Impresionante. Sólo así puedo definir la habilidad de transformar un simple cartón en arte que tiene Chris Gilmour. Coge un cartón y pegamento, lo corta, le da la forma y voilá, ahí tenemos un Ford ‘32 con su V8.
También tiene para el pequeñín italiano, el Fiat 500, que es simplemente una obra de arte con todas las letras. Desconozco si estará a escala 1:1 o es más pequeño aún, pero el nível de realismo es exagerado.
Y por último, el Aston Martin DB5 de James Bond, detallado hasta el más mínimo resquicio. Incluso el interior está hecho igual al original. Lo dicho, simplemente impresionante…
Vía | No puedo creer…
En MotorPasion | Dust Art, el sustituto de “Lávalo que no encoge”, BMW Art Cars, las galerías