En su octava generación el Mercedes SL, ahora nacido exclusivamente bajo la batuta de Mercedes-AMG, busca volver a su esencia. En esta nueva entrega (con denominación R232) el que es uno de los modelos más emblemáticos de la casa germana regresa a la capota de lona, y a los bloques V8, pero también a los cuatro cilindros. Y por primera vez es tracción total.
Ya hemos podido ver y tocar a este nuevo modelo, en un evento exclusivo celebrado en Madrid al que hemos tenido acceso desde Motorpasión y donde se ha presentado antes que en ningún sitio este nuevo capítulo del icono de la marca estrella.
Concretamente la que será su variante de acceso y hasta ahora desconocida: el Mercedes-AMG SL 43, que equipa un motor de cuatro cilindros apoyado en un sistema mild-hybrid por eso de ahorrar emisiones y lucir la etiqueta ECO. Y a diferencia de los otros dos modelos de la gama es de propulsión trasera.
Regreso cuatro a los cuatro cilindros... 60 años después
La gama del nuevo Mercedes SL, completamente desarrollado por Mercedes-AMG, se articula en los Mercedes-AMG SL 55 4Matic+ y SL 63 4Matic+, ambos con un motor V8 biturbo de 4.0 litros y de 476 CV y 585 CV respectivamente. Pero también en este Mercedes-AMG SL 43 que hemos conocido ahora.
Esta opción de acceso es en parte especial porque supone un regreso a los orígenes del SL. Y es que desde el mítico Mercedes-Benz 190 SL W121, la versión "barata" del primero de los SL (el Mercedes-Benz 300 SL), este modelo no había vuelto a ver un motor tetracilíndrico. Hasta ahora.
Es decir que 60 años después, pues el 190 SL dejó de fabricarse en 1963, el Mercedes SL monta un corazón dotado únicamente de cuatro cilindros en línea. Aunque eso sí, adaptado a los tiempos actuales, pues va apoyado en un sistema eléctrico de 48V.
También es más potente, claro: el cuatro cilindros del 190 SL de 1.9 litros y ocho válvulas monoárbol rendía únicamente 105 CV, mientras que el del SL 43 se acerca a los 400 CV. Obviamente hoy en día era impensable un Mercedes-AMG de apenas 100 CV de entrega.
Con el mismo motor que el Clase A de AMG, pero mild-hybrid
El motor de este Mercedes-AMG SL 43 no es desconocido en sí, pues se trata del mismo propulsor que da vida por ejemplo al Clase A pasado por el filtro de Mercedes-AMG. En concreto, el A 45 S 4Matic+.
Hablamos por tanto de un bloque de 2.0 litros, pero con turbocompresor eléctrico que no encontramos en el A 45 y en disposición longitudinal en vez de transversal. Así, esta variante del SL firma los 381 CV y 480 Nm, disponible entre las 3.250 y 5.000 vueltas.
Además, a diferencia del compacto deportivo, en el SL 43 se acompaña a este propulsor de un sistema mild-hybrid, por lo que se trata del primero de los Mercedes SL en portar la etiqueta ECO. También es el único de la gama del nuevo SL que dispondrá de este distintivo en nuestro mercado.
Como el resto de los microhíbridos EQ Boost de Mercedes-Benz, el sistema eléctrico de 48V integra un pequeño motor eléctrico de arranque-alternador-generador RSG accionado por correa, acoplado entre la caja de cambios y el motor.
Este reducido bloque firma los 10 kW (14 CV), toma su energía de una batería auxiliar y no solo alimenta los sistemas eléctricos, sino que aporta potencia adicional al motor de combustión en momentos puntuales.
Aunque, como en el resto de sus hermanos, esta mecánica va gestionada por el cambio AMG SPEEDSHIFT MCT 9G de nueve relaciones. Esta caja dispone de un embrague húmedo para el arranque, en sustitución del convertidor de par.
Gracias a dicho elemento se reduce el tiempo en las transiciones, además de que es menos pesado, contribuyendo a ahorrar kilos al conjunto.
El SL 43 acelera de 0 a 100 km en 4,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 275 km/h. Su consumo es oscila entre los 9,4 y los 8,9 l/100 km, mientras que sus emisiones se fijan entre 214 y 201 g/km de CO₂.
