El preparador alemán Brabus no solo pone a punto los modelos deportivos de Mercedes-Benz, también hace algunas aportaciones técnicas que permitan mejorar sus cualidades dinámicas, como es el caso.
De hecho, Brabus pone a disposición de los nuevos dueños de un Mercedes-Benz Clase G, como opción, un nuevo tipo de suspensión hidráulica con gas a presión, (Ride Control Suspension) que permite al conductor modificar su dureza.
Se podrá escoger entre dos modos diferentes, pudiendo pasar de uno a otro con el vehículo en movimiento, y según Brabus, la principal ventaja es que con la suspensión más blanda (extra comfortable) se aisla mejor a los ocupantes cuando se circula fuera del asfalto, mientras que seleccionando el modo más duro (sporty comfortable) se mejora la efectividad del vehículo en carretera.
En principio esta nueva suspensión estará disponible con cualquiera de las motorizaciones disponibles en la gama del Mercedes-Benz Clase G (G 350 CDI, G 500 y G 55 AMG), y dado que no se especifica, también con cualquiera de las tres carrocerías disponibles (tres y cinco puertas y descapotable).
Aunque he probado diferentes tipos de suspensiones adaptativas en turismos, y es verdad que se gana comodidad de marcha, tiene más sentido montar este tipo de sistemas en vehículos todoterreno, en los que la diferencia de dureza en la suspensión puede ser más grande, adaptándose mejor a pisos muy dispares.
No obstante, dado que el Mercedes-Benz Clase G es de los pocos que quedan de su raza, algunos puristas seguirán prefiriendo su suspensión de eje rígido, que junto con sus chasis de largueros y travesaños convierten a este vehículo en un auténtico todoterreno.
Vía | WorldCarFans
En Motorpasión | Mercedes-Benz Clase G 2010, Brabus G V12 S Biturbo