La Fórmula 1 está plagada de héroes. La mítica de los grandes campeones nutre gran parte de los libros de historia de la categoría reina del automovilismo. A veces parecen infalibles. Sin embargo, hasta ellos son humanos y también han tenido que entonar alguna vez aquello de "tierra, trágame". Y lo vamos a demostrar.
Por la Fórmula 1 han pasado muchos pilotos mediocres que han tenido serias dificultades para lidiar con las bestias que le tocaron. Sin embargo, aquí nos vamos a centrar en grandes pilotos, muchos de ellos campeones o, como mínimo, ganadores de carrera, que sufrieron momentos muy embarazosos. Porque los ricos también lloran.
10. Vittorio Brambilla se estrella en la vuelta de honor
Vittoria Brambilla está el décimo porque, al menos, su pifia no afectó a su carrera. 'El gorila de Monza', como le conocían, tan solo ganó una carrera en la Fórmula 1, pero consiguió hacerla recordada de la forma que menos le hubiese gustado: se estrelló nada más cruzar la línea de meta ante el estupor general.
Fue en el mojado Gran Premio de Austria de 1975, después de que una inmensa criba entre los favoritos le diesen opciones de ganar a Brambilla con su March. Cuando 'el gorila de Monza' se soltó de manos para celebrar su victoria, perdió el control de su March en plena recta y acabó estampado contra el muro. Pero al menos ganó, no como los que vienen a continuación.
9. Michael Schumacher se choca media hora antes de empezar
La de 2005 no fue la mejor temporada de Michael Schumacher. Después de cinco mundiales consecutivos, la leyenda vio como su Ferrari, o más bien sus Bridgestone, no le daban ninguna opción de enlazar el sexto. Es de entender que no llegase demasiado motivado al Gran Premio de China, la última carrera de la temporada.
Pero ni siquiera así se explica que un mito como Schumacher cometiese un error tan grosero. En la vuelta de formación de parrilla, media hora antes del inicio de la carrera, hizo un cambio de dirección en plena recta sin percatarse de que por detrás venía a toda velocidad el Minardi de Christijan Albers.
Albers se estrelló contra el Ferrari, quedando ambos coches notablemente dañados. Los mecánicos de Minardi y de Ferrari fueron capaces de aprovechar esa media hora para reparar los coches de Albers y Schumacher a tiempo de que participasen en la carrera, aunque el alemán pasó de salir sexto a hacerlo desde la última posición.
Lo más increíble es que, una vez empezada la carrera, Schumacher fue el primer piloto en abandonar. Y se debió a que... ¡hizo un trompo mientras rodaba detrás del coche de seguridad! El Ferrari quedó encallado en la grava y ahí acabó la temporada 2005 para Schumacher. Probablemente la peor carrera de su trayectoria.
8. Valtteri Bottas hace seis trompos en una carrera
Valtteri Bottas ha sido un piloto bastante fiable en su papel de escudero de Lewis Hamilton durante sus años en Mercedes, pero probablemente en el Gran Premio de Turquía de 2020 realizó su peor carrera en la Fórmula 1. En el delicado asfalto de Istambul Park, Bottas fue incapaz de mantener el control de su Mercedes.
Con el que claramente era el mejor coche de la parrilla, Bottas realizó hasta seis trompos en la resbaladiza pista turca, demostrando que la lluvia nunca ha sido su fuerte. Salió a la carrera en la novena posición, pero es que la acabó decimocuarto, tan solo por delante del Alfa Romeo de Kimi Raikkonen y el Williams de George Russell. Para olvidar.
7. Sebastian Vettel arruina la fiesta de Red Bull bajo el Safety Car
Estrellarse bajo el coche de seguridad no es algo inédito en la Fórmula 1. Ya hemos visto el caso de Schumacher, y saldrá alguno más en la lista. Otros como Romain Grosjean o George Russell lo han padecido en tiempos recientes, pero ningún caso es tan sangrante como el de Sebastian Vettel en el Gran Premio de Japón de 2007.
