En menos de dos años, el Mitsubishi ASX se ha convertido en la estrella de la marca japonesa en Europa, así que Mitsubishi no ha querido esperar más para ponerlo al día. A partir de ahora, el SUV urbano tiene más cara de Mitsubishi y se diferencia más de su primo francés, el Renault Captur, con el que sigue compartiendo línea de producción en Valladolid.
Además de cambiar por fuera, el ASX se actualiza por dentro para ser más digital y estar más conectado gracias a su nuevo sistema de infoentretenimiento con Google integrado. También hay cambios en la gama de motores, pero sigue electrificado.
El Mitsubishi ASX se pone al día menos de dos años después de su lanzamiento
Hace menos de cuatro años, Mitsubishi tenía claro que su futuro no estaba en Europa y decidió abandonar nuestro mercado, pero las cosas han cambiado mucho desde entonces para la marca japonesa. Lejos de dejar nuestro continente, ha decidido ponerse las pilas, crecer y lanzar nuevos modelos. Y Renault está siendo clave en este nuevo plan.
Tanto el Mitsubishi Colt como el Mitsubishi ASX, los dos últimos coches que ha puesto a la venta la compañía de los tres diamantes en Europa, son modelos originales de Renault que, gracias a la alianza entre los dos fabricantes, también se venden con el logotipo de Mitsubishi.
Primero llegó el ASX, que está basado en el Renault Captur, para que Mitsubishi entrase en el segmento más popular de nuestro mercado, el de los SUV urbanos. Más tarde fue el turno del Colt, que está basado en el Renault Clio, para tener todavía más presencia en el segmento B.
Y ahora que el Renault Captur se ha renovado, el Mitsubishi ASX también aprovecha para ponerse al día. Con esta actualización, el japonés incorpora las novedades de su primo francés y, de paso, renueva su imagen para tener más ADN propio y marcar distancias con su pariente galo.
Exterior: estrena frontal para poner tierra de por medio con el Captur
El año pasado, el ASX fue el coche más vendido de Mitsubishi en España y eso deja claro que la estrategia de la marca tenía sentido. Con esta actualización, el SUV B trata de ganar personalidad, que era su asignatura pendiente desde que vio la luz porque se parecía demasiado al Captur.
A nivel técnico no hay cambios y, en esencia, se trata del mismo coche asentado sobre la plataforma CMF-B de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, de hecho, sus dimensiones son idénticas, por lo que sigue midiendo 4,23 metros de largo, pero estrena frontal.
Cambian los faros LED, las luces diurnas LED, la parrilla, el paragolpes y el capó. Gracias a ello, pasa a tener más cosas en común con el resto de modelos de Mitsubishi que con Renault, puesto que adopta el denominado frontal Dynamic Shield de la marca japonesa. Es más, ahora recuerda a las últimas actualizaciones de la generación anterior del Misubishi ASX porque la parte delantera es más afilada.
Otra de las novedades del ASX a nivel estético son las llantas de aleación de 18” de la versión tope de gama (Kaiteki+). Hasta ahora, todas las llantas del ASX eran idénticas a las del Captur, lo único que las diferenciaba era el logotipo de la tapa central, pero este nuevo modelo es específico del ASX.
En la parte posterior no hay cambios y la paleta de colores exteriores se limita a cinco opciones: Blanco Crystal, Rojo Sunrise, Negro Onyx, Azul Royal y Gris Steel. En los acabados Kaiteki y Kaiteki+, estos colores pueden combinarse con el echo en Negro Onyx metalizado para que la carrocería sea bicolor.
Interior: Android Automotive se convierte en el gran protagonista
En el interior también hay novedades, de hecho, hay que hablar de uno de los cambios más interesantes de esta puesta al día: la adopción de un sistema de infoentretenimiento Android Automotive con Google integrado. Es la primera vez que Mitsubishi cuenta con Google built-in y es un enorme paso adelante porque, hoy por hoy, es una de las opciones más interesantes del mercado.
