En EEUU las aseguradoras llevan tiempo sudando la gota gorda. La razón: hay demasiados accidentes, demasiados desastres naturales y mucha inflación.
Un cóctel que está convirtiendo a California en un coladero de dinero para las compañías que se dedican a ofrecer coberturas. Y ya han encontrado una solución: dejar de asegurar a los conductores californianos.
"Muchas empresas tienen un índice de pérdidas superior al 100%", explica a Fox 2 el presidente de la aseguradora Barbary Insurance Brokerage. Una situación que describe como "insostenible" a largo plazo y que está empujando a las compañías a dejar de hacer negocios en California.
Así, los conductores y propietarios de viviendas están viendo cómo es cada vez más difícil renovar pólizas o acceder a nuevas coberturas. Y además, las aseguradoras están subiendo los precios.
Según Fox 2, "muy pocas compañías de seguros estándar están redactando activamente nuevas pólizas en este momento", e incluso algunas aseguradoras se han retirado del mercado de la vivienda y cancelado pólizas, aludiendo al riesgo de incendios forestales.
Precisamente el alto riesgo de desastres naturales -cada vez mayor debido al cambio climático- es una de las razones por la que las aseguradoras defienden que no les sale a cuenta hacer negocio en California.
La lista de desastres naturales extremos que ofrece el Gobierno del Estado es bastante nutrida, y va desde huracanes (aunque debilitado, el huracán Hillary está actualmente instalado en EEUU), hasta "fuertes tormentas invernales", pasando por terremotos, olas de calor, incendios, inundaciones o tormentas tropicales que se van intercalando cada poco tiempo.
A un aumento de los daños a la propiedad se le une la inflación, que ha hecho que reparar vehículos sea mucho más caro que antes, y a los cada más numerosos siniestros viales.
La situación, denuncia el sector, es de desestabilización del mercado -un aumento de tarifas, dicen, lo solucionaría-. Por otro lado, los propietarios de vehículos se encuentran, además de con coches cada vez más caros, con compañías cada vez más selectivas a la hora de acoger a nuevos clientes y cuando lo hacen, establecen limitaciones.
La solución, dicen, pasa por los reguladores. Pero subir los precios no hará que la naturaleza deje de exponer su fuerza, solo que las aseguradoras ganen más dinero.