Menudo año de despedidas que estamos viviendo. En menos de un año la Fórmula 1 ha tenido que decir adiós a tres de los más importantes fabricantes de automóviles del mundo. A finales del año pasado Honda se marchaba, hace tres meses BMW anunciaba que no seguiría en 2010, hoy es Toyota quien abandona el barco. Decisión que se adelanta a la fecha que anunciábamos ayer mismo.
El fabricante japonés ha decidido que dentro de sus planes automovilísticos a medio plazo y teniendo en cuenta la coyuntura económica, la Fórmula 1 no es rentable. Merece la pena recordar que en 2008, Toyota fue la escudería con mayor presupuesto de la parrilla, con una cifra que quita el hipo. 445 millones de euros. Cantidades que jamás se vieron traducidas en resultados. En sus ocho temporadas no ha conseguido ninguna victoria, ha logrado 13 podios y dos poles.
A pesar de que la marcha de Toyota es un duro golpe, la plaza dejada por la escudería germano-nipona será rápidamente ocupada por Qadbak-Sauber. Por su parte, Toyota dice adiós a la Fórmula 1 pero es más que probable que volvamos a hablar de ella pronto, quizás en las carreras de resistencia. Durante el pasado fin de semana, varios fabricantes japoneses se reunieron con el ACO y preguntaron por la nueva normativa que entrará en vigor en 2011. En ese nuevo reglamento podrían tener cabida los vehículos híbridos, categoría en la que Toyota ya ha probado fortuna con muy buenos resultados. En las 24 horas de Tokachi de 2008, el Denso SARD Supra HR-V se convirtió en el primer coche de tecnología híbrida en ganar una prueba.
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