El Gobierno está estudiando una subida de impuestos de los carburantes para los próximos años. El principal motivo es la Directiva de la Energía de la UE, que obliga a subir los impuestos antes de 2012 para equipararlos a los del resto de Europa.
El más afectado sería el gasoil, cuyos impuestos subiran 4.1 céntimos por litro en los próximos años. Casi me parece una subida despreciable teniendo en cuenta que el propio precio del petróleo lo hará subir bastante más que esos 4.1 céntimos.
Actualmente pagamos los impuestos de carburantes son los siguientes: 27 céntimos por litro en gasoil, 37,2 en gasolina 95 y 40,3 en 98, además del 16% de IVA. Para mí esa diferencia de impuestos entre diesel y gasolina lleva a llenar las ciudades de utilitarios diesel, cuando se supone que en parte el objetivo de ese impuesto está relacionado con el Medio Ambiente.