El Mercedes SL es uno de los coches más emblemáticos de Mercedes. Aun así, ha caído en el olvido en los últimos años y ya no tenía el prestigio de su linaje. En un intento de devolver algo de vida al nombre SL, Mercedes desvela una nueva generación. Completamente nueva y desarrollada por AMG viene equipada exclusivamente con motores V8 y recupera la clásica capota de lona.
Pocos modelos pueden igualar la historia del Mercedes SL, plagada de iconos del automóvil. El original, el famoso 300 SL Roadster, es considerado uno de los mejores coches de todos los tiempos. El 190 SL Pagoda, por su parte, sigue siendo uno de los coches más bonitos del mundo. En cuanto al 500 SL tipo R129 de los años 90 es casi una leyenda.
Y luego están las dos últimas generaciones que ha caído en el olvido al mismo tiempo que su techo duro retráctil pasaba de moda. El Mercedes SL necesitaba un soplo de vida.
Es AMG quien ha recibido la misión de insuflar algo de vida en el glorioso nombre. Así, el nuevo SL no es obra de Mercedes-Benz sino de AMG, como lo fue el SLS y al actual Mercedes-AMG GT.
Una plataforma totalmente nueva
El primer paso para su reinvención fue desechar, literalmente, cualquier elemento del modelo saliente. El nuevo modelo R232 no comparte nada con el anterior, sino que monta una nueva plataforma desarrollada por AMG que compartirá con la próxima generación del AMG GT. El cambio le ha permitido adoptar la dirección a las cuatro ruedas y la tracción total de serie, ambas por primera vez en el SL.
También han abandonado el pesado techo duro retráctil. El regresar a una clásica capota de lona habría permitido ahorrarse 21 kg con respecto al sistema del SL saliente, y bajar el centro de gravedad. De paso, sin la necesidad de albergar paneles de techo y luna, los diseñadores de Mercedes han podido dotar el SL de una zaga más fina.
El SL abandona las torturadas líneas del antiguo modelo y adopta un aspecto que recuerda al de un AMG GT. No hay marcados pasos de ruedas que dan la sensación de músculo, ni grandes aletas, sino una carrocería tensa. Es de estilo menos imponente, pero más clásica, sobre todo si lo comparamos con el AMG GT.
La nueva plataforma que estrena este SL combina aluminio, acero, magnesio y materiales composites. Aquí también el objetivo ha sido eliminar los kilos superfluos. Sin las puertas, el capó y el portón del maletero, la carrocería pesa tan sólo 270 kg, según la marca.
Aun así, el nuevo SL no es ningún peso pluma ni tiene nada que ver con la ligereza del Sport Leichtbau (de construcción ligera, en alemán) original. Con 4,71 metros de largo, el nuevo SL sigue siendo 8 cm más largo que su predecesor y pesa en orden de marcha 1.970 kg en su versión SL 63 4Matic+. Por lo tanto, la futura versión híbrida enchufable E-Performance, prevista para una segunda fase, debería superar felizmente la barrera de las dos toneladas.
Únicamente disponible con motores V8...de momento
El V8 4.0 litros biturbo de 585 CV y 800 Nm, una potencia idéntica a la del Mercedes-AMG GT R, no es la única razón de este exceso de peso. Parte de culpa la tiene la tracción integral, una primicia en un SL.
La distribución de los 800 Nm de par entre los dos ejes varía en continuo, en función de si se busca dinamismo o adherencia, aseguran en Mercedes-Benz. Pero a diferencia del Mercedes-AMG E 63, no es posible hacer que el sistema envíe el 100 % del par al eje trasero.
Además, el SL estrena también por primera vez, la dirección a las cuatro ruedas, en pro de la agilidad y así esconder parte de su peso. El AMG SL 63 4Matic+ dispone, además, de soportes de motor activos, un diferencial trasero autoblocante controlado electrónicamente y barras estabilizadoras activas, que deben compensar los movimientos de balanceo en una fracción de segundo.
Los discos de freno carbocerámicos de 402 mm de diámetro, delante, son opcionales. Aunque con un peso tan elevado, un 0 a 100 km/h en sólo 3,6 segundos y una velocidad máxima de 315 km/h, se puede intuir que esa opción no será precisamente superflua.
El SL 63 de 585 CV no será la única variante disponible en el momento que el coche llegue al mercado. El nuevo SL estará disponible con el mismo motor AMG V8 biturbo de 4.0 litros ensamblado a mano por un único operario en Affalterbach, pero en dos niveles de potencia.
El tope de gama será el SL 63 4MATIC+ de 585 CV y 800 Nm de 2.500 a 4.500 rpm. Por debajo, estará el SL 55 4MATIC+ de 476 CV y 700 Nm de par motor máximo. Se marca un 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y puede alcanzar los 295 km/h. En ambos casos el V8 va asociado al cambio automático MCT de 9 velocidades y a la tracción integral.
El gran turismo por bandera, pese a ser un AMG
De este modo, el Mercedes-AMG SL puede tomar el relevo del AMG GT Roadster, que no será sustituido. A pesar de sus prestaciones y, según la marca, un aumento del 50% en la rigidez transversal en comparación con el AMG GT Roadster, el SL no es ningún deportivo.
Este descapotable sigue siendo un auténtico gran turismo 2+2, lujoso y que apuesta por el confort. En su equipamiento nos encontramos con grandes y lujosos asientos con función de masaje, la última generación de tecnología de asistencia al conductor de Mercedes y un sistema de audio 3D Burmester.
Y, por supuesto, el SL vuelve a disponer de dos plazas traseras. Aunque, la propia marca reconoce que no son aptas para personas de más de 1,50 m o bien de 1,35 m si van en silla infantil.
En cuanto al resto del interior, es esencialmente una variación del ya grandioso interior de la Clase S. Dos pantallas dominan el salpicadero: el cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas y una gran pantalla táctil de 11,9 pulgadas en formato vertical, al estilo de la Clase S, con una inclinación ajustable entre 12 y 32 grados en caso de que le dé el sol.
Con sus numerosas ayudas a la conducción de última generación y su sistema multimedia MBUX con control vocal, el SL tipo R231 será una máquina para viajar excepcional. Eso sí, habrá que viajar ligero ya que el volumen del maletero sólo varía de 213 litros con la capota bajada y 240 litros con la capota puesta, muy lejos de los 364 a 504 litros de la generación anterior.
La comercialización del nuevo Mercedes-AMG SL se hará en la primera mitad de 2022. Mercedes-Benz todavía no ha desvelado los precios ni la gama española del SL.
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