España ha hecho una jugada peligrosa para beneficiarse de la guerra comercial entre China y Europa. Y Cataluña es la pieza clave

Desde hoy, 31 de octubre, Europa empieza a cobrar los nuevos aranceles a los coches eléctricos importados desde China. Una medida proteccionista ante la amenaza de sus coches artificialmente baratos. Las nuevas tasas son hasta del 45,3 %, en comparación al 10 % que se venía aplicando.

China ya amenazó con posibles represalias a estos nuevos impuestos, que salieron adelante por el voto a favor de importantes economías como Francia o Italia. Por ejemplo aranceles más altos para coches europeos o cesar ciertas importaciones de peso. Ahora también están valorando detener las fábricas de firmas chinas en estos países.

En medio de esta guerra comercial que no ha hecho más que empezar, España, que se abstuvo en la votación, podría beneficiarse. De hecho ya ha hecho movimientos para hacerlo. Pescar en río revuelto.

China quiere paralizar las fábricas de sus marcas de coches en los países pro aranceles

Según publica Reuters, el gobierno chino habría instado a sus fabricantes a que detengan sus grandes inversiones en los países europeos que votaron a favor de los aranceles. En total, 10 países de la UE dieron su sí a las nuevas tasas (Francia, Italia, Grecia o Polonia entre otros), cinco lo dieron en contra (Alemania o Hungría entre ellos) y 12 se abstuvieron, como es el caso de España. Por grandes inversiones, entiéndase factorías.

Italia o Francia son dos de los estados que han estado negociando con las marcas chinas para que instalen fábricas en su territorio. Supone un evidente beneficio para ambas partes: las firmas chinas se ahorran los aranceles y estos países tendrían acceso a la tecnología y avances de la República Popular, hoy puntera en coches eléctricos. Esto podría cambiar si los fabricantes de la República Popular paralizan estas inversiones.

Aunque se señala que este movimiento podría ser una medida de presión en la negociación de China con Europa. Si bien los aranceles ya se han aprobado y ya se van a aplicar, el gobierno comunitario deja la puerta abierta a explorar "soluciones alternativas" que está trabajando con el ejecutivo chino.

Hoy por hoy, el mercado europeo es el más importante para China fuera de sus fronteras: acoge más del 40 % de sus coches cero emisiones exportados. Norteamérica ya no es una opción, tras elevarse a un 100 % de aranceles a sus modelos bajo el gobierno de Biden.

España, ¿nuevo socio predilecto de China en Europa?

Con una Europa divida en posturas más o menos proteccionistas, la de España ha sido pragmática. Al abstenerse, no ha ido en contra de la predominante europea, pero queda más fuera de foco de posibles represalias desde China.

En gran parte España optó finalmente por el voto más tibio debido a la investigación abierta a las exportaciones cárnicas desde Europa a la República Popular. Nuestro país es el principal exportador de carne de cerdo a China, acogiendo un 21 % de las mismas. Un negocio que generó 1.223 millones de euros el año pasado. "No necesitamos otra guerra comercial", defendió Pedro Sánchez.

También ha comenzado a estrechar lazos con el país asiático. "China es un socio económico clave para la Unión Europea y España", ha señalado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Lo está haciendo como socio estratégico a dos bandas.

Barcelona y Tarragona, puerta de las importaciones de coches eléctricos chinos. Por un lado, España quiere ser uno de los principales puntos de acceso de China a Europa a través de puertos como el de Barcelona o el de Tarragona.

En julio, el puerto barcelonés aprobó la construcción de una terminal con acceso directo a la red ferroviaria y así distribuirlos a los diferentes mercados europeos. De hecho SAIC, a la que pertenece MG, ya usa este puerto como punto de descarga, como también lo hace Tesla. Y autoridades portuarias de Tarragona están intentando captar nuevos clientes en la República Popular.

Fábricas de firmas chinas en España. En lo que respecta a factorías, el único acuerdo que por ahora ha firmado España en firme es con Chery: ensamblará modelos de varias de sus marcas en la antigua Nissan Barcelona de la Zona Franca. Entre ellas Omoda y Jaecoo. A lo que se suma Ebro, una marca española que resucita bajo el paraguas de este gigante asiático.

En un primer momento se planteó que esta factoría de Barcelona ensamblara kits ya preparados desde China, eludiendo así las nuevas tasas. Aunque, por la imposición definitiva de los aranceles, de momento se han retrasado sus planes y no se espera que empiece a rodar hasta dentro de un año.

España ha solido estar en un segundo plano respecto a otras potencias europeas para convertirse en socio de la República Popular. Pero podría haber cambio de rumbo gracias a su postura más conciliadora.

La industria del automóvil en nuestro país es una de las más potentes: es el segundo mayor fabricante de Europa, destinando el 80 % de lo que se produce en las 17 plantas españolas a la exportación. El automóvil aporta el cerca 8 % al PIB de España.

España ha estado en las quinielas para acoger factorías de BYD, pero la firma finalemente optó por acordarlas con Turquía y Hungría. Esto no apunta a que vaya a cambiar, ya que Hungría votó contra los nuevos aranceles y Turquía no pertenece a la UE, aunque sí que tiene acuerdos de importación a Europa con tasas bajas. Pero España se sitúa en buen lugar para acoger la de MG, siendo de las marcas con las tasas más altas. El Gobierno se muestra optimista para lograr este acuerdo.

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