Después de una larga ausencia, y con motivo del 50 aniversario de las míticas 24 Horas de Nürburgring, este año vuelve al Infierno Verde un MINI John Cooper Works GP muy especial. La preparación de este brutal coche de carreras que empezó a tomar forma en 2021, ha corrido a cargo del equipo alemán Bulldog Racing.
Este MINI John Cooper Works GP único se inscribirá en la clase SP3T, lleva 306 CV bajo el capó y promete unas prestaciones de vértigo para estar a la altura el fin de semana del 27 de mayo al 29 de mayo, cuando tendrá lugar la próxima edición de una de las carreras reinas de resistencia.
Un extra de picante para adaptarse a la normativa
JCW
Por si el MINI John Cooper Works GP no fuera suficientemente deportivo, las modificaciones de los especialistas de Bulldog Racing (con sede en la región de Eifel, Alemania) para adaptar al hot hatch a la clase en la que competirá, lo hacen aún más agresivo. Estas se centran tanto en el exterior, como bajo el capó y el habitáculo, que ha sido despojado de todo lo innecesario.
La categoría SP3T comprende coches derivados de producción, con motores turbo de hasta 2.0 l como máximo. Para poder inscribirse en esta categoría, se pueden realizar modificaciones en elementos como la suspensión, el depósito de combustible o la implementación de elementos de seguridad. En cambio, el motor o la caja de cambios no se pueden modificar.
Así, y empezando por el diseño exterior, el John Cooper Works GP de Bulldog ha recibido un kit aerodinámico específico que incluye, entre otros un alerón trasero ajustable y sobredimensionado, bajos completamente carenados y un splitter delantero que cumple la doble función de mejorar la carga aerodinámica y canalizar el aire a través de los apéndices incorporados a los pasos de rueda.
El difusor trasero también se ha modificado, así como el escape, que ha pasado de tener dos salidas a una colocada en posición central. El JCW GP también ha recibido nuevas suspensiones de competición con amortiguadores ajustables y lleva frenos firmados por BMW M Performance.
Además, se ha despojado de todo lo superfluo: para rebajar el peso al imprescindible, incluso se han instalado cristales de policarbonato de Makrolon.
Las llantas de serie de 18 pulgadas van envueltas por neumáticos de competición Hankook Ventus TD y completa el conjunto la decoración exterior, donde predomina el color rojo con detalles en blanco al más puro estilo de los MINIs de carreras de la década de 1960.
Cuando ‘menos es más’
En el habitáculo este MINI John Cooper Works GP ha recibido importantes cambios estéticos respecto al coche de serie y, como en el exterior, se ha visto despojado de lo fundamental.
Ejemplo de ello es que se han eliminado todos los asientos menos el del puesto del conductor, y que ahora es un OPM HTE-R que cumple con la normativa de la FIA.
Además de los pedales o el volante de competición con levas, detrás del asiento se sitúa un depósito de combustible con 100 l de capacidad en lugar de los 44 l que tiene el original. Bulldog Racing también ha incorporado una jaula antivuelco de máxima seguridad de color rojo.
Por último, y a tenor de la normativa actual, bajo el capó lleva la misma unidad de 2.0 l y 4 cilindros turboalimentada que la versión de calle.
Este motor ofrece 306 CV, un par máximo de 450 Nm y va asociado a un cambio Steptronic con convertidor de par, 8 relaciones y marcha atrás. En esta preparación, se ha integrado un bloqueo para el diferencial mecánico.
La versión de calle acelera de 0 a 100 km/h en apenas 5,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 265 kilómetros/hora.
Habrá que ver de lo que es capaz el MINI John Cooper Works GP de Bulldog el próximo mes en el conocido circuito alemán.
Hemos de recordar que, para la carrera de las 24 Horas de Nürburgring, se suman los trazados del circuito de GP y el de Nordschleife, y el resultado es un impresionante recorrido de 25,278 km.