En el nuevo ASX, la pantalla táctil central pasa a ser de 10,4”, siempre dispuesta de forma vertical, y el multimedia es similar al que hemos visto en algunos modelos de Renault, como el Austral y el Espace, incluida la posibilidad de actualizarse de forma remota vía OTA (Over The Air).
Eso es positivo porque ya sabemos que funciona francamente bien, además, sigue habiendo botones físicos para el climatizador, aunque se echa en falta una ruleta que permita modular el volumen del audio rápidamente desde el lado del copiloto (se puede hacer, pero a través de la pantalla).
Además, el ASX pasa a tener un cuadro digital configurable en todas las versiones. En los acabados más sencillos tiene una pantalla de 7”, mientras que en los más altos es de 10”. Otra de las novedades es el sistema de sonido premium Harman Kardon, exclusivo de la terminación Kaiteki+ y con 10 altavoces y 410 W de potencia.
Por lo demás, el diseño del interior es similar al del modelo anterior y lo mismo se puede decir de sus acabados y ajustes. Siguen siendo buenos y el equipamiento puede ser muy completo, incluyendo tapicería de cuero, asientos calefactados, volante térmico y un gran techo solar panorámico.
También cuenta con una banqueta trasera deslizable hasta 16 cm longitudinalmente que permite ampliar el espacio para las piernas en la parte trasera del habitáculo o incrementar el volumen de maletero, que llega hasta los 536 litros en las versiones MHEV y de combustión. Con la banqueta en su posición normal, el gasolina y el micro híbrido ofrecen 422 litros de capacidad, mientras que el híbrido se conforma con 305 litros.
Motores: adiós al híbrido enchufable, pero sigue electrificado
En el apartado de motores, solo hay un cambio: el conjunto híbrido enchufable de 160 CV deja de estar disponible, al menos de momento, por lo que el ASX pierde la etiqueta CERO de la DGT. En un momento en el que este tipo de mecánicas no dejan de ganar terreno, quizá no es la mejor decisión (Renault también deja de ofrecerlo en el nuevo Captur), pero el ASX sigue electrificado, y por partida doble.
La opción de acceso sigue siendo el ASX 100T con motor 1.0 turbo gasolina de tres cilindros y 90 CV, siempre asociado a una caja de cambios manual de seis marchas. Por encima está el 130T MHEV, que utiliza un motor 1.3 turbo de gasolina con un sistema de hibridación ligera con red eléctrica de 12V.
El Mitsubishi ASX 130T MHEV tiene, por tanto, la etiqueta ECO de la DGT y está disponible con dos niveles de potencia: con el cambio manual de seis marcas desarrolla 140 CV y un par máximo de 260 Nm, mientras que con la transmisión automática de doble embrague produce 160 CV y 270 Nm de par.
Con el conjunto híbrido enchufable desaparecido, el ASX 160 HEV se convierte en el tope de gama. Esta versión utilizan un sistema híbrido formado por un motor gasolina de 1.6 litros y dos motores eléctricos que desarrollan una potencia máxima combinada de 145 CV.
La transmisión es automática, a través de una caja de cambios multimodo sin embrague. Esta motorización también tiene la etiqueta ECO de la DGT y en el modelo anterior demostró que consume realmente poco y que es capaz de funcionar la mayor parte del tiempo en modo eléctrico en ciudad.
Precio: cuando llegue dentro de unos meses debería costar lo mismo que el modelo anterior
Lo que nos falta por conocer son los precios del nuevo Mitsubishi ASX, aunque los responsables de la marca nos han asegurado que, cuando se ponga a la venta después del verano, el ASX tendrá un precio similar al del modelo anterior.
También han confirmado que el SUV urbano seguirá contando con una garantía de fábrica de 5 años o 100.000 km, lo que antes suceda, además de tener 5 años de asistencia en carretera.
Los gastos asociados para acudir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.