Por poner un poco de contexto, Red Bull no era el gigante que es ahora, ni por asomo. Tan solo llevaban dos podios en Fórmula 1. Vettel solo era un joven que acababa de debutar en Toro Rosso y rodaba en la tercera posición bajo el diluvio, justo por detrás del Red Bull de Mark Webber. Quedaban 20 vueltas y el Safety Car estaba en pista.
Pues bien, ocurrió el desastre. Vettel se desconcentró un momento y golpeó por detrás a Webber en la cola del coche de seguridad. Tanto el Red Bull como el Toro Rosso quedaron destrozados, tirando por la borda el que hubiese sido el mejor resultado de la historia de ambas escuderías hasta la fecha.
La FIA investigó si Lewis Hamilton, que rodaba en la primera posición, había frenado en exceso provocando el accidente, pero lo desestimó. Fue el desliz de Vettel el que arruinó los sueños de Red Bull. Muy claro debía tener Helmut Marko el talento de su chico para que aquello le saliese tan barato al alemán.
6. Alain Prost abandona en la vuelta de formación
Que Alain Prost es un coloso de la Fórmula 1 está fuera de toda duda, pero en el Gran Premio de San Marino de 1991 tuvo la mayor desconexión mental de su carrera. Con la pista muy mojada, en Imola y siendo piloto de Ferrari, el francés trompeó en plena vuelta de formación, para incredulidad de los tifosi.
Es cierto que la pista estaba muy delicada, y también Gerhard Berger se salió con su McLaren, pero mientras el austriaco siguió, Prost abandonó la carrera antes incluso de empezar. Fue el principio del fin de su relación con Ferrari, con quienes casi gana el mundial de 1990 pero acabó llamando "camión" al coche en 1991.
5. Felipe Massa, Silverstone, la lluvia y nueve trompos
Felipe Massa no era el mejor piloto del mundo sobre agua, aunque casi gana el mundial en esas condiciones. Al piloto brasileño siempre le costó la lluvia, pero lo que le sucedió en Silverstone con seis años de diferencia es de lo más increíble que ha ocurrido en la Fórmula 1: nueve trompos en dos carreras en el mismo circuito.
Todo empezó en 2002, cuando Massa era un novato que estaba debutando con Sauber. La carrera de Silverstone se despertó, como suele ser habitual allí, con lluvia, algo que debió hacer fruncir el ceño a Massa. Hizo hasta cuatro trompos, el primero de ellos en la misma salida, en la recta de meta yéndose al césped.
Fue una carrera para olvidar, pero se ve que Massa la siguió teniendo presente. Porque seis años después la empeoró. Con un Ferrari y jugándose el mundial contra Lewis Hamilton, en el Gran Premio de Gran Bretaña de 2008 Felipe Massa realizó cinco trompos bajo la lluvia de Silverstone. Una carrera que le costó un mundial.
Massa terminó en la decimotercera posición, el último de los que acabaron la carrera y doblado en dos ocasiones por Hamilton, su rival por el título. Solo con haber sumado un punto le hubiese bastado para ser campeón del mundo a final de temporada, pero la lluvia nunca fue su aliada y los fantasmas de Silverstone volvieron a aparecer.
4. Lewis Hamilton no ve un semáforo en rojo
Claro que aquel 2008 no fue Massa el único candidato al título que tuvo algún momento de "tierra, trágame". Quizá el más recordado fue el que sufrió Hamilton, el que acabaría siendo campeón, en el semáforo de Canadá. El británico no vio la luz roja a la salida de boxes y golpeó por detrás al Ferrari de Kimi Raikkonen.
Con Safety Car en pista, los coches que habían parado en boxes tenían que esperar a que toda la cola superase su posición, y entonces el semáforo se pondría en verde. Pero Hamilton no se percató de la situación y golpeó a un Raikkonen que ya estaba por allí parado. Por cierto, por detrás Nico Rosberg, su futuro enemigo íntimo, cometió el mismo error.
