La Fórmula E es una categoría en auge. Las carreras de coches eléctricos cada vez generan más expectación y poco a poco se van abriendo hueco en la marabunta del automovilismo. De hecho, a partir de la próxima temporada la Fórmula E será oficialmente reconocida por la FIA como un mundial. El campeón, será campeón del mundo de Fórmula E.
Las marcas cada vez se ven más atraídas por la categoría. Sin ir más lejos, en la presente temporada se han incorporado al certamen dos colosos alemanes como Mercedes y Porsche. Pero una duda asalta siempre que se reflexiona sobre la Fórmula E: si tan bien va la categoría, ¿por qué no entra Tesla a competir en ella?
Tesla no tiene nada que ganar y mucho que perder en la Fórmula E
Para dar con la respuesta a esta pregunta primero hay que pensar por qué corre una marca en la Fórmula E (o en la Fórmula 1 o en cualquier otra categoría del automovilismo). La respuesta básica es para vender más coches. Es decir, por publicidad, por motivos de marketing que mejoren la imagen de la marca.
Sí, es cierto que también hay un componente de desarrollo tecnológico que debe ser tenido en cuenta. Pero está aceptado entre las marcas que participan en la competición, y también entre las que no participan, que las carreras son una forma muy ineficiente de desarrollar tu tecnología. Principalmente porque tienes que gastar mucho dinero en cosas que no van a mejorar el coche.
Además de Mercedes y Porsche, que han entrado este año, en la Fórmula E también compiten Audi, BMW, Nissan, Jaguar, Mahindra y DS, que son los actuales campeones. Además, también están marcas como Venturi y NIO. Todas buscan lo mismo: figuran en el mundo de las carreras de coches eléctricos. Promoción.
De hecho, eso es algo de lo que históricamente se viene achacando a la Fórmula E, que es una categoría más de promoción que de competición. Es decir, que todos quieren estar en las carreras de coches eléctricos por la publicidad que eso supone, pero que ganar o no es algo más bien secundario.
Entonces, ¿por qué Tesla no quiere correr en la Fórmula E? Básicamente, porque no tiene nada que ganar. Su reputación como mayor fabricante de coches eléctricos del mercado está muy consolidada. Si corren en la Fórmula E todo el mundo esperará que ganen. Si lo hacen, no será más publicidad para ellos Al revés, volverán aburrida y predecible la categoría. No venderán más coches. Si pierden, su posición predominante estará cuestionada.
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— Tesla (@Tesla) March 16, 2020
Ahora mismo la ventaja de Tesla en el plano eléctrico sobre marcas como Mercedes, Audi o Porsche es abismal. Ni siquiera están cerca. Hasta que estos gigantes no sean de verdad una competencia preocupante para Tesla, Elon Musk no moverá un dedo en llamar a Alejandro Agag para meter a su marca en la Fórmula E.
Panasonic ya tiene experiencia en desventuras en la competición
Además, tienen un buen consejero. Panasonic, su socio con las Gygafactorys ya tiene experiencia en esto de meterse en líos innecesarios con la competición. En 2002 la marca japonesa ya empujó a Toyota a entrar en la Fórmula 1. Financió todo el proyecto, gastaron lo que no está escrito y se fueron de la categoría ocho años después sin ganar ni una mísera carrera.
Toyota ha sabido encontrar su hueco. Abandonaron la Fórmula 1 tras la crisis económica de 2008, pero compiten en el WEC, en el WRC y en el Dakar con numerosos éxitos. No, no están en la categoría reina del automovilismo. Pero tienen el pequeño consuelo de ser la marca de coches más valiosa del mundo.
En el caso de Tesla, aunque de momento no les interese la Fórmula E sí que tienen los ojos puestos en otra categoría. La suya propia: la Electric GT. Pero va con retraso. Hace años anunciaron que en 2018 comenzaría una competición monomarca en la que solo participarían Tesla Model S modificados.
Dos años después no hay señales de la categoría y los retrasos se acumulan, pero parece que la idea de sacar adelante la Electric GT sigue viva. En cualquier caso, todos estos problemas a la hora de crear su propia categoría, y con coches de serie, también han impulsado la cautela de Tesla a la hora de lanzarse a la Fórmula E.
Tecnológicamente, los GEN2 de la Fórmula E no suponen ningún desafío para Tesla
Al final, por mucha ventaja que Tesla lleve en el coche eléctrico, son una compañía pequeña en comparación a grandes gigantes que están en la Fórmula E como Mercedes o BMW. Tesla fabricó 367.561 coches en 2019, Mercedes Daimler más de 2,5 millones. Competir contra ellos en la Fórmula E y perder sería una forma de hacer que les recorten más rápido la diferencia.
Además, la Fórmula E no supone ningún reto para Tesla. Las baterías que fabrica McLaren son estándar hasta 2025, lo que ya limita el rango de acción bastante para la compañía de Elon Musk. Los actuales GEN2 de la Fórmula E ni siquiera superan las prestaciones del Tesla Roadster, el deportivo de la compañía.
Mientras que los Fórmula E alcanzan los 300km/h y tienen un aceleración de 0 a 100 km/h de 2.8 segundos, con una potencia de 250 kW, el Tesla Roadster pasa de 0 a 100 km/h en 1,9 segundos, alcanza los 400 km/h y sus baterías tienen 1.000 km de autonomía. La tecnología del futuro mundial de coches eléctricos está superada por la marca americana.
El punto clave podría ser el de las baterías. Ahí sí que Tesla podría buscar mejorar en el ámbito de rendimiento más que de durabilidad. Es decir, para la marca de Musk podría ser interesante buscar que sus baterías aguantasen el alto rendimiento constante de una carrera de Fórmula E. Pero están estandarizadas y las fabrica McLaren. Mala suerte.
Tesla no necesita demostrar que si corriesen en la Fórmula E, ganarían
Ni siquiera es un problema de que los coches sean caros. El GEN2 actual de la Fórmula E tiene un tope presupuestario de poco más de 800.000 euros. Si hay que tener dos monoplazas por equipo, es poco más de millón y medio de euros. Asumible para una marca como Tesla, aunque luego hay que sumar todo lo demás, que es lo que hace ineficiente a la competición para el desarrollo.
En resumen, es un tema de estatus. La competición es marketing, y Tesla no gasta mucho en marketing. Pero, sobre todo, no gasta para perder. La compañía de Palo Alto está en la atalaya de los coches eléctricos. Viven muy bien en el "si Tesla corriese en la Fórmula E, ganarían". No necesitan bajar a la pista para demostrar que es así. Porque quizá no podrían.
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