Diría que si preguntamos por ahí por los coches autónomos (ya sabéis, coches que se conducen ellos solos mientras el conductor se dedica a otras cosas), lo más probable es que a la gente le venga a la memoria el de Google, que ya tiene varios modelos experimentales, con lidar y sensores un tanto aparatosos, circulando por algunos estados en norteamérica.
Volvo en cambio parece que no hace tanto ruido, pero ha progresado muy adecuadamente su tecnología de conducción autónoma, tanto como para tener coches con todos los sensores y elementos integrados en el coche, muy disimulados, y para haberse puesto como objetivo poner a prueba en condiciones reales 100 coches autónomos y 100 conductores voluntarios, por las calles y carreteras de Gotemburgo en el 2017.
Esta semana hemos decidido reflexionar qué tendrá Noruega para que se vendan tan bien los coches eléctricos allí, y hemos puesto negro sobre blanco las claves del éxito del coche eléctrico en el país nórdico. No es por nada, pero entre otras cosas, una cuestión de dinero está entre las claves. No dejéis de enteraros del asunto.
Coche eléctrico y energías renovables casan muy bien. En Estados Unidos, donde muchas personas viven en una vivienda unifamiliar, poner una instalación solar fotovoltaica en el tejado de casa es bastante razonable. Pues bien, SolarCity y Tesla podrían cambiar la forma de consumir electricidad en California, incluso sin tener que pagar la instalación de los paneles solares. Ojalá pudiera ser tan fácil aquí en España.
Os hablamos cada cierto tiempo de los avances en la investigación en nuevas baterías con más capacidad. Pues bien, en Renault ya están hablando de que es muy razonable pensar en tener un coche tipo Renault ZOE con el doble de autonomía, algo más de 400 km, para el año 2020. Esperamos que lo consigan.
Mientras tanto, más allá de las baterías, hay otro tipo de acumulador de energía eléctrica del que alguna que otra vez os hemos hablado también, los supercondensadores. Hay una nueva noticia: investigadores coreanos han dado con un supercondensador de grafeno que se puede recargar en 16 segundos. Imaginad lo bueno que sería poder aplicarlo en un coche eléctrico, que se podría recargar mucho más rápido que ahora.
Hemos querido hablaros también de un proyecto alemán de micro-coche eléctrico de una plaza y puertas de apertura en ala de gaviota: se llama Colibrí. No tiene mala pinta y tendría un precio bastante asequible alrededor de los 9.000 euros. A ver si consiguen finalmente fabricarlo en serie y ponerlo a la venta. Para ciudad no estaría nada mal.
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