Imagina que esta semana debes realizar un viaje de Sevilla a Bilbao —sí, un viaje muy a lo 'Ocho apellidos vascos'— y, hablando con algún colega del trabajo, te enteras de que él también va para allá. Tras un par de minutos, ya os habéis puesto de acuerdo para dividir los gastos de combustible y de peaje. Los dos llegaréis al mismo destino habiendo gastado la mitad de lo planeado.
¿A qué viene todo esto? Pues a que así es como funcionan muchas veces los fabricantes de coches. Desarrollar coches partiendo desde cero es realmente costoso, por eso en ocasiones marcas que no están directamente relacionadas establecen un acuerdo para desarrollar en conjunto cierto modelo. ¿Y creías que el trabajo en equipo era odioso?
Nos hemos encargado de buscar algunos de los coches hermanastros que hay o ha habido en el mercado internacional, omitiendo aquellos que son gemelos —es decir, de la misma familia, como Volkswagen, que hace coches como pizzas, o General Motors, que intercambia modelos europeos con Estados Unidos. ¿Nos acompañas a ver los hijos de varios fabricantes fuera del matrimonio?
Subaru BRZ y Toyota GT 86
Toyota nos lo cuenta así: El motor de 2.0 litros aspirado naturalmente del GT 86 es el resultado del desarrollo en conjunto entre Subaru y Toyota, que juntaron sus conocimientos técnicos y su mutua pasión por los coches deportivos. Subaru lo explica así: Fue desarrollado como un proyecto conjunto entre Subaru y Toyota para traer al mundo un coche deportivo con una dirección de respuesta superior y con placer de conducción que cualquiera puede experimentar.
Si desarrollar cualquier coche es caro, un deportivo lo es aún más. Ambos fabricantes japoneses se pusieron manos a la obra para compartir tecnología. Así, la mano de Subaru se deja ver en el motor tipo bóxer de 200 CV; y la de Toyota, en la incorporación de la tecnología D-4S de inyección directa que permite aumentar la potencia y el par motor.
Smart Fortwo y Renault Twingo
Gracias a la alianza estratégica entre Nissan-Renault y Daimler, coches urbanos como el smart forfour y el Renault Twingo se han vuelto aún más rentables. Ambos modelos comparten propulsor; son impulsados por motores de tres cilindros que desarrollan una potencia de 71 o 90 CV, dependiendo de la configuración, y pueden llevarse con cambio manual de 5 velocidades.
Gracias a este trabajo conjunto, smart pudo traer de vuelta al mercado la denominación forfour, que mide 3,49 metros de largo —el Twingo mide 3,59 metros— y, como su nombre indica, puede transportar hasta cuatro pasajeros, convirtiéndose en un serio rival del Fiat 500, aunque con un par extra de puertas atrás. El smart fortwo mide apenas 2,69 metros de largo.
Fiat 500 y Ford Ka
Y ya hablando de coches urbanos chic, basta recordar el desarrollo conjunto entre Fiat y Ford para dar vida al 500 y al Ka respectivamente. Ambos coches parten de la misma plataforma y el motor de 1.2 litros de 69 CV; en cambio, el diseño es muy diferente en cada uno. Aunque parten de la misma idea de crear un coche pequeño y estilizado, el Fiat 500 cogió los archivos históricos de la marca para recibir su diseño retro, mientras que el Ford Ka sigue las modernas líneas kinetic design de la firma del óvalo azul.
A diferencia de Ford con el Ka, Fiat ha explotado mucho el concepto del Fiat 500. La oferta ya no se limita al típico hatchback de tres puertas, también existe el convertible, el deportivo —Abarth—, el monovolumen, el monovolumen XL y, de reciente lanzamiento, el crossover.
Mazda2 y Scion iA
Al otro lado del planeta, en Norteamérica, Toyota es uno de los fabricantes que más coches vende. Además de Lexus, la firma japonesa cuenta con una división llamada Scion, que aprovecha algunos modelos de Toyota de Europa y los comercializa en Estados Unidos, pero de vez en cuando establece alianzas con fabricantes como Mazda.
Dada la falta de un Toyota Yaris Sedan y su representante en Scion, Toyota estableció un acuerdo con Mazda para comercializar una variante de tres cuerpos del Mazda2 denominado Scion iA. Salvo por la adaptación de la calandra y los faros, el más pequeño de los Mazda permanece justo como lo conocimos. Motor, interiores y equipamiento son prácticamente los mismos.
Aston Martin Cygnet y Toyota iQ
Sí... es incómodo. Lo es para ti, para mí y seguramente lo fue para Aston Martin, y es que para la firma inglesa seguro que no fue nada fácil reconocer a este hijo japonés que llegó a la familia para reducir el promedio de emisiones, no para fascinar a los más puristas. Bajo su diminuto capó reune apenas 97 CV y 125 Nm de par, provenientes de un motor de gasolina de 1.3 litros de origen Toyota.
El Cygnet no fue un boom en ventas, pero sufrió de su propio éxito. Dejó de producirse en 2013. Al final, ¿quién hubiera querido pagar 40.000 euros por un Aston Martin de menos de 100 CV... que no era más que un Toyota iQ? Pues... pocos, la verdad.
Mazda MX-5 y Fiat 124 Spider
Y mientras relaciones como las de Toyota y Aston Martin llegan a su fin, otras comienzan a salir a la luz. Aprovechando el reciente cambio de generación del Mazda MX-5, también conocido como Miata, Fiat sacará del cesto la denominación 124 Spider para lanzar al mercado un biplaza descapotable.
La firma italiana se ha mostrado un tanto hermética en cuanto a los detalles acerca de su nuevo 124 Spider, pero se especula que la estética y el motor serán diferentes al MX-5 de Mazda, aunque la plataforma y lugar de fabricación —Hiroshima— serán los mismos.
Peugeot 4008 y Mitsubishi ASX
Y ya hablando de japoneses, Mitsubishi y Peugeot han trabajado juntos en los últimos años para el desarrollo de sus SUV. La firma francesa ha puesto en el mercado diferentes modelos desarrollados por Mitsubishi, uno de ellos es el 4008, que no es más que un ASX reetiquetado para su venta bajo el sello del león.
A la vista no es una copia al carbón del Mitsubishi ASX, pero la plataforma y algunos motores sí lo son, como el 1.8 litros de gasolina de 150 CV. El equipamiento y la sensación de calidad son mucho más atinados en el ejemplar francés que en el japonés, pero esto también se ve reflejado en la etiqueta.
Toyota Aygo y Peugeot 108
A pesar de tener hijos con Mitsubishi, Peugeot ha buscado otro nido con Toyota en el mercado de los urbanos. Junto con el Citroën C1, el Peugeot 108 comparte mucho con el Toyota Aygo. Quizá no tanto en diseño, pero los interiores, equipamientos y motores los desarrollaron con el fabricante japonés.
Comparado con sus rivales franceses, el Toyota Aygo es un tanto más barato. La gama del japonés comienza en 9.550 euros, mientras que la del 108 y la del C1 arranca en 11.400 y 10.250 euros respectivamente.
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