La Historia de los logos de coches está llena de ejemplos de cómo un pequeño gesto se puede convertir en un gran símbolo. Por ejemplo, en el caso de Honda, una empresa que como tal nació de forma tardía, en 1948, y cuya imagen principal fue concebida de un modo mucho más racional de lo que podría parecer, si nos guiamos por el carácter emocional de la obra creada por Sōichirō Honda.
Como sabemos, el logo de Honda tiene dos apariencias claramente diferenciadas, dependiendo de si hablamos de la división de motos o la división de coches. Como el origen de la marca japonesa está íntimamente relacionado con sus desarrollos a dos ruedas, la historia más suculenta la encontramos relacionada con el emblema de las motos Honda. El logotipo empleado para coches Honda apenas es una revisión abreviada y enmarcada del emblema original: el de las alas, despojándole de estas y haciendo que la inicial del nombre de la marca gane presencia dentro de un marco que la rodea.
Así que mejor será que nos remontemos a 1948, cuando Sōichirō Honda se inspira, según cuenta la leyenda, en la no menos legendaria diosa griega de la victoria, Niké. La de las alas. La que vivió entre los mortales como Astrea hasta que regresó al Olimpo para impartir justicia, al aparecer sobre la Tierra el crimen y la maldad humana. Y sí, la que inspirará también al fundador de cierta marca de prendas deportivas.
Antes que el creador de Honda piense en Niké, la primera versión del logotipo de la marca, que data de 1947, no contará con alas sino con unos trazos curvos de tonos dorados que acompañan a la leyenda Honda Motor. Esa será la imagen que acompañará a la primera moto Honda, la modesta Honda Tipo A, dotada de un motor de 1,5 CV.
Tendrá que pasar un año hasta que las alas de Niké, y su figura completa de hecho, pasen a formar parte del emblema de la casa. Honda HGK se muestra al mundo, por primera vez, con las alas de la victoria en el modelo Tipo B de Honda, una revisión del Tipo A con motor de 90 cc.
Según se explica, el primer logotipo de Honda con las alas de Niké muestra el nombre de la marca escrito en tipografía Helvética para que sea altamente identificable, muy legible y reproducible con facilidad por cualquier imprenta. 1948 es el año de la inauguración de Honda, y la empresa nace ya con una inequívoca vocación de buscar el éxito.
El victorioso significado de esas alas resultará profético, ya que la Honda Benly logra venderse a razón de unas mil unidades cada mes. Cuando cinco años más tarde comience en Japón la vida comercial de la Honda C100 Super Cub, se abrirá una nueva etapa para Honda, con un nivel de ventas que se medirá por millones de unidades.
A partir de ahí, lo de 1968 puede considerarse, además del primer diseño casi definitivo del emblema de Honda, que pronto se hará algo más horizontal además de estilizado, una simple reducción de elementos, acaso motivada por el hecho de ver el emblema desde un lateral, siguiendo la vista más habitual de cualquier motocicleta. La leyenda Honda Motor se ha simplificado hasta reducirse a las siglas HM. En cuanto a producto, Honda presenta en Tokio la tetracilíndrica Honda CB750.
En 1973, el logo de Honda se tiñe de oro y adopta la tipografía que ha llegado hasta nuestros días. Ya estamos a punto de llegar hasta el emblema definitivo. Sólo habrá que pasar por el año 1985, cuando el logo se vestirá de rojo, blanco y azul, que utilizarán las motos de trial, antes de conocer lo que será, por fin, la imagen que hoy asociamos a la marca fundada por Sōichirō Honda.
En 1988, coincidiendo con el 40º aniversario de la marca, Honda estrena su logotipo definitivo. El que muestra las alas de la victoria en color rojo, sobre la denominación Honda en una tipografía inspirada en la familia Roman, con pie y de trazos rectos, fácilmente reconocible por cualquiera.
Entre tanto, el logo de coches de Honda propiamente dicho, el de la H inicial que evoca un cuerpo de cono truncado invertido, observa esas alas de la victoria desde el marco de su sintética pero elegante jaula, mientras nos recuerda que el tono gris o metálico forma parte de la enseña de los modelos pensados para la calle, y que por su parte el tono rojo queda reservado al terreno de los modelos de competición y también del radical Type R.