Dentro de unos meses se comenzará a discutir el nuevo reglamento para los coches del Mundial de Rallyes que entrará en vigor a partir de la temporada 2017. No se espera que el tipo de motor varíe ya que todos los constructores quieren mantener los llamados motores globales (1.6 Turbo) vigentes por los menos durante 10 años, pero sí que se están estudiando varias modificaciones en la parte mecánica.
Tal y como comentaba Jost Capito en una entrevista concedida a los compañeros de AutoSport Portugal, las conversaciones con la FIA y los organizadores todavía no han comenzado, sin embargo se esperan que hayan algunas pequeñas modificaciones. Entre ellas, en Volkswagen quieren que la tecnología del cambio de levas detrás del volante regrese al WRC, después de que fuese desterrada tras la llegada de los actuales World Rally Cars.
Creemos que puede incluso reducir los costos. Cuando estaba en Ford se votó en contra de esta tecnología, ya que teníamos cajas con levas y diferenciales electrónicos. En ese momento la FIA no tenía el software para controlar si los diferenciales electrónicos estaban siendo utilizados para otras funciones. En la actualidad, con el diferencial electrónico podríamos incluso ahorrar dinero porque no tendríamos la necesidad de tener todas esas piezas mecánicas para la gestión de la transmisión. Ahora la FIA sí tiene esa tecnología.
Con esto, Capito cree que la FIA podría controlar que no haya ningún tipo de ayuda a la conducción e introducir unos sistemas que suelen ser habituales en los coches de serie, por lo tanto se tiene un interés publicitario implícito y la opción de mejorar algo que está en nuestros coches del día a día. A su vez, Capito ha confirmado que todavía no se ha hablado sobre la posibilidad de introducir la tecnología híbrida y que ni tan siquiera Toyota ha expresado su deseo de incluirla todavía.
Hablé con ellos en Monte-Carlo y no me han dicho nada acerca de esta condición. No puede haber un constructor que quiera entrar con condiciones, imponiendo algo en el Mundial para otras marcas que llevan años en el campeonato. Tampoco parece que Toyota lo quiera hacer. En todos los comités que hemos participado, se ha argumentado que en la máximas categorías del automovilismo, como la F1 y los Sport-Prototipos, deberían estar disponibles las tecnologías híbridas. Sin embargo, en la categoría de turismos, la tecnología debe estar más cerca de los coches de serie. Este es el caso del WRC. Lo que se vende en el stand debe estar en los coches de rally. No podemos cargarnos este deporte con una tecnología demasiado cara.
Sorprendente las palabras de un Capito que no se quiere cargar este deporte introduciendo elementos demasiado caros, pero que sí está a favor de la propuesta de Red Bull para cambiar la filosofía del mismo. Sin embargo en lo que si estaremos muchos de acuerdo es en la propuesta de “abrir” las bridas restrictoras del turbo. Actualmente son de 33mm para los WRC y con la posibilidad de que los R5 sean sus próximos sustitutos (recordemos que estos rondan los 280cv de potencia) algunos como Jost Capito ya han comenzado a hablar de la posibilidad de darles más aire a estos motores… y por tanto más potencia. En el WTCC la brida se ha abierto hasta los 36 mm y con los mismos motores se ha llegado a los 380cv. ¿Demasiados para el WRC? No lo creo.
Vía | AutoSport