Tras 41 años vinculada a Barcelona, Nissan ya ha comenzado la cuenta atrás para el cierre que ya anunció en mayo de 2020. Así, ya ha detenido la fabricación de la furgoneta eléctrica e-NV200 en la Línea 1 de Zona Franca y está previsto que el próximo 15 de diciembre se cierre la línea 2, donde a estas alturas ya se producen escasas unidades de la pick-up Nissan Navara.
El próximo día 17 es la fecha límite que tiene el fabricante chino Great Wall Motors (GWM) para responder a las últimas facilidades que le ha dado el Gobierno para que se quede. Mientras tanto, miles de empleos están en juego.
En busca del mejor proyecto industrial a contrarreloj
Sin duda, el fabricante chino GWM se ha postulado como favorito para devolver a la vida a Nissan Barcelona durante los últimos meses, mientras propuestas como la del consorcio Tess Defense para que las instalaciones se conviertan en un centro de reparación de vehículos blindados militares caen directamente en saco roto.
Más recientemente, la inmobiliaria australiana Goodman (que ya tiene proyectos activos en Cataluña) ha presentado un proyecto industrial y logístico ante la mesa de reindustrialización de Nissan que supone la inversión de 550 millones de euros y que prevé generar más de 3.200 empleos directos.
Pero no parece haber convencido ni a las administraciones ni a los propios trabajadores de Nissan, pues consideran que la opción de que el relevo sea una empresa logística podría llevar a empleos más precarios.
En este sentido, los proyectos con más posibilidades de éxito son los industriales. Si el de GWM no prospera, el que más posibilidades de éxito tiene es el “Hub” de electromovilidad liderado por QEV Technologies que incluye a las compañías BTECH y Ronn Motor Group y que plantean invertir 1.000 millones de euros en cinco años para reindustrializar la planta. Además, se estima que este “Hub” suponga la creación de 4.000 empleos directos y 10.000 indirectos: cifras bastante más atractivas que las que aporta Goodman.
Pero no la única opción. Los sindicatos de trabajadores ya han avisado en las redes de que aunque con el fin de la producción de Nissan ya en marcha el tiempo apremia, siguen trabajando para conseguir la mejor opción posible.
Por el momento todas las miradas están puestas en el próximo día 17 de diciembre, fecha en la que Great Wall Motors tendrá que responder si acepta o no las últimas facilidades que el Gobierno le ha propuesto para revitalizar las maltrechas instalaciones de Nissan Barcelona tras el enfriamiento de las negociaciones durante las últimas semanas.
Según la Ministra de Industria Reyes Maroto, a través de una carta remitida por su Ministerio y el Gobierno de la Generalitat de Catalunya a GWM, han querido destacar “el importante papel que jugarían las ayudas directas provenientes de los fondos Next Generation” en la negociación final.
Maroto se ha mostrado optimista ante una posible resolución favorable para que “este fabricante pueda venir a las instalaciones de Nissan", ha declarado.
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