En los últimos meses se han intensificado las críticas hacia Ferrari por su papel en la Fórmula 1 en contraposición con Red Bull (aunque han luchado por el título en dos de las tres últimas temporadas, olvídandonos un momento de 2013). Una marca de bebidas energéticas ha ganado los últimos tres títulos de pilotos y constructores. En 2009 casi lo consiguieron y en 2013 probablemente lo repitan. Mientras tanto, una marca de coches legendaria como Ferrari, no es capaz de quitarle la corona a los toros rojos. De hecho, parece no ser casualidad, ya que en Red Bull incluso trabajan mejor que en Ferrari.
Pero para entender el presente, hay que ir al pasado, ya que todo lo que vemos hoy en día tiene un punto de origen, ya sea cercano o lejano. Siendo sinceros, en su momento deberíamos haber visto las claves. Pero la mayoría no lo hizo (incluido Fernando Alonso, quien recibió una oferta para pilotar para ellos). Era lógico llegar a dónde estamos hoy en día. Pero, ¿por qué es lógico que Red Bull se haya convertido en el equipo dominador de la Fórmula 1?
Ante todo, y para que se entienda, compararemos en algunos puntos a Red Bull con Ferrari, ya que los italianos tienen en su escuadra a varios pilotos españoles y entre ellos a Fernando Alonso. Pero hay que decir que el nombre de "Ferrari" podrá intercamiarse casi con total naturalidad con el de "McLaren" o el de "Renault / Lotus" en prácticamente cualquier punto de este análisis. Entonces, hay que remontarse dieciseis años en el tiempo para entender de qué va esto.
En 1997, Jackie Stewart entra en la Fórmula 1 con su equipo, Stewart Grand Prix. El escocés cuenta con el apoyo de Ford, y con unos coches con una decoración preciosa a la par que original, se plantéa trunfar en la Fórmula 1. El primer podio llega en ese primer año, pero lo hace en circunstancias extrañas y no se marcan más puntos. A pesar de todo, el buen trabajo queda claro y de la novena posición final en 1997 se pasa a la octava en 1998 (aunque con un punto menos, en realidad) gracias a varias carreras entre los seis primeros.
La temporada de 1999 supone el año de la confirmación. El equipo de Milton Keynes gana una carrera y obtiene cuatro podios en total. Terminan el año en cuarta posició y cuando Jackie Stewart recibe la oferta de Ford de comprarle el equipo, acepta sin dudarlo. Es lo mejor para todos. Sabe que ahora que han ganado, se les exigirá estar siempre delante, como a Ferrari o cualquiera de los equipos grandes. Él no tiene el dinero para estar cada año allí, pero Ford sí. Transforman el equipo en Jaguar y con un precioso color verde se lanzan a por todas.
El dinero no lo es todo, y obligados a estar delante por nombre, historia de la escuadra y por la afición, el equipo se hunde por culpa de una gestión terrible tras cinco años en los que se obtienen dos terceras posiciones como mejores resultados, y sin duda llegan por el talento y veteranía de Eddie Irvine, no por el coche. Por lo tanto, cuando Jaguar pone en venta el equipo, ya nade espera nada de la escuadra de Milton Keynes. Incluso aunque el comprador fuera Dietrich Mateschitz y su marca de bebidas Red Bull.
En 2005 empieza la andadura de un equipo que se toma las cosas con calma. No tiene ninguna obligación de ganar. Son nuevos en la categoría y pueden ir quemando etapas a su ritmo, esperando el momento adecudo para lanzarse como un jaguar a por su presa. Esto es lo que hacen, aunque la experiencia de David Coulthard les da un primer año destacable. Sin podios, pero con resultados sólidos. Ya por entonces empiezan también los primeros movimientos de los pilotos del programa de Red Bull, con Christian Klien y Vitantonio Liuzzi.
En 2005 pudimos habernos dado cuenta; Red Bull tenía el dinero y los medios pero no la presión de ganar. Para empezar, quiso tener a un piloto experimentado como era Coulthard, que a pesar de no tener un "futuro" en la categoría, sí podía dar buenos resultados mientras no se esperaran victorias del equipo. Para 2006, Red Bull lleva las cosas un poco más allá, compitiendo con motores Ferrari. A fin de cuentas, en Ferrari ganan desde 2000 hasta 2004, y son contendientes por el título desde 1997, a excepción del propio 2005. Algo bueno deben de tener. En Red Bull empiezan a buscar el mejor camino de motor.
Además, a finales de 2005 se anuncia que Adrian Newey estará con Red Bull a partir de la temporada 2006. Esto es significativo por un sinfín de motivos. Ante todo, Red Bull parte del RB1, y en 2006 no se puede esperar una transformación del equipo, pero sí se puede esperar un trabajo en las sombras del que ni Ferrari ni los otros equipos grandes pueden disfrutar. En Red Bull no hay prisa. Si un año no es tan bueno como querrían, siempre tienen el próximo. Hay que descubrir el camino, entenderlo, y entonces arrancar a correr. En Ferrari, Renault, McLaren, no pueden permitírselo. Cada año tienen que luchar por el título. No hay descanso.
La temporada de 2006 ve el primer podio pero menos puntos. A pesar de todo, Red Bull está en una posición confortable, en medio de los equipos de media parrilla y los de la cola. Por lo tanto, un pequeño desliz no les hace caer de la séptima posición final. En 2007 se nota ya la mano de Adrian Newey a nivel estético. Pero hay que partir de la base de Red Bull, y hay que entender cómo hacer funcionar el coche. Además, hay cambio de motores y eso hace que la efectividad aún no esté al 100%. Es cierto que Renault ha sido campeón dos años seguidos, pero hay algo más.
