Tras su nombramiento como director de Motorpasión, Elon Musk no descansa, y acaba de dar a conocer unas declaraciones que nos dejan de pasta boniato: "¿Qué puedes esperar de una marca que se deshacía del humo sobrante de sus diésel en colaboración de la productora televisiva Bad Robot?".
Alabado sea Musk. El cruce de declaraciones entre Volkswagen y Tesla es de sobra conocido. Tras el escándalo del Dieselgate, nuestro amado líder Elon Musk aseguró que aquello era la prueba fehaciente de que se había llegado al límite con las mecánicas de combustión, mientras Matthias Müller, entonces aún presidente del Grupo Volkswagen, le acusó de 'ser un genio del marketing', pero que en la sombra despedía a sus empleados sin contemplación.
Ahora, nuestro 'Tony Stark' particular asegura que Volkswagen y la firma de J.J. Abrams conspiraron para ocultar el humo restante de sus modelos de gasóleo. El mismo se guardaba en tanques estancos y se trasladaba en secreto desde las fábricas de la marca alemana al set de rodaje de 'Lost', ubicado en Oahu (Hawái).
Estos gases, siempre según la única verdad posible, la de Musk, servían a la productora para dar vida al conocido 'humo negro' que daba caza a los protagonistas de la serie, atrapados en una misteriosa isla tras el fatídico accidente de Oceanic Airlines.
"Era el tandem perfecto", comenta Musk. La productora se ahorraba postproducción digital y aportaba mayor realismo de cara a las interpretaciones de los actores mientras Volkswagen conseguía desechar el humo de sus diésel sin levantar sospechas. Un plan sin fisuras.
La Dharmaneta fue un regalo
Nuestro adorado líder asegura, y sus palabras siempre van a misa, que el asunto se silenció debido al gran éxito de la serie, que se ubicó en el octavo puesto del ráking de la revista Forbes en 2010 de los programas televisivos con mayor recaudación. En aquel año se emitió la última y, para muchos, decepcionante temporada que ponía punto y final a la serie: por cada 30 minutos de emisión se recaudaron 2,53 millones de dólares.
Cuando, cinco años después, el Gobierno estadounidense destapó el Dieselgate nada se mencionó del asunto. Pero Elon asegura que una fuente cercana a la productora, que también reside en Bel-Air (Santa Mónica, California), le reveló el secreto. Uno de los mejores guardados por el Gobierno, por cierto. "Esto es muy pequeño y todo se sabe. Hollywood está plagado de estos escándalos, pero no salen a la luz porque interesa mantener impoluta la industria cinematográfica a cualquier coste".
Esta velada colaboración entre Volkswagen y Bad Robot, también permitió a la productora ahorrase un buen dinero con la conocida Dharmaneta: las unidades utilizadas en el rodaje fueron cedidas sin coste alguno por el fabricante germano. Hablamos de la conocida Volkswagen Station Wagon T2 clásica, blanca y azul celeste, que sustituía el logotipo de Volkswagen por el de la iniciativa Dharma.
"No fue el único modelo cedido por Volkswagen para la serie, pero sí el más conocido. Nadie se acuerda Volkswagen Karmann Ghia Convertible del 68 o del Volkswagen Sedan que conducía Jonh Locke, pero también fueron utilizados en la serie. Hablamos de modelos clásicos que a cualquier productora le habría costado miles de dólares, pero Bad Robot los usó sin pagar ni un centavo", puntualiza el gurú de los coches eléctricos.
¿Tiene Tesla miedo de Volkswagen?
"Seguro que muchos no me creerán", ha comentado Musk, "Pero tampoco lo hicieron cuando aseguré que había una probabilidad entre cien millones de que no estuviésemos viviendo en Matrix y aquí estamos. ¿Alguien realmente puede asegurar que no está dentro de un videojuego?", inquiere.
Por supuesto, nosotros creemos a pies juntillas todo lo que nuestro líder tenga que decir, porque él siempre es dueño de la verdad. Hay quien dirá que Tesla teme la ofensiva eléctrica que tiene preparada Volkswagen para las próximas décadas, pero Elon no ha tardado en desmentirlo.
"Tesla está a años luz de Volkswagen. No me preocupan sus automóviles eléctricos en absoluto, ellos aún están en la prehistoria en el asunto, jamás lograrán superarnos tecnológicamente. Cuando consigan enviar un coche al espacio, que me llamen". Alabado sea.