El Tesla Model 3 es el coche menos fiable del mercado según la ITV alemana. Los coches eléctricos fallan más en suspensiones y frenos

Los Tesla se han labrado una buena reputación. Sus precios relativamente asequibles, cuando se trata de coches eléctricos, una autonomía más que satisfactoria y algunos de los costes de funcionamiento más bajos que sus rivales son algunas de sus bazas.

Pero también tiene un lado negativo, su fiabilidad. El Tesla Model 3 ha vuelto a ser catalogado como el coche menos fiable según el último informe del TüV (la ITV alemana). El organismo independiente sitúa en el último puesto a la berlina de Tesla en términos de fiabilidad por segundo año consecutivo.

El Tesla Model 3 acumula las faltas en las ITV alemanas

Los resultados del TüV no son el fruto de una encuesta de satisfacción, como puede ser la de JD Powers, sino que están basados en los resultados de las ITV alemanas. El informe analiza la fiabilidad de 228 modelos, divididos en diferentes grupos de edad (2-3 años, 4-5 años, 6-7 años, etc), basándose en los resultados de la inspección técnica alemana realizada por el TÜV y a la que deben someterse todos los coches que circulan por las carreteras alemanas cada 24 meses a partir de los tres años.

Los inspectores comprueban el estado y el funcionamiento de todo, desde la estructura del chasis hasta los frenos, la dirección, la suspensión, los faros y pilotos traseros y un largo etcétera de componentes, como en cualquier ITV europea.

En los dos grupos que engloban los coches más recientes, los de 2-3 y de 4-5 años, el Tesla Model 3 acumuló más fallos que ningún otro coche, debido a problemas con sus faros, frenos y suspensiones. Según Joachim Bühler, director de la asociación TÜV, las principales razones de este mal resultado son deficiencias en el mantenimiento y el servicio técnico de la marca.

Bühler hace referencia al hecho de que la marca estadounidense prescindió de los intervalos de servicio periódicos a partir de 2019, a diferencia de cualquier otro fabricante, que siempre estipula unos mantenimientos periódicos, tanto en coches eléctricos como en térmicos e híbridos.

Tesla se limita a realizar diagnósticos remotos, sin necesidad de que el coche pase por el servicio oficial de la firma, y a poner al día sus modelos a través de actualizaciones remotas del software. El hardware, como los frenos o los amortiguadores, pasa entonces a un segundo plano.

Así, el Tesla Model 3 ocupa el último puesto de todos los modelos evaluados. Está en el último puesto (el 111), con una tasa de fallos del 14,2%, para los modelos que tienen entre 2 y 3 años, y del 19,7% para los modelos de 3 a 4 años de antigüedad. Es una tasa de fallos muy superior a la de otros coches eléctricos y también superior al de los coches con motores de combustión interna.

Los resultados de estos tests, además de ayudar a la hora de comprar un coche de segunda mano, qué modelos pueden ser más fiables con respecto a otros, permite arrojar luz también sobre el desgaste de los coches eléctricos, en un momento en el que los modelos más antiguos están llegando al mercado de segunda mano.

Faltas en las ITV alemanas de coches eléctricos de entre dos y tres años. (Fuente: TÜV/ADAC)

Del estudio se desprende que los fallos en los frenos y las suspensiones son más frecuentes en los coches eléctricos que en los de gasolina o diésel, explica Joachim Bühler.  Estos coches son en regla general más pesados que un modelo de gasolina equivalente y utilizan mucho más la frenada regenerativa en la que el motor eléctrico frena el coche, lo que reduce la carga del sistema de frenado físico, pero al mismo tiempo provoca un desgaste desigual de éste, explica desde el TüV.

Por otra parte, Bühler sugirió que los métodos de prueba de fiabilidad de los coches eléctricos deberían ampliarse y normalizarse en todo el sector de las ITV, ya que “la prueba del estado [el SoH] de la batería es un factor importante para el desarrollo del mercado de coches eléctricos usados”. Siendo el elemento esencial y más caro de un coche eléctrico, el estado de salud de la batería, es decir su degradación, es la preocupación número uno a la hora de comprar un coche eléctrico de segunda mano.

De momento, recuerda Joachim Bühler “sólo se realiza una inspección visual de la batería de tracción. Es necesario comprobar el sistema de alta tensión con puntos de prueba adicionales para garantizar la protección contra descargas eléctricas y sobretensiones”.

En términos de fiabilidad, los líderes son el Porsche 911 Carrera, en la categoría de los cuatro a 13 años de antigüedad, y el Honda Jazz, en la categoría de los dos a tres años en circulación.

En la categoría de los menos fiables, nos encontramos con el Renault Twingo (de 12 a 13 años) y el Dacia Dokker (de 6 a 9 años). Cabe señalar que Dacia está especialmente bien representado en los peores resultados de más de 6 años.


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