No podía seguir así durante mucho más tiempo. Los coches eléctricos son caros y no se venden como esperaban las marcas. El resultado era inevitable y se ha desatado una guerra de precios entre la mayoría de marcas que hace que los eléctricos sean ahora algo menos caros.
De Cupra a Kia, pasando por Tesla o MG, las marcas han bajado sus precios, en algunos caso hasta 10.000 euros.
En muchos países de Europa, las matriculaciones de coches eléctricos ocupan una parte nada desdeñable del mercado. Y en 2023, los coches eléctricos han batido récords de venta en Europa, España incluida, pero todo el mérito es de Tesla. Tanto, que el Tesla Model Y ha sido el coche -a secas- más vendido del mundo en 2023. Y eso es un problema para el resto de fabricantes.
Guerra de precios
En septiembre de 2023, Citroën decidió bajar 4.500 euros el precio tarifa de sus Citroén ëC4 y ëC4-X. En diciembre de 2023, Renault le sigue y rebaja el precio del Renault Mégane E-Tech 4.600 euros.
Al mes siguiente, con el título de coche más vendido del mundo en 2023, Tesla rebajó el precio del Model Y de forma notable. Según la versión, el Model Y puede ser hasta 4.000 euros más económico. Y si comparamos lo que costaba hace un año, el Tesla Model Y de acceso es ahora 7.000 más asequible.
Un mes más tarde, MG decide ofrecer grandes descuentos, dejando el MG 4 eléctrico más barato que un Toyota Corolla híbrido. Y en cuestión de días Volkswagen ha bajado el precio de su gama eléctrica en hasta 7.000 euros, mientras CUPRA hacía lo mismo con bajadas de hasta 10.000 euros y Kia se apuntaba a la guerra con una bajada de 4.600 euros de su Kia e-Niro.
Las marcas niponas tampoco se quedan atrás. El Subaru Solterra, tiene actualmente un descuento de 10.000 euros, dejando el mellizo del Toyota bZ4X en 50.750 euros.
A todo ello, hay que añadir la llegada de un modelo asequible y realmente polivalente y no limitado al casco urbano, como el Citroën ëC3, con un precio de partida inferior a 25.000 euros.
Sobrecapacidad productiva y desinterés del cliente particular
La cuota de mercado del coche eléctrico ya no es anecdótica en la mayoría de países de Europa. En Francia, el pasado mes de enero fue del 16 % y en Alemania fue del 10,5%, mientras que en los Países Bajos la cuota de mercado del eléctrico fue de 23%. Si bien en España estamos en la cola con respecto al resto de Europa, en 2023 alcanzó el 5%, el eléctrico ya no es tan anecdótico en nuestro mercado.
El problema es que en un mercado dominado a ultranza por Tesla, las marcas generalistas no alcanzan ventas significativas. En España, por ejemplo, Tesla vende una media de ocho coches por cada Citroën o CUPRA eléctrico vendido. En Portugal, Tesla vendió en 2023 más coches eléctricos que BMW, Peugeot y Volkswagen juntas, siendo éstas las siguientes en el ránking de ventas de eléctricos en el mercado luso después de Tesla.
Las marcas chinas, salvo MG, están siendo meros extras en esta película. Al menos de momento, pero las marcas occidentales se toman muy en serio su potencial, en especial su capacidad para bajar precios si lo desean.
A esto se añade que, salvo el caso de Noruega donde todo está hecho para que comprar y usar un SEAT León sea más caro que un BMW eléctrico, los mercados con mayor penetración de eléctricos son los países donde los coches de flota tienen mayor peso y donde más ayudas reciben, como es el caso de los Países Bajos, el Reino Unido (con 14,7% de eléctricos en enero de 2024) o Portugal, donde casi uno de cada cinco coches vendidos a finales de 2023 era eléctrico.
Peor incluso en ese caso, hay signos de fatiga. Más de una gran empresa, como Hertz, se está deshaciendo de sus coches eléctricos porque no son finalmente tan rentables como se prometía.
Los particulares, sin embargo, no compran tanto coches eléctricos porque son caros, se deprecian muy deprisa y la red de cargadores dista mucho de estar completa y sobre todo de funcionar bien.
Es decir, el mercado está distorsionado. Mientras haya incentivos, las ventas siguen al alza, con Tesla siendo la mayor beneficiada, pero al mismo tiempo las marcas ven signos de ralentización, especialmente porque los particulares no acaban de dar el paso al coche eléctrico.
Así, a nivel global, si bien las ventas de coches eléctricos y PHEV han subido un 66% en enero de 2024 con respecto a enero de 2023, han bajado más de un 23% con respecto al mes anterior.
Por ejemplo, tras la retirada de las ayudas a la compra en Alemania en diciembre de 2023, las ventas de eléctricos cayeron. Pasaron de representar el 17,1 % de las ventas a finales de 2023 a 10,5% en enero de 2024.
Y no es sólo en Europa. Por primera vez en más de una década, las ventas de coches eléctricos cayeron significativamente en el último semestre de 2023 en California. Incluso las ventas estatales de Tesla cayeron un 10% en el último trimestre del año pasado. Lo nunca visto.
La recogida de cable que lleva a una guerra de precios
Las marcas temen por su futuro tras haber invertido masivamente en el coche eléctrico. Renault finalmente no sacará a bolsa su división Ampere, la de los coches eléctricos, porque no tiene claro que los inversores apuesten por ella en un contexto de ralentización. Volkswagen tampoco sacará a bolsa su marca de baterías por las mismas razones.
Pero más allá de esos movimientos de grandes inversores, llama la atención que marcas que decían apostarlo todo al coche eléctrico se desdigan tan pronto.
Inicialmente, el Jeep Avenger iba a ser únicamente eléctrico en Europa occidental. La marca tardó semanas en proponer también las versiones microhíbridas. Idem con el nuevo Fiat 600. Citroën, que pese a apostar por el eléctrico, ha vuelto a proponer en su gama de turismos para particulares el Citroën Berlingo diésel.
Jaguar Land Rover por su parte, retrasa la llegada de buena parte de su futuros coches eléctricos para centrarse en los PHEV, que les dan mejor resultados en ventas. Una estrategia que también va a seguir General Motors en Estados Unidos y Canadá.
Más significativo aún es el anuncio hecho por la china MG que su nuevo modelo para Europa será un híbrido. Normal, las ventas de sus eléctricos no son nada en comparación con las ventas que realiza con sus modelos equipados con motores gasolina en Europa.
En cuanto a BYD, tras presentar a bombo y platillo el BYD Seal eléctrico, traerá a Europa también la versión híbrida enchufable del Seal. Oficialmente, lo hará en los mercados donde el eléctrico no tiene una fuerte presencia. Es decir, en casi toda Europa y empezando por España.
Y es que las marcas consiguen beneficios con la venta de coches con motor de combustión interna, no con los eléctricos. Por ejemplo, Renault ha obtenido un margen de beneficio global del 7%, gracias sobre todo a Dacia, al Renault Austral y al Renault Espace, mientras que perdió 500 millones de euros con el Renault Mégane E-Tech eléctrico.
Todas las marcas, incluyendo Tesla, venden menos eléctricos de lo que esperaban. Idearon sus inversiones, sus modelos y su capacidad de producción para cifras mucho mayores que las que han logrado en Europa, y también en Estados Unidos.
Al final, no queda otra que actuar sobre el elemento decisivo en la compra de un coche, el precio. Seguir la estela de Tesla y bajar los precios e intentar salvar los muebles, para algunos, o no perder el terreno conquistado, en el caso de otros.
Otra cosa es que lo consigan, mientras los clientes siguen queriendo un Tesla y no necesariamente un coche eléctrico per se.
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