Un gran turismo descapotable y elegante en el que resucita la capota de lona
Al igual que los SL 63 y SL 55, el Mercedes-AMG SL 43 es un atractivo descapotable de dos puertas que da cabida a cuatro ocupantes, distribuidos 2+2 en ambas filas.
|
largo |
ancho |
alto |
batalla |
maletero |
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mercedes-amg sl 2022 (R232) |
4.700 mm |
1.915 mm |
1.359 mm |
2.700 mm |
240 - 208 litros |
mercedes-benz sl 2012 (R231) |
4.631 mm |
1.877 mm |
1.293 mm |
2.585 mm |
485 - 345 litros |
En esta nueva generación, el ahora Mercedes-AMG SL es más largo que su antecesor (el R231) firmando los 4,7 m de largo, lo que supone casi 7 cm más. También es más ancho (1,91 m), y más alto (1,36 m) y su batalla llega ahora hasta los 2,70 m.
Pese a ese centímetro de más, y aunque no pudimos sentarnos en ninguno de los asientos del SL 43, apreciamos que las plazas traseras son casi anecdóticas en cuanto al espacio para las piernas. La propia Mercedes-Benz reconoce que no son aptas para ocupantes de más de 1,50 m o bien de 1,35 m si van en silla infantil. Sí, anclajes ISOFIX tiene, como exige la normativa europea.
Pero claro, no es la habitabilidad un rasgo en el que destaque este modelo como ocurre en los de su especie o en coches puramente deportivos. Otra prueba de ello es que el maletero se ha reducido notablemente, pues pasa a cubicar entre 208 litros y 240 litros según si lleva la capota desplegada o no. Son entre 245 litros y 137 litros menos que su antecesor.
Nacido en una nueva plataforma desarrollada por Mercedes-AMG, y que compartirá con la próxima generación del AMG GT, a nivel estético toma coma referencia precisamente al actual AMG GT, aunque mucho más "edulcorado".
Si bien, encontramos la parrilla panamericana con listones verticales o los afilados faros, su línea es más elegante y menos agresiva. La calandra es mucho más discreta, y tampoco están presentes los marcados pasos de rueda, ni las hendiduras de los laterales, ni muchos de sus elementos aerodinámicos.
Hablamos por tanto de un diseño más clásico y con menos músculo, pues más que un deportivo, este SL se englobaría en los gran turismo a cielo abierto. Pese a ello, la marca presume de haber trabajado en los paneles de la carrocería para reducir al mínimo la resistencia aerodinámica: el SL firma un coeficiente de 0,31 cx, lo que no nada está mal para un cabrio.
Otro gran protagonista en esta nueva generación del Mercedes SL es la capota de lona, que regresa tras varias generaciones a este icónico modelo, pasando a mejor vida el techo duro retráctil de las anteriores.
La capota textil del Mercesdes-AMG SL influye asimismo en la arquitectura, pues ha permitido el ahorro de 21 kg respecto al modelo saliente, además de bajar el centro de gravedad de este automóvil. Y a su vez la trasera es más corta, fina y elegante.
Este techo de lona se abre y se cierra, según la marca, en solo 15 segundos y puede desplegarse o replegarse en marcha, a velocidades de hasta 60 km/h.
Pese a la mencionada reducción de kilos, no hablamos de un peso pluma ni mucho menos. Bien es cierto que Mercedes-AMG señala de que es más ligero que el anterior: su arquitectura a base de aluminio, acero, magnesio y materiales composites permite que sin las puertas, el capó y el portón del maletero firme solo 270 kg.
Pero al añadir estos elementos, y además sumar el motor, otros componentes mecánicos y todo el arsenal tecnológico, el nuevo Mercedes-AMG SL llega hasta los 1.970 kg en su variante SL 63 4Matic+, que en su caso incluye la tracción integral, o hasta los 1.810 kg en el SL 43.
La elegancia se respira no solo en sus formas exteriores, si no en el habitáculo, donde mandan las superficies lisas y los materiales de alta calidad. La piel y los textiles cubren los paneles de las puertas, los asientos deportivos con los reposacabezas integrados o el salpicadero.