3. David Coulthard pierde su segunda victoria entrando en boxes
David Coulthard llegó a ganar trece carreras en la Fórmula 1, pero le costó descorchar el champán. Durante muchos Grandes Premios parecía que Coulthard iba a empezar una buena racha, pero la nueva promesa británica siempre se quedaba por el camino. Una de esas veces fue el Gran Premio de Australia de 1995, la última carrera del año.
Coulthard se puso líder en la primera vuelta y desde ahí lideró toda la carrera hasta que le tocó entrar en boxes en la vuelta 19. El escocés venía tan revolucionado que se frenó de frenada en el carril del pit lane, yéndose recto contra las protecciones, dañando la suspensión delantera izquierda y quedándose fuera de carrera. Una victoria regalada.
2. Ayrton Senna se estrella en Mónaco por hacer la vuelta rápida
Quizá Ayrton Senna fue el piloto que más admiración ha levantado a lo largo de toda la historia de la Fórmula 1, pero hasta el mejor escribano echa un borrón y Senna lo hizo en el Gran Premio de Mónaco de 1988. Como era habitual en él, tenía la carrera totalmente controlada en el Principado, pero sus ansias depredadoras le jugaron una mala pasada.
Con un minuto de desventaja, Prost, su compañero y enemigo, rodaba en la segunda posición cuando se le ocurrió hacer la vuelta rápida. McLaren nunca debió informar de ello a Senna por la radio, porque cuando lo hicieron el brasileño comenzó a sobre pilotar y terminó estrellado contra el muro, regalándole la victoria a un Prost que pasó triunfal a su lado.
1. Nigel Mansell regala la victoria por saludar a unos canadienses
Hemos repasado algunos momentos surrealistas de la historia de la Fórmula 1, pero ninguno como el que le ocurrió a Nigel Mansell en el Gran Premio de Canadá de 1991. El británico iba directo a por su primera victoria de la temporada después de haber liderado todas las vueltas, pero a tres curvas del final su Williams se quedó parado.
No, no fue ningún fallo mecánico. El Williams se detuvo porque Mansell, que rodaba con un minuto de ventaja, se entretuvo saludando a los fans canadienses que llenaban las gradas, dejó caer demasiado las revoluciones y el motor se caló. Mansell se bajó del coche incrédulo por lo que acababa de acontecer.
La desgracia de Mansell dio pie a dos hitos históricos. El primero, que fue la primera y única vez hasta la fecha que un piloto lidera todas las vueltas de una carrera salvo la última. El segundo, que la pifia de Mansell otorgó a Nelson Piquet la última victoria de su carrera deportiva. Imagina la cara del brasileño cuando pasó con su Benetton un minuto después junto a Mansell.
Probablemente sin errores propio como éste, Mansell hubiese peleado hasta la última carrera contra Senna por aquel mundial. Al menos pudo sacarse la espina y en 1992 consiguió su único entorchado en la Fórmula 1. Pero para el recuerdo queda esta nefasta maniobra en Canadá, posiblemente el error más grosero de la historia.
Bonus track. Cuando Antonio Pizzonia le dio a un periodista el viaje de su vida
Claro que hablando de pifias, pocas más inolvidables que esta. Tenía que ser Bonus Track, porque ni Antonio Pizzonia ganó nunca una carrera de Fórmula 1 ni lo ocurrido sucedió en un Gran Premio. Fue en la presentación en circuito del Jaguar S-Type R, en Montmeló, mientras Pizzonia daba una 'hot lap' a un periodista. Fue demasiado 'hot'.
Pizzonia, piloto brasileño que por entonces corría en Jaguar en Fórmula 1, fue el encargado de darle la vuelta al periodista Steve Sutcliffe. Pero a Pizzonia se le debió olvidar que llevaba una berlina en lugar de un Fórmula 1, porque se pasó enormemente de frenada en la primera curva, volcó y el coche acabó contras las protecciones. Suerte que fue en un circuito.