¿Qué es esto? Mejor dicho… ¿Qué era? Pues por lo visto antaño fue un Opel GT, pero no el que recientemente probó SandMan, se trata del modelo de 1973. Fue modificado por un fanático de Batman, que pensó en transformar el coche para ir a trabajar a un hospital infantil.
Los críos debían flipar al llegar ver al primer propietario, que luego vendió el coche a un coleccionista. Antes de eso el coche fue transformado por Sony al aparecer en un periódico local, llenándolo de juguetes electrónicos, pero nada de bat-armas ni cosas por el estilo.
Tiene doble salida de escape, lo que pretende ser un reactor y un escudo de Batman enorme que humilla a los truñeros. Bruce Wayne Sus diferentes propietarios le han hecho casi 50.000 kilómetros y está en un estado mecánico aceptable.
Entre su equipamiento está una cabeza de Batman que sirve de copiloto (ya que sólo tiene una plaza hábil) y una consola Super Nintendo con el juego “Batman Forever”. También tiene personalizado el bat-volante, bat-alfombrillas, bat-móvil (de los que llaman y hacen “Ring-Ring”), y bat-tacómetro, a juego con su curiosa estética.
El motor es de cuatro cilindros y si no se mueve regularmente necesita un enchufe para alimentar su nutrida colección de cacharrería de alta fidelidad para no descargar la batería. Desde luego, este coche es un completo vacile.
La subasta acabó en 9.000 dólares, una ganga si lo comparamos con una unidad que se usó en la película de Tim Burton, 500.000 dólares.