Schmidt compone con extremo cuidado sus planos y muestra una sensibilidad extraordinaria al jugar con la perspectiva, la luz e incluso la gama de colores. Así, su selecta colección de modelos (algunos especialmente raros y bonitos) se colocan en un escenario en miniatura sobre un fondo real de tamaño natural.
Schmidt
Una vez tomada la foto, los distintos elementos se funden en una imagen cohesiva que engaña al ojo, pues Schmidt nos hace ver sus maquetas como si fueran coches reales.
Su gran legión de seguidores contribuyó a que naciese el primer libro con el trabajo de Anthony “Small Cars, Big Inspiration”. Poco después llegó el segundo, “Shifting Perspectives”, que recopila imágenes de los dos últimos años.
Un talento como el de Anthony no es nada habitual. Su estilo nos encanta y, en parte, nos recuerda a otro grande del “ilusionismo con imágenes” cuya pasión también eran los coches. Hablamos del ya desaparecido artista Michael Paul Smith's, que con sus miniaturas a escala 1:24, llegó a crear incluso un pueblo imaginario, 'Elgin Park', al que viajaremos en otra ocasión.