Quizá no lo sepas, pero Ford también hace camiones. La división de vehículos pesados Ford Trucks existe desde hace casi 60 años y a partir de este 2019 ha iniciado un proceso de expansión a nivel global con una amplia gama de camiones pensados para cubrir todas las necesidades de transporte.
España y Portugal son los primeros países en los que Ford Trucks arranca su andadura y hemos podido ver, tocar y probar cómo es la punta de lanza, la enorme cabeza tractora Ford F-MAX, en el Circuito del Jarama.
Ford Trucks llega a España para entrar en Europa
Bajo la denominación F-Trucks Automotive Hispania, los camiones de Ford ya han llegado a la Península Ibérica. España y Portugal son la puerta de acceso a Europa Occidental y puntos clave en el proceso de expansión a nivel mundial de la firma del óvalo tal y como nos contaron durante la presentación del proyecto por el acceso a puertos clave para la distribución de sus productos.
En total la distribución de Ford Trucks ya ha arrancado en este mismo 2019 con siete distribuidores oficiales situados en A Coruña, Bilbao, Zaragoza, Madrid, Valladolid, Sevilla y dos centros en Barcelona. La hoja de ruta pasa por subir la cifra a 12 establecimientos en 2020 y llegar en 2021 a los archipiélagos además de acercarse a la cifra de 20 concesionarios.
Dentro de sus planes de expansión Ford Trucks ya cuenta con presencia en Brasil, China y Rusia, asociándose con compañías locales. En el caso de la región europea los camiones de Ford serán fabricados en colaboración con una empresa turca participada por Ford, la sociedad residente en Turquía y el gobierno del país.
Las instalaciones cuentan con una superfie de de 80.000 metros cuadrados donde ya se fabrican las Tourneo, Transit, Courier y el resto de la gama industrial, para sumarse ahora los camiones de Ford con una capacidad de producción de 80.000 motores para todos los vehículos industriales y 15.000 camiones al año.
Los motores ensamblados allí serán la última generación de Ecotorq de la marca con bloques de seis cilindros con 9 litros y 330 CV para los camiones medios o 12,7 litros con tres niveles de potencia (420, 480 o 500 CV) y un descomunal par motor entre 2.150 y 2.500 Nm. Todos los bloques estarán asociados a transmisiones de la empresa especialista ZF.
Los pilares sobre los que se va a asentar la oferta de Ford Trucks son potencia, confort y unos costes totales operativos muy bajos. No nos han ofrecido datos desde la marca, pero los del óvalo aseguran que sus camiones serán más asequibles que los del resto de marcas desde el momento de la compra. Posteriormente, tanto en servicio como en recambios aseguran ser más asequibles al integrar todo el proceso, fabricando para sí mismos.
Esta integración también añade una segunda ventaja según los responsables de la marca, y es la capacidad de adaptarse a las necesidades de cada cliente. Las configuraciones posibles de los camiones de Ford van desde 4x2 hasta 8x8 en múltiples formas de chasis y propósitos, pero si cualquier cliente necesita satisfacer una necesidad concreta como puede ser una mayor potencia se puede crear un camión a medida según sus especificaciones en un lapso de tiempo por debajo de la media.
Ford F-MAX: una punta de lanza de 40 toneladas
La punta de lanza de toda esta ofensiva desplegada por Ford Trucks es el Ford F-MAX, una cabeza tractora que llega dispuesta a medirse contra los pesos pesados del segmento de camiones para transporte de larga distancia donde el confort de marcha y el espacio interior son los grandes protagonistas.
Hemos podido probar en marca a este titán de la carretera aprovechando la presentación del GP de Camiones celebrado en el Circuito del Jarama, porque además de ser Camión del Año 2019, el Ford F-MAX también es el camión oficial del evento.
Lo primero que nos llama la atención del F-MAX es el tamaño de su puerta. El suelo de la cabina se sitúa muy alto para sortear la presencia del motor y ofrecer un suelo plano, así que hay que trepar tres escalones que quedan ocultos por la parte inferior de la puerta, y aun así se mueve con extrema facilidad. No pesa nada.
Subimos al puesto de conducción y nos encontramos con un volante con múltiples regulaciones y con un tamaño contenido, muy de coche. Y es que los camiones cada vez se parecen más a los turismos y nos encontramos con una consola al conductor en el que el cuadro de mandos de doble esfera con pantalla digital a color y los mandos del salpicadero nos recuerdan a los coches de la marca, tanto en forma como en tacto y funcionamiento.
El espacio en la cabina es soberbio. La altura del suelo al techo ronda los 2 metros, 2.160 mm concretamente. Se puede estar de pie con total comodidad y cuenta con numerosos espacios de almacenamiento tanto en la parte superior plagada de altillos como en las cajoneras de la parte inferior.
La cama principal inferior es de buen tamaño (800 mm de ancho) y aprovecha al máximo las formas de la cabina de 2,5 metros de ancho. La litera superior plegable es bastante más pequeña y el colchón aparentemente parece justo. Bajo la cama una gran nevera extensible aparece para llevar una buena cantidad de provisiones.
Pero volvemos al volante del F-MAX y salimos a pista para rodar sobre esta cabeza tractora. Arrancamos y el motor apenas nos dice nada porque su sonido está muy, muy aplacado. Engranamos la directa en su caja de cambios automática y comenzamos a movernos con total suavidad. Sorprende ver cómo han avanzado estos camiones dejando atrás aquellos funcionamientos toscos de antaño.
Sentados tan altos los baches y los apoyos se notan porque la física no perdona, pero se perciben con bastante refinamiento incluso para ser una cabeza tractora sin carga sobre el eje trasero. La suspensión neumática funciona realmente bien hay que sumar un buen esquema para la suspensión neumática de la cabina con cuatro cojines de aire y la suspensión del propio asiento.
Con una potencia de 500 CV a tan solo 1.800 rpm y un par motor de 2.500 Nm entre 1.000 y 1.400 rpm, el motor tiene una respuesta contundente cuando hundimos el pedal hasta el fondo. Encarando la rampa Pegaso casi parados buscamos el kickdown del acelerador y el F-MAX gana velocidad sin aparente esfuerzo.
El motor funciona muy redondo pero la caja de cambios automática ZF de 12 relaciones sí se percibe un tanto seca en sus cambios, aunque suponemos que es algo inherente a este tipo de mecánicas que van a ser sometidas a un uso extremadamente exigente.
Además del equipamiento estándar para este tipo de vehículos, el Ford F-MAX puede incluir numerosas ayudas a la conducción como luces automáticas, control de crucero adaptativo, control de crucero predictivo, frenada de emergencia, alerta de mantenimiento de carril, control de estabilidad o control de derrape.
En definitiva, el Ford F-MAX se trata de un camión que resulta cómodo y con un interior acogedor aunque los materiales repletos de plástico duro podrían ser mejorables. Veremos si con esta propuesta Ford Trucks puede hacerse un hueco entre los otros siete grandes nombres de los camiones ya instaurados en Europa.
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