Junto con el Renault Trafic, su primo alemán, el Opel Vivaro, llega renovado por dentro y por fuera. Tras 13 años en el mercado, unos años en los que el Vivaro se ha materializado en 600.000 unidades, el vehículo comercial que se fabrica en la planta de Luton (Reino Unido) se equipara estéticamente a sus compañeros de marca.
Así, el prominente frontal tan típico de Opel, con luces diurnas en forma de ala, y la forma de álabe que se extiende por el lateral del furgón, nos dejan ver el sello de la casa, ahora adaptado a las hechuras del comercial. Un comercial que puede tomar la forma de un furgón de gran robustez, un vehículo de trabajo aparente o un coche de gran capacidad, dependiendo de las necesidades de uso.
Así, se prevén varias configuraciones: como furgón con dos longitudes de carrocería (5,00 o 5,40 metros) y dos alturas de techo, como Combi, como cabina doble, y como minibús. Además, en Luton cuentan con una división que trabaja expresamente sobre conversiones de carrocería, por lo que el abanico de posibilidades de personalización se amplía de manera importante. Sobre la generación previa, crece 22 centímetros, lo que redunda en un mayor espacio útil en su interior.
En motorizaciones, el Opel Vivaro 2014 cuenta con dos turbodiésel nuevos: un 1.6 CDTI, así como el 1.6 BiTurbo CDTI, que monta dos turbocompresores secuenciales y doble sistema de refrigeración. Con el primero, la marca anuncia una reducción de consumos de 1 litro a los 100 km, mientras que para el BiTurbo promete un consumo, según datos preliminares, inferior a 6/100 km.