También encontramos elementos propios del siglo XXI, como las manetas de las puertas enresadas con la carrocería y deudoras de modelos Mercedes-Benz más que de AMG, pues la denominación de la marca germana queda sobreimpresionada. Y es que este elemento está por ejemplo también presente en el nuevo Mercedes-Benz Clase S.
En su lanzamiento al mercado, el nuevo SL viene con doce tonalidades diferentes para la carrocería, incluyendo cinco mentalizadas y seis MANUFAKTUR, además de hasta tres colores distintos para la capota. Las llantas de aleación son de entre 19 y 21 pulgadas. El SL 43 incorpora de serie las de 19.
El único de los nuevos SL con propulsión trasera y aderezado con bondades técnicas
Por primera vez en su historia, el Mercedes SL va dotado de tracción total, pero el Mercedes-AMG SL 43 es el único que no dispone de ella, siendo de propulsión trasera. No obstante, como buen AMG, el nuevo Mercedes SL 43 viene acompañado de un buen conjunto de chucherías técnicas enfocadas a la dinámica.
AMG Active Ride Control. Este tren de rodaje, que es de serie en esta variante, dispone de amortiguadores de aluminio de alto rendimiento y muelles helicoidales de construcción ligera. Aunque en el caso del SL, dispone de nuevos ingredientes, como por ejemplo el eje delantero de cinco brazos que se acoplan directamente a la llanta.
Además, esta tecnología en el SL 43 puede acompañarse opcionalmente de la estabilización hidráulica activa del balanceo, que estrena unos elementos hidráulicos que sustituyen a los estabilizadores transversales mecánicos convencionales.
Gracias a ellos, el sistema compensa en solo fracciones de segundo el balanceo, neutralizándolo más eficazmente. Lo que se traduce, según AMG, en un mejorado confort en rectas y al asumir cualquier irregularidad del firme.
Selector AMG DYNAMIC SELECT. El Mercedes-AMG SL 43 dispone de cinco modos de conducción: Comfort, Calzada Resbaladiza, Sport, Sport + e Invidual. Opcionalmente, si se incorpora el paquete DYNAMIC PLUS, añade el programa Race, enfocado a circuito. Dicho pack asimismo añade al SL 43 bondades como el diferencial trasero autoblocante o las pinzas de freno AMG en amarillo.
Aerodinámica activa. En el menú del nuevo Mercedes-AMG SL asimismo están presentes ingredientes de aerodinámica activa, materializados en varios elementos, destacando el sistema AIRPANEL o el alerón trasero desplegable.
Empezando por el primero, se trata de un sistema de regulación del aire y a base de lamas verticales y horizontales. Éste queda oculto tras la toma de aire delantera y el faldón, y sus lamas se van abriendo según lo exija la refrigeración del motor, a fin de ofrecer la menor resistencia aerodinámica posible.
Las primeras en dejar pasar el aire son las verticales, cuando la mecánica alcanza una temperatura determinada, mientras que las horizontales solo se abren en momentos de máxima exigencia y a elevadas velocidades, a partir de 180 km/h.
En cuanto al alerón trasero, va oculto en la carrocería y se despliega de forma automática gracias a un software de control dependiendo de la velocidad, la aceleración longitudinal o transversal o la velocidad de giro de la dirección.
Mercedes-AMG detalla que normalmente empieza a actuar por encima de los 80 km/h y puede orientarse en hasta cinco ángulos diferenciados (hasta los 26,5º), ya sea para reducir la resistencia al viento o para sumar a la estabilidad del coche.
Por último, el Mercedes-AMG SL equipa además en los bajos un perfil de fibra de carbono que reacciona ante los diferentes modos de conducción seleccionados desplazándose hasta 4 cm para optimizar la adherencia.
De forma opcional, el SL 43 puede equiparse con un eje trasero direccional, que es otra de las novedades hasta ahora inéditas en el SL. Esta dirección activa del eje trasero (HAL) gira las ruedas posteriores en función de la velocidad para mejorar tanto la estabilidad como la respuesta dinámica.
Así, a velocidades de hasta 100 km/h las ruedas traseras giran en sentido contrario a las delanteras, mientras que por encima de 100 km/h hacen lo propio en el mismo sentido que las del tren anterior.