En Ferrari son reacios a entregar motores con las mismas especificaciones a los rivales. En Renault, lo son mucho menos, y a fin de cuentas es un fabricante de los que vienen y se van. Si Renault se queda, Red Bull tiene un buen motor. Si Renault se va, es posible recibir un trato aún mejor. Es el motor perfecto, ya que Mercedes está fuera de cualquier discusión por su relación "premium" con McLaren, así como BMW con BMW-Sauber o Honda con el equipo homónimo. Cualquiera pensaría que con Renault es igual, pero la historia de Renault demuestra que no favorecen a su equipo de fábrica, y dan el mismo material a sus clientes.
Con todo esto, Red Bull había inaugurado en 2006 su segundo equipo, que le permitía trabajar con sus pilotos jóvenes en un lado mientras que Red Bull se centraba en desarrollar un equipo ganador. Siempre a su ritmo, claro. Los pilotos iban cambiando, pero el equipo estaba ahí para cultivar el talento una vez lo encontraran. Por ello el Toro Rosso utilizaba el mismo diseño que el Red Bull. En 2007, se consigue el primer podio del equipo y muchos puntos que les vale ser quintos en el campeonato de constructores a final de año.
Para 2008, Red Bull tiene un programa "doble". Desde mediados de año se conoce el cambio de normativa de cara a 2009, y en Red Bull saben que Adrian Newey puede diseñar un coche sin necesidad de partir de ninguna base. Todos los equipos lo harán, por lo que hacerlo no es ninguna desventaja, a diferencia de lo que habría sucedido si se hubiera intentado en 2007 o en 2008. Por ello, Red Bull se viene abajo durante la segunda mitad de año, mientras que el prodigio Sebastian Vettel, que debuta en 2007, empieza a demostrar su talento con una victoria bajo la lluvia en Monza.
El proyecto de crecimiento de Red Bull está casi completo. Mark Webber ha demostrado que tiene la garra y la experiencia para quedarse en el equipo para 2009, un año en el que aunque nadie lo sabe, en Red Bull son conscientes de que pueden ya luchar por todo. De hecho, se puede decir que, en secreto, el objetivo es ganar. Sebastian Vettel está también listo y subirá a Red Bull. El momento es perfecto. Un veterano para luchar por el título y un joven hambriento que puede encandilar al público. Además, ¡es del proyecto de pilotos de la marca!
Hasta 2009, este último incluido, Red Bull no estuvo obligada a ganar. Pudo valorar temas de motores, pilotos, forma de trabajar e incluso diseños y soluciones con Adrian Newey, que se encontró a gusto en el equipo desde el principio. Para 2009, Red Bull se dio de bruces con un imprevisto en forma de difusor doble, que equiparon sus rivales de Brawn GP. Incluso así, el Red Bull era tan rápido que sin el susodicho difusor podían plantarles cara. Pero había que desarrollar esa solución o no ganarían. Al final, el título no llegó, por un suspiro, y en Red Bull fallarón. Eso sí, fueron ellos, quienes realizaron el mejor trabajo.
Puede que Brawn GP empezara con el mejor coche, pero dependía casi exclusivamente del difusor doble, mientras que el Red Bull era bueno por sus propios méritos en todos los aspectos (o casi todos). Para 2010, el título no era un objetivo; era una obligación. Aunque casi lo perdieron por mala gestión de una situación complicada en el equipo, llegó la doble victoria. A partir de aquí todo es historia. Red Bull empezó con un coche genial en 2009, lo que les da una "base" perfecta hasta que se cambien las normativas. Ferrari y los demás tuvieron coches mediocres en 2009, aunque se acercaran con los difusores dobles.
Esto les pone en desventaja para 2010, y se arrastra esta desventaja hasta el presente, aunque cada año un poco menos, claro. Mientras que en Ferrari, cada año había que producir un coche ganador, en Red Bull había que descubrir poco a poco cómo hacer un coche legendario. Dos obligaciones distintas, dos resultados distintos. Mientras los rivales peleaban; Red Bull preparaba un asalto sensacional a la historia de la Fórmula 1. Un primer asalto que concluye en 2013, sea cual sea el resultado.
Es posible que Ferrari no haya estado a la altura de Red Bull, pero su situación era más complicada por las "exigencias del guión". En Ferrari no pueden permitirse "descansar" unos años para luego atacar al título con más garantías. En Red Bull podían en ese momento. Pero no podrán a partir de ahora. Será interesante ver, cuando Red Bull tenga una caída de rendimiento, cómo consiguen recuperarse, estando obligados a trabajar duro para recuperarse pero a la vez obligados a producir un coche ganador cada año.
La próxima temporada se nos antoja interesante por muchos motivos, claro. Pero por primera vez desde 2009, Red Bull volverá a estar en igualdad de condiciones relativa con sus rivales (ya que realmente esta igualdad no se dará hasta que tengan una caída de rendimiento). Por primera vez, en Ferrari, McLaren, Lotus y ahora también Mercedes, tienen la oportunidad de, partiendo desde cero, desarrollar un coche competitivo. Por otra parte, una temporada parecida a la de Ferrari, McLaren o Renault en 2009, para cualquiera de los rivales de los toros rojos, y todo puede venirse abajo durante varos años.
Red Bull ha sido una especie de "tormenta perfecta". Grandes resultados, pero en cierta forma fruto de un elevado número de coincidencias que les permitieron maximizar su trabajo. Nuevos, con dinero, con un diseñador espectacularmente bueno, un piloto voraz como pocos y talentoso como el que más y con una situación histórica que les permitió trabajar casi exclusivamente para desarrollar una estructura ganadora. Lo tuvieron todo de cara. Pero ya sabéis lo que dicen. Ganar es fácil. Lo difícil es mantenerse. Veamos hasta cuando puede mantenerse Red Bull arriba. Será un viaje apasionante.