Si la automoción va a cambiar a pasos forzados con las nuevas tecnologías en cuanto a motorizaciones y conducción autónoma, el mundo del transporte por carretera no es ajeno a este progreso. Tesla con su Semi eléctrico y Nikola con su One de hidrógeno representan un seísmo tecnológico entre los camiones así que nos hemos echado a la calle a preguntar a los camioneros qué les parecen estas propuestas.
Tesla y Nikola contra la tradición del camión diésel
Hemos tomado el pulso de esos camioneros de toda la vida, los que llevan trillones de kilómetros recorridos repartiendo mercancía, y en líneas generales se han mostrado ciertamente reticentes a la irrupción de los camiones abastecidos con energías limpias. En su mayor parte no conocen las tecnologías propuestas por Tesla y Nikola, y al explicarles en qué consiste prácticamente ni han querido oír hablar de ello.
José Manuel Honrubia, camionero de 56 años con toda una vida detrás del volante, la mayor limitación del Tesla Semi y su propuesta eléctrica con una autonomía teórica de 800 km según ha anunciado el fabricante americano se antoja escasa, especialmente para transporte internacional.
"En una jornada normal de 10 horas hacer 800 kilómetros es lo normal, podrías hacer un trabajo rutinario de transporte nacional, pero para internacional de momento no sirve", asegura Honrubia. Él, como tantos otros, cuenta con dos depósitos de gasoil en su cabeza tractora Renault Premium y está acostumbrado a poder trabajar hasta tres días sin pasar por una gasolinera.
Honrubia añade que "con un camión actual puedes cargar desde 800 a más de 1.000 litros de combustible, lo que te permite trabajar sin preocuparte demasiado de dónde te van a mandar a descargar". En este mismo aspecto Diego del Campo (61 años) señala la gran carencia que supone la falta de puntos de recarga.
"Si hoy por hoy tener un coche eléctrico es complicado porque no tienes dónde enchufarlo, ¡imagínate con un camión!", apunta del Campo. "Un coche eléctrico lo puedes conectar en casa, pero un camión no te lo puedes llevar a tu domicilio", añade, haciendo referencia a que en el transporte por carretera los camioneros suelen pasar varios días por semana lejos de casa y que, de poder hacerlo, no habría dónde aparcar sus camiones: "No puedes meter el camión en el garaje, no cabe, y muchas ordenanzas municipales prohíben el estacionamiento de camiones en los núcleos urbanos".
Tanto Honrubia como del Campo se muestran escépticos sobre cuál será la autonomía real de un camión que promete 800 km de autonomía: "Habrá que ver cómo queda en un uso real, porque a plena carga los camiones disparan su consumo, no me creo que aguante 800 km", destaca José Manuel.
En España el límite para un semiremolque se sitúa en 42 toneladas de peso, lo que supone que en una ruta con desniveles se alcancen medias de consumo superiores a los 40 litros de gasóleo a los 100 km. "En la primera subida te fundes las baterías, ¿y qué haces?", cuestiona el camionero.
Una de las características del Tesla Semi es que en el modelo presentado el habitáculo cuenta con un puesto de conducción colocado en el centro de la cabina (y sin retrovisores en el primer prototipo) rodeado de pantallas con imágenes de las cámaras exteriores. Guillermo Rapado (58 años) ve en esta característica un grave problema de seguridad: "Por muchas cámaras que pongas no vas a ver igual que por los espejos. Además si ahora tenemos que asomarnos al carril izquierdo para adelantar, conduciendo desde el centro tendrías que sacar medio camión al otro carril".
Diferentes generaciones, diferentes puntos de vista
También quisimos contrastar si hay diferencia generacional y preguntamos a camioneros situados entre los 30 y 40 años, y sí, la hay. Aunque son conscientes de que será un salto difícil, Jaime López (34 años) afirmaba de manera rotunda que "los motores diésel no dan mucho más de sí". Él trabaja para una empresa para la que conduce tanto un Volvo FH de última generación bajo normativa Euro6 como un Man TGA con más de 10 años y asegura que "el nivel de consumo no ha bajado demasiado".
Las últimas generaciones de camiones siguen confiando en mecánicas diésel que no han cambiado demasiado durante las últimas décadas. "A motores prácticamente iguales se les añaden elementos para rebajar las emisiones (filtros de partículas, catalizadores, AdBlue...)", destaca López en lo que él considera un problema porque cuanto más restringes lo que un motor puede expulsar también bajas su rendimiento, por lo que "necesitan más litros para igualar las prestaciones".
Tanto Jaime como su compañero Francisco García (39 años) se muestran sensiblemente más receptivos a las nuevas propuestas del sector, aunque siguen preocupados por la autonomía real, cómo y dónde podrían recargar sus camiones. "En todo caso tendría que haber puntos de recarga para camiones en destino y reducir los tiempos de recarga a un plazo razonable", comenta García, quien ve especialmente con buenos ojos la opción de la alternativa del Nikola One.
Tener un camión eléctrico pero con una autonomía de hasta 2.000 kilómetros entre repostajes que no duren más de un puñado de minutos es un punto muy a favor de la motorización de hidrógeno. La gran duda de García, y en la que coinciden el resto de camioneros con los que hemos hablado es el precio, estimado en unos 200.000 euros para el Tesla Semi.
"Si cuestan tres o cinco veces que un camión actual sólo podrán afrontarlo las grandes empresas, aunque ahorres prácticamente todo lo que ahora pagamos en gasoil", señalaba Diego del Campo. El sector está virando hacia un modelo con cada vez menos profesionales por cuenta propia, y si esta tecnología se generalizase a un precio inasumible para ellos haría desaparecer a los pequeños autónomos del transporte.
Camiones autónomos: más problemas que ventajas
Estos profesionales recelan de la conducción autónoma, porque no terminan de fiarse de que las maquinas puedan hacer su trabajo. En Japón ya están probando los primeros convoyes de camiones autónomos y José Manuel Honrubia está convencido de que los camiones autónomos crearían más problemas que beneficios.
"En una carretera ideal puede que funcione, pero el tráfico es imperfecto", asegura Honrubia. "Siempre hay imprevistos, se caen cosas de otros vehículos, se te mete un coche delante... Y si se choca el primer camión, ¿se chocan todos los del convoy?", se pregunta en una clara muestra de desconfianza.
De forma añadida, la conducción autónoma implica una gran preocupación para todos estos conductores, pero en concreto Sergio Martín (63 años) se mostró especialmente pesimista. Este trabajador autónomo de Algeciras destacó la debacle laboral que esto supondría: "Me estoy pensando seriamente si vender mi camión porque el poco trabajo que hay está cada vez peor pagado (cuando te pagan) y cada vez está todo más caro. Los camiones autónomos supondría la ruina, no harían falta los chóferes".
En cualquier caso, los grandes camiones de cero emisiones y con capacidades autónomas representan para todos parte de un futuro que muchos de los camioneros con los que hemos hablado creen que no van a ver. En su mayoría lo ven como algo similar a cuando en los años '50 nos imaginaban a todos en coches voladores. Aunque ya hemos visto rodando en libertad al primer Tesla Semi, y con retrovisores.