En definitiva, y aunque varias de estas tecnologías y aderezos son opcionales, el SL de acceso viene con un buen arsenal al servicio de la dinámicas. Sus bondades prometidas sobre el papel obviamente no hemos podido catar en este primer vistazo al modelo: habrá que esperar a probarlo.
Arsenal tecnológico siguiendo los pasos del Mercedes-Benz Clase C
En el Mercedes-AMG SL el elegante y cuidado interior, donde mandan las superficies lisas y elementos textiles, se combina con elementos puramente digitales como exige la moda actual y en el que las pantallas no pueden faltar.
Según echamos un vistazo a su habitáculo, nuestra mirada se dirige irremediablemente a su enorme display táctil, estilo tablet y en disposición vertical. De 11,9 pulgadas, esta pantalla es idéntica en configuración a la del Clase S y disfruta de una inclinación ajustable de entre 12 y 32 grados para que pueda salvar el reflejo del sol.
La segunda pantalla del Mercedes-AMG SL materializa la instrumentación digital del descapotable, que es de 12,3 pulgadas y va integrada en un visor tridimensional. Pero además, incluye por primera vez un Head-Up Display configurable que se proyecta sobre el parabrisas.
Y por supuesto, en este nuevo capítulo del SL no falta la tecnología, tanto al servicio de la conectividad como del confort o la seguridad activa 'made in' Mercedes-Benz, pero pasada por el filtro de AMG.
Por ejemplo, dispone de la variante más reciente del sistema de infoentretenimiento MBUX, que ya va por segunda generación y que precisamente se estrenó en el Mercedes-Benz Clase S. Sin embargo, dispone de máscaras visuales específicas diseño AMG, que se pintan tanto en la pantalla como en la instrumentación digital.
Lamentablemente, no pudimos toquetearlo y navegar entre menús, pero ofrece similares funciones que el de la berlina de Mercedes-Benz.
Así, encontramos el asistente inteligente virtual de la casa, el navegador con realidad aumentada e información del tráfico en tiempo real y conectada, la radio digital DAB, la conexión inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto o funciones avanzadas para gestionar algunos elementos del coche, como por ejemplo el control gestual para abrir o cerrar la capota.
También goza de la autentificación biométrica por huella dactilar, que permite al Mercedes-AMG SL acceder con un solo gesto a los diferentes perfiles de configuración, o un avanzado sistema de ventilación/calefacción para los asientos, incluyendo uno específico para los reposacabezas.
En cuanto a los sistemas de asistencia, igualmente dispone de tecnologías ya presentes en los nuevos Clase S o Clase C. Entre los mismos encontramos el control de crucero adaptativo que, sumado al guiado de carril o al lector de señales, puede ajustar automáticamente la velocidad a la marcada por la vía, así como a otros vehículos o a curvas. Y de paso muestra toda esta información en formato 3D en la instrumentación.
La frenada automática de emergencia, el detector de ángulo muerto, el aviso por tráfico cruzado o el asistente automático de estacionamiento también están presentes. De hecho, lo lógico es que como el Clase S sus sistemas de conducción asistida puedan albergar más adelante capacidades de conducción autónoma de niveles 3 y 4 SAE.
El Mercedes-AMG SL más racional
Los pedidos para hacerse con los servicios del Mercedes-AMG SL 43 se abrirán esta misma primavera. A los concesionarios, según nos ha adelantado la firma alemana llegará entre dos o tres meses después de que se inicien los pedidos, por lo que ya hablamos de verano.
La marca de la estrella prevé que precisamente este SL 43 mild-hybrid sea la variante que aglutine el mayor pastel de ventas de la familia del nuevo SL, "no solo por ser la más asequible sino también por ser la más racional". Sea como fuere no hablamos de un modelo de gran volumen.
Desde luego la etiqueta ECO siempre es buen reclamo en la actualidad, pues podrá salvar posibles restricciones aplicadas en las Zonas de Bajas Emisiones o en los protocolos por elevada polución de las ciudades, además de bonificaciones en las zonas de estacionamiento regulado.
Para conocer su precio habrá que esperar a que se abran los pedidos. Seguramente al prescindir de algunos elementos técnicos incluidos en sus hermanos mayores será más ajustado, pero en definitiva hablamos de un modelo AMG. De momento, ni esta variante ni los SL 55 y SL 63 4Matic+ tienen precio en nuestro mercado.
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