Me encantaría saber el papel que juega Anthony Hamilton en la F1, para empezar, y en el seno del equipo McLaren-Mercedes para acabar. Quién es este señor para permitirse el lujo y tener la desfachatez de advertir a los comisarios de la FIA de lo que él debió considerar una faena para su niño, y lo que es más preocupante, cómo demonios los comisarios le hacen caso, son los dos interrogantes que me encantaría responder.
Actualización: Sergio en Racingpasion también tiene sus opiniones al respecto…
Que los pilotos se enfrenten entre ellos, se hagan trampas, no se hablen, etc, es natural entre los grandes. Que un familiar de un piloto se meta en las decisiones del equipo, pasando por encima de uno de los jefes de escudería más grandes y trascendentes de toda la historia de la competición, que chupe más cámara que Flavio Briatore no es normal y hace que sea en estos momentos la figura más prescindible de la F1, desde mi punto de vista. Que ni él ni el hermano de Hamilton aparezcan más ante las cámaras sería un sueño. Pero parece ser que Papá Hamilton tiene en el bolsillo a la mafia de la F1, y si no estuvo en lo de la grúa de Nürburgring, o al menos no se sabe, sí que lo hizo todo para reducir la F1 a una pantomima, como el multimillonario que le regala a su niño mimado un parque de atracciones.
Es el gran problema de los padres ultraposesivos y fanáticos, consiguen que sus niños tengan como principio moral el que “todo vale” y que “lo importante es el fin y no el medio”. Lo peor es que si Hamilton (el niño) estuviese sin la figura de su padre todo el día a su alrededor, seguro que seguiría siendo impecable en la conducción, y mucho mejor persona. Aunque sea algo anticuado, creo que toda persona debe sufrir para llegar a la cima, es el único medio de valorar lo que consigues. Con cosas como las vergüenzas de este fin de semana, lo único que haces es convertir un deporte en una mierda farsa.
Menuda decepción de fin de semana, menuda pena en lo que se convierte la F1, porque Hamilton en la pista es muy, pero muy bueno. No necesita para nada esa figura que lo único que hace es que a mi, todo lo relacionado con ellos, me disguste.