Durante el fin de semana, las 8 horas de Le Castellet significaban el comienzo de las Le Mans Series o lo que es lo mismo, temporada europea de resistencia. La primera cita del año iba a tener alguna que otra peculiaridad. Por primera vez en los últimos años, el trazado francés de Paul Ricard recibía una prueba del campeonato auspiciado por el ACO, hasta ahora su presencia en el calendario se ceñía a las jornadas de test.
Por otro lado, y tras varias sesiones de test, Audi ponía en pista su revisado Audi R15, el R15+. Al volante iban a estar dos de los pilotos más experimentados de la casa de Ingolstadt, Rinaldo Capello y Allan McNish. Sin los Peugeot oficiales en la pista, sus rivales iban a ser "menores". El Peugeot 908 HDI FAP del Team Matmut Oreca y uno de los Aston Martin oficiales de AMR. Al final, ninguno de los dos fue un serio rival y Audi consiguió una victoria sencilla.
El Peugeot de Oreca tenía problema en una de sus paradas en boxes, mientras que el Aston Martin, en un proceso de impasse mientras nace el nuevo modelo para el próximo año, está lejos del ritmo de carrera necesario para plantar cara a Audi. Camino libre para la victoria de McNish y Capello. Hoy por hoy, tan sólo los Peugeot oficiales pueden ser un serio rival para Audi, o quizás tengamos que pensar a decir lo contrario. Audi puede ser un rival para Peugeot. Visto lo visto en las últimas pruebas, los franceses están un paso por delante, ya sea contra el R15 o contra el R15+.
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