Hace tiempo que he dejado de utilizar los sistemas de manos libres Bluetooth de instalación, que siempre he considerado tremendamente útiles aunque la cantidad de quebraderos de cabeza que me han dado casi no compensaban el no tener que detener el coche para hablar por móvil.
Como los fabricantes no se deciden a ofrecer de forma más generalizada estos sistemas, las empresas como Parrot tienen todavía un hueco para presentar sus nuevos productos.
La gama Parrot MKi, formada por tres modelos distintos, presenta como novedad un mando a distancia que podemos colocar en el salpicadero o en el volante.
Sin haberlo probado, creo que el mando a distancia en el volante es una muy mala idea. Por el hecho de estar en el volante no significa que sean más cómodos. Es como integrar el teléfono móvil en el zapato, creo yo.
¿Por qué? El motivo es que los mandos en el volante suelen ser de dos tipos:
- Fijados en los radios del volante
- Fijados en la parte trasera
En ambos casos tienen la característica de que no se necesita mover las manos si lo llevamos recto. O, al menos, no molestan si tenemos que maniobrar. Pero tal como se muestra en esta foto, se pierde la ventaja de no mover las manos y además nos puede molestar a la hora de maniobrar.
Por suerte, este mando lo podemos fijar donde nosotros queramos, y quedará mejor integrado en la consola central.
Los tres modelos Parrot MKi (MKi9000, MKi9100 y MKi9200) se distinguen por su pantalla: el primero no tiene, el segundo tiene una pequeña pantalla OLED y el tercero una pantalla TFT.
En los aspectos positivos de destaca el poder conectar cualquier dispositivo de música mediante USB, conexión de audio o Bluetooth. En el caso del MKi9200 se puede introducir además una tarjeta SD.
Otra de las características interesantes es el text to speech, es decir, la lectura de mensajes SMS, algo que se echa de menos en los manos libres integrados.
Sus precios son de 130, 160 y 200 euros, sin instalación (y mi experiencia me dice que yo al menos no volveré a intentar instalar uno nunca).