El trabajo del equipo oficial Porsche Penske Motorsport en la 92ª edición de las 24 Horas de Le Mans harán que la marca alemana distribuya 911.000 euros entre tres organizaciones benéficas mediante su iniciativa “Racing for Charity”.
Los tres Porsche 963 que compitieron los pasados 15 y 16 de junio en la categoría Hypercar partían de nuevo de la línea de meta con el objetivo de alzarse con la victoria, pero también de contribuir a una buena causa. Y es que, igual que ocurriese en la edición 2023 de la mítica carrera de resistencia francesa, Porsche donará 750 euros por cada vuelta completada por sus vehículos oficiales en esta categoría.
Así, el cuarto puesto y las 311 vueltas de Kévin Estre, André Lotterer y Laurens Vanthoor, el sexto puesto y las 311 vueltas de Matt Campbell, Michael Christensen y Frédéric Makowiecki y las 211 vueltas de Felipe Nasr, Mathieu Jaminet y Nick Tandy suponen un total de 833 vueltas y 624.750 euros que irán de manera íntegra a la iniciativa “Racing for Charity”.
El Porsche 963 número 6 de Estre, Lotterer y Vanthoor quedó a solo 1,167 segundos del podio. El coche gemelo del australiano Matt Campbell, el danés Michael Christensen y el francés Frédéric Makowiecki se descolgó del grupo líder durante la noche. Finalmente, el coche de Felipe Nasr chocó contra las barreras en la zona de la curva de Indianápolis y terminó su carrera.
Los ingresos obtenidos en las 24 Horas de Le Mans se destinarán a las organizaciones sin ánimo de lucro Kinderherzen retten e.V., Interplast Germany e.V. y la Fundación Ferry Porsche. Con lo recaudado el año pasado, estas organizaciones pudieron realizar operaciones cardíacas exitosas que salvaron la vida a nueve jóvenes de El Salvador, Siria, Albania y Afganistán en el Hospital Universitario de Friburgo, en Alemania, realizar misiones médicas en países como Tanzania y Mozambique o apoyó económicamente a niños gravemente enfermos y a sus familias.
Friedhelm Beyersdorf estableció la asociación Kinderherzen retten e. V. En el centro médico de la Universidad de Friburgo en 2022 y explica cómo, en todo ese tiempo, ha resultado clave “establecer contactos con los países de origen. Podemos colaborar con Afganistán, por ejemplo, pero necesitamos que allí haya algún contacto que, por ejemplo, haga posible tener ecocardiogramas que, al traer aquí al niño paciente, nos permitan saber a qué nos enfrentamos y poder salvar vidas”.