A pesar de que los conflictos geopolíticos -como las guerras- suponen un empujón en los márgenes de beneficios de las grandes petroleras, las estaciones de servicio tradicionales se enfrentan a amenazas, como la competencia cada vez más intensa de las gasolineras low cost (por eso se están volcando en vender pan).
De hecho, este tipo de estaciones de servicio están comiendo terreno a las grandes comercializadoras como Repsol, BP o Galp, que empiezan a prescindir de sus trabajadores para pasarse al modelo de autoservicio.
Los datos de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos muestran que en España hay un total de 12.084 estaciones de servicio, y la mayoría son de Repsol, con más de 3.300. Le siguen Cepsa, BP y Galp, mientras que los supermercados cuentan con 322. Es decir, solo un 2,6 % de las estaciones pertenecen a hipermercados.
Sin embargo, la senda que están tomando las gasolineras low cost como Petroprix o Ballenoil refleja que cada vez se consume más gasolina 'barata'. Y es que el importe final puede variar hasta en 12 euros, dependiendo de dónde repostemos.
De hecho Ballenoil aumentó sus ventas en 2021 un 42 %, hasta superar los 334 millones de litros vendidos, según recoge Vozpopuli.
También se está produciendo un cambio de modelo hacia las estaciones de servicio automáticas; aquellas sin personal (o con muy pocos trabajadores) en las que el cliente reposta por sí mismo y paga en máquinas.
Cataluña, Andalucía, Valencia y Madrid son las regiones con más gasolineras de este modelo, y según las cifras que maneja la Asociación de Estaciones de Servicio Automáticas, ha sido la pandemia, la Guerra de Ucrania y la crisis energética posterior las que han impulsado su crecimiento en casi un 50 % en solo dos años.
De hecho, este tipo de estaciones sin personal suponen más del 18 % del mercado español con 1.900, y muchas gasolineras tradicionales (un 13 %) se están acogiendo a este tipo de negocio, más rentable para ellas, a medida que cierran puntos de servicio.
Un estudio de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de A Coruña recogido por La Voz de Galicia advierte de la pérdida de puestos de trabajo debido a la proliferación de gasolineras sin expendedores: "En el 2022 se destruyeron en la provincia coruñesa un total de 109 puestos de trabajo en el sector con respecto al anterior ejercicio, pese a crecer el número de instalaciones".
Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal muestran que precisamente Galicia es una de las comunidades más afectadas por la destrucción de empleo en este sector. En A Coruña se han firmado un 44 % menos de contratos en lo que va de año y en Ourense un 36 % menos, cifra que asciende al 71 % en Lugo.
En otras, como Álava, ocurre lo contrario y se ha producido un aumento en el número de expendedores contratados de más del 66 % (también ocurre en Bizkaia, Toledo o Cuenca).
Según datos recogidos por Infobae, en 2022 se abrieron 250 nuevos establecimientos de marca blanca, mientras que Repsol, BP y Galp van por la senda contraria, y han recortado su presencia en el país. Solo Cepsa ha conseguido aumentar su número de estaciones de servicio.