Siguen acumulando kilómetros. Desde hace meses que el programa de test de TMG con el Toyota Yaris WRC ha incrementado su ritmo y ya hemos visto al pequeño modelo japonés rodando en Bélgica, Francia o Italia y además dejar muy buenas sensaciones tanto en asfalto como en tierra. Sin embargo, desde la tierra del sol naciente sigue sin llegar el OK que ponga en marcha el proyecto que permita la vuelta de Toyota al Mundial de Rallyes.
Además de algunos problemas de fiabilidad que ya parecen haberse ido solucionando, Toyota ahora deberá afrontar la más que posible marcha de su principal probador, Stephane Sarrazin, el cual parece estar llamado a recalar en el proyecto LMP1 de Nissan (se dice que incluso se habría comprado un Ford Fiesta RS WRC para competir como privado). Lejos de esto, Toyota sigue esperando a que la FIA descubra sus planes de futuro, en concreto sus ideas para el reglamento técnico de 2017.
Los rumores apuntan a que la marca nipona sólo estaría interesada en el Mundial de Rallyes en el caso de que se incluya o se permita alguna de las tecnologías que utilizan con sus motores. Hace ya tiempo que se dijo que el sistema hibrido sería condición sine qua non para ellos. De ser así, Toyota podría seguir los pasos de Hyundai y tomarse la temporada 2016 como preparación, en la que poner a los mecánicos y el resto del equipo de nuevo en activo y descubrir posibles problemas en elementos como suspensiones o frenos a la espera de la llegada del nuevo modelo en 2017.
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