Max Verstappen y un mundial de Fórmula 1 a medida de Red Bull: Mercedes ante su mayor desafío en la era híbrida

Este fin de semana los coches de Fórmula 1 volverán a rugir en el Red Bull Ring. Cuatro meses después de lo previsto se pondrá en marcha una temporada, de la cual su pretemporada no es más que un vago recuerdo. Pero si hacemos un poco de memoria nos vendrá algo a la cabeza rápido: Mercedes dominó en los test de Barcelona.

Sin embargo, sin haber cambiado nada, ahora todo es diferente. En cuanto meses el mundo ha cambiado y con él también la Fórmula 1. El suflé de Max Verstappen y Red Bull ha ido creciendo conforme se ha ido confirmando cómo será la nueva Fórmula 1. Y otro recuerdo emana desde la lejana pretemporada: el RB16 no fue tan mal como pareció.

Red Bull no estuvo tan lejos de Mercedes en la pretemporada

Red Bull ya fue el equipo que más presionó para que se disputase aquel fatídico Gran Premio de Australia, que terminó cancelándose con los fans ya agolpados en la puerta del circuito. Si Red Bull hizo aquello fue por dos motivos: el primero, que en cuanto el DAS de Mercedes pisase la pista podría apelar contra él. El segundo, y más importante, que creían que podían ganar.

En Red Bull estaban convencidos de que de verdad este año tienen serias opciones de ganarle el título a Mercedes. Ya lo estaban en Australia, cuando todavía el mundial se iba a celebrar a 22 carreras, pero ahora su seguridad es todavía mayor. En la pretemporada bucearon más profundo de los mejores tiempos y encontraron los porqués.

Por ejemplo, Red Bull marcó el mejor tiempo con dos de los cinco juegos de neumáticos que hay ahora mismo en la Fórmula 1. Pero como lo hicieron con el C2 y el C4, el segundo más duro y el segundo más blando respectivamente, no les lució. Max Verstappen ni siquiera utilizó los neumáticos más blandos, pero aún así se quedó a medio segundo de Valtteri Bottas.

Sí, Mercedes dominó con los neumáticos más duros (C1) y con los más blandos (C5), mientras que con el C3 el mejor tiempo fue para Alfa Romeo, casi sin combustible. No es que Red Bull se vaya a pasear, ni mucho menos. La lucha será dura y probablemente empiecen por detrás de Mercedes. Pero al menos creen que, de la mano de Verstappen, este año sí que hay mundial.

Honda ha seguido trabajando en el motor y que haya menos carreras les favorece

Porque además todo lo que ha ido pasando le ha beneficiado a Red Bull. Al menos sobre el papel. Para empezar, que Honda ha podido seguir trabajando más tiempo en su motor por estar en Japón. Eso se va a traducir en que en el Gran Premio de Austria se van a presentar con un propulsor más evolucionado que el que vimos en Barcelona.

No se sabe con exactitud cual será la ganancia, pero se ha dicho desde Honda que va tanto en temas de potencia como de fiabilidad. Dicho de otro modo, que Honda ha podido trabajar cuatro meses en los datos que sacaron de la pretemporada, y los otros tres motoristas no. Y teniendo en cuenta que Red Bull principalmente basó los test en el motor, es bastante ganancia.

Red Bull no hizo eso al tun tun. Tenía sentido. Sabían que tenían un coche capaz de competir pero que su principal punto débil era la fiabilidad de Honda. No se puede luchar un mundial si cada pocas carreras tienes que salir retrasado por cambios en el motor. Por eso en Red Bull basaron la pretemporada en mejorar la fiabilidad del Honda, y ahora han tenido cuatro meses de prórroga.

Además, el calendario les beneficia en este aspecto. Se mantienen los límites de tres unidades para toda la temporada del motor de combustión, el turbo, el MGU-H y el MGU-K y dos unidades de la batería y de la centralita, pero el número de carreras ha bajado significativamente. Ahora mismo solo hay ocho programadas. Habrá más, pero lejos de las 22 iniciales. Incluso llegar a 15 será difícil.

Con este panorama, muy probablemente Honda pueda terminar la temporada sin cambiar ninguna unidad de sus motores. Algo que el equipo Mercedes lleva años haciendo, pero que para Red Bull era una utopía ya con Renault y lo seguía siendo con Honda. Ya no habrá carreras en las que de repente Max Verstappen corra con una mano atada a la espalda.

Ahora hay que ver cómo funciona el Honda en carreras que se esperan que sean muy calurosas, pero ya hemos visto que en circuitos que están en altura como Interlagos, México o Austria incluso mejoran su rendimiento. Es de esperar, además, que la Fórmula 1 anuncie el calendario definitivo antes del segundo Gran Premio para que los equipo puedan gestionar mejor la durabilidad.

El nuevo calendario es muy favorable a las habilidades de Max Verstappen y de Red Bull

Pero no solo es el asunto de los motores. El propio calendario ya beneficia bastante a Red Bull, y especialmente a Max Verstappen. Empezando por las dos primeras carreras, el Gran Premio de Austria y el Gran Premio de Estiria. Ambos se van a celebrar en el Red Bull Ring, y ahí Verstappen vuela.

El piloto holandés lleva dos victorias consecutivas en la carrera austriaca. El año pasado, incluso haciendo una mala salida y teniendo que remontar. Le da igual. El circuito le viene como anillo al dedo, y para colmo a Mercedes se le atraganta. De hecho, se podría decir que Verstappen es el favorito para salir líder del doblete austriaco.

Conