A tenor de los resultados publicados por ANFAC RESEARCH, el Plan PIVE ha sido un éxito, tanto para el sector del automóvil como para la economía española en general. En grandes cifras, el plan ha supuesto la recaudación de 300 millones de euros y ha incrementado la producción española en casi 1.000 millones de euros.
Gracias al Plan PIVE, la pesimista previsión de matriculaciones de agosto, menos de 700.000 unidades para 2012, ha sido mejorada y sí se ha alcanzado esa cantidad. Si bien las ventas en 2012 cayeron un 13,4%, de no haber existido este balón de oxígeno para el sector, los resultados hubieran sido notablemente peores.
No todos los turismos, todoterrenos y vehículos industriales ligeros beneficiados por el PIVE se han matriculado todavía, pero el dinero se agotó hace dos semanas entre el dinero que se había gastado ya y el que estaba comprometido para operaciones en curso. Los efectos a continuación consideran todas las ventas ya cerradas.
Impacto del Plan PIVE en la economía española
El Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente (PIVE) ha supuesto una recaudación por vía impositiva de 300 millones de euros, de los cuales 100 millones de euros corresponden a la demanda adicional generada por el plan. Si tenemos en cuenta que el desembolso del Estado para el PIVE ha sido de 75 millones de euros, el plan ha multiplicado por cuatro la inversión inicial.
El efecto multiplicador de la industria automovilística sobre el resto de sectores ha generado un valor añadido para la economía de nuestro país cifrada en 930 millones de euros. Recordemos que tras los pasos de las ventas de automóviles están aseguradoras, entidades financieras, industria de componentes, publicidad, etc., que se han visto impulsadas por el plan.
Otro efecto beneficioso para nuestra maltrecha economía ha sido sobre el empleo. El Plan PIVE ha permitido mantener 4.500 puestos de trabajo, contabilizando todos los vinculados al hecho de la venta: comerciales, fabricación, componentes, y otros asociados como servicios financieros, aseguradoras, etc.
Los precios se han visto reducidos como consecuencia del plan, ya que el PIVE ha supuesto una rebaja media del precio de los automóviles del 4,6%. Este descenso ha contribuido a bajar el IPC 0,15 puntos. El esfuerzo aquí lo han realizado fabricantes, distribuidores y concesionarios.
Los bancos y cajas de ahorro han sido sustituidos parcialmente por otras entidades financieras, que han aprobado el 85% de las operaciones. La mayor circulación del dinero en este caso, tal y como se ha visto en el párrafo anterior, no ha supuesto un aumento de la inflación.
No es de extrañar tan alto porcentaje de operaciones financiadas, ya que la mayoría de las ofertas jugosas que se ofrecían para el PIVE implicaban financiación obligatoriamente, aunque por parte de la marca y no de una institución financiera. Pagar el coche a "tocateja" no es corriente hoy día.
Beneficio medioambiental del Plan PIVE
Según ANFAC, se estima que el Plan PIVE ahorrará 40 millones de litros de combustible/año y reducirá la emisión de partículas en 89 toneladas anuales. Las emisiones de óxidos de nitrógeno bajarán 1.200 toneladas/año y el monóxido de carbono se reducirá en 3.200 toneladas/año.
Las emisiones de CO2 bajarán un 52%. Esto es así en parte por las 26.000 unidades que se han retirado de la circulación, con un promedio de antigüedad de 17,2 años, y la menor contaminación que generan los vehículos vendidos.
Cuidado, que estas cifras tienen truco. Un número importante de vehículos entregados a los desguaces fueron comprados poco antes con el objetivo de obtener los beneficios del Plan. Ya os hablamos antes de la "picaresca del Plan PIVE":https://www.motorpasion.com/industria/es-beneficiosa-la-picaresca-que-ha-originado-el-plan-pive. No se pueden comparar los pocos kilómetros que hacían esos coches con sus reemplazos.
El esfuerzo de fabricantes y concesionarios
Comentaba unos párrafos más arriba el esfuerzo de fabricantes, distribuidores y concesionarios, que han puesto de su bolsillo la otra mitad del plan. Son aparentemente los más perjudicados. Antes del PIVE los márgenes para el vendedor final ya eran muy ajustados y más en los vehículos afectos al plan, que con carácter general son de precio bajo.
Probablemente hayan cambiado el dinero de mano y en más de un caso con pérdidas. Aun así, ha sido bueno para ellos. Las exposiciones han dejado de oír el clamor del silencio, se ha conseguido mantener puestos de trabajo (despedir personal también tiene su coste), y los objetivos de venta de unidades han estado más próximos.
Parte del esfuerzo se recuperará. Las ventas llevan asociados beneficios extras, como comisiones financieras, por venta de seguros y siempre cae algún accesorio. Aunque lo realmente importante a medio plazo es la captación de clientela para el servicio posventa que, a pesar de los dilatados periodos de garantía, siempre comporta ingresos.
Repercusión en las ventas de enero
Muchas de las operaciones que se han fraguado en los meses posteriores a la aprobación del PIVE se van a materializar en el presente mes de enero. La publicación elEconomista.es adelanta algunas cifras para el periodo: enero cerrará con una subida de las matriculaciones del 5% (38.000 unidades), gracias al Plan PIVE. La primera subida desde agosto de 2012 (ventas anticipadas por la subida del IVA) y la de más calado en mucho tiempo (la segunda más importante desde agosto de 2011).
Aunque un cliente solicitase el PIVE hace semanas o un par de meses, o se lleva un coche ya en el concesionario, o en _stock_, o le tienen que fabricar uno. Si es ese último caso, hasta que no hay número de bastidor, no hay ayuda, aunque se consideran los fondos comprometidos.
Eso quiere decir que los fondos del PIVE se hubiesen agotado no significaba que se hubiesen vendido 75.000 vehículos (turismos, 4x4 y VI ligeros). Las operaciones pendientes de cierre tenían fondos ya comprometidos. Podemos apreciarlo en esta imagen tomada en la víspera del agotamiento del plan.
¿Y ahora qué?
Los fondos del plan se han terminado. Los resultados están ahí para quienes lo apoyaron y para aquellos detractores que vieron en el PIVE otro agujero en el bolsillo público. Tal vez estos últimos, a la vista de los datos, deban considerar su postura y unirse a las oraciones del sector para que el Plan PIVE tenga segunda parte.
En el sector están encantados, el PIVE ha sido lo único que ha frenado la caída de las ventas motivada por diversos factores: que se acabase el 2000E, la subida del IVA (primero al 18% y después al 21%), la pérdida de confianza del consumidor, seis millones de parados, etc. Nada que no sepamos todos.
Ahora mismo el titular de Industria, José Manuel Soria, vuelve a decir que si sí, que si no, que si tal vez. Con PIVE o sin PIVE, el sector tiene previsiones muy conservadoras para este año, aunque sin duda relanzar el Plan tendría un efecto beneficioso en la economía en un sentido muy amplio, no solo a nivel concesionarios.
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