Casi como cada año, la edición de 2010 de las 24 horas de Nürburgring han estado cargadas de todas esas cosas que los amantes al mundo de la competición deseamos ver en cada carrera. Emoción, épica, adelantamientos, espectáculo, dolor, sufrimiento y sobre todo las más bellas imágenes.
El Infierno Verde es sin lugar a dudas el mejor paisaje en el que disfrutar una carrera, y si esta dura 24 horas, el entretenimiento se multiplica. Y al igual que nosotros y a pesar de no atraer toda la atención que se merece, los pilotos, los equipos y las marcas mantienen una relación especial con la prueba. BMW, Audi, Porsche, Volkswagen, las marcas alemanas miman su prueba por excelencia y eso tiene reflejo en quizás la parrilla más bonita del planeta y a la vez la más heterogénea.
Ver como un Porsche 911 GT3 R o un Audi R8 LMS se mezclan con un Audi A8 de la primera generación, Volkswagen Golf III o un Renault Clio es algo único. Para los primeros clasificados los adelantamientos duran lo que dura la carrera y quizás ahí, junto con la resistencia de hombres y máquinas, esté la clave para lograr un gran resultado. Nos toca esperar un año para volver a vivir la fiesta, al menos, tenemos las imágenes para hacernos la espera más llevadera. 365 días para que las marcas prueben sus vehículos, 24 horas para dar rienda suelta a la competición.
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