Si buscamos en la Real Academia Española de la lengua la definición de “coche” nos encontraremos entre otras con una que dice tal que así: “Carruaje de cuatro ruedas de tracción animal, con una caja, dentro de la cual hay asiento para dos o más personas”. Curiosa definición para esto que tanto nos apasiona.
Dejando a un lado la tracción animal, si nos ceñimos a esa definición, un monoplaza de Fórmula 1 no sería un coche ya que su única plaza le excluye directamente del ámbito abarcado por la definición. Pero hoy no vamos a hablar de monoplazas de Fórmula 1 para eso ya tenemos a los expertos de Motorpasión F1. Hoy de lo que vamos a hablar es de esos coches de tres ruedas que tal vez no deberían llamarse coches…
Porque si volvemos a la definición y somos puristas, un coche es aquel que tiene cuatro ruedas. Desde los orígenes de la automoción han existido distintos tipos de vehículos una, dos, tres, cuatro ruedas o más. La época posterior a la Segunda Guerra Mundial fue un tiempo muy prolífico para los vehículos de tres ruedas a los que, más de un siglo después del origen del automóvil, seguimos teniendo dudas sobre cómo catalogarlos.
¿Son coches? ¿Son motos? Es complicado dar una respuesta ya que sus tipologías son tan variadas que cada uno merece encuadrarse dentro de un grupo u otro. Según Chris Rees, autor de la enciclopedia A-Z de los three-wheelers, desde el año 1940 han existido más de 1.200 modelos distintos de tres ruedas.
Así pues, es complicado hacer un repaso de todos y cada uno de ellos, ya que los hay de muy distintos tipos y configuraciones. Algunos carrozados, otros descapotables, dos ruedas delante y una atrás, dos ruedas atrás y una delante, tracción trasera o tracción delantera.
Las opciones parecen infinitas, y si queréis conocer algunos ejemplos os animo a leer el artículo de nuestro amigo Joan Dalmau “Con tres ruedas basta”, ya que recoge ejemplos de todo tipo.
¿Qué fue antes, coche o moto?
El debate que tenemos hoy planteado es si es correcto hablar de un coche de tres ruedas o si debemos llamarlo de otra forma. Creo que en la mayoría de los casos, los coches de tres ruedas son más cercanos a la arquitectura de un coche que a la de una moto, pero aun así no se les puede llamar coches.
La gran mayoría de ellos tienen volante, aunque también han existido modelos con manillar al estilo moto. Por otro lado, aunque entre esos más de 1.200 modelos de los que hablábamos antes encontramos configuraciones de todo tipo, pocos son en los que ambos asientos están en línea como en una moto.
Una de las características más comunes en los coches de tres ruedas, y especialmente si tenemos en cuenta el más famoso hoy en día, el Morgan Three Wheeler, es que un gran porcentaje de ellos son descapotables. Aunque existieron vehículos de tres ruedas carrozados en su momento, la mayoría de los fabricantes huyeron de los habitáculos cerrados para que sus clientes disfrutasen de la conducción descapotada.
Unos heredaron los motores coches de la época, otros tenían motores desarrollados específicamente y también los ha habido que recurrían a motores de moto. Los chasis tubulares de metal no han sido ni mucho menos los únicos que se usaron para dar consistencia a los tres ruedas, ya que Morgan por ejemplo usaba, y así lo sigue haciendo hoy en día, chasis de madera.
Si tenemos en cuenta todo esto, es cierto que los three wheeler están más cerca del mundo de los coches que del de las motos. Aun así, como apasionado de los coches me cuesta llamarle coches a esto, y tampoco creo que sean motos. Después de esta leve, superflua y carente reflexión yo me pregunto. ¿Por qué no les llamaremos triciclos que es lo que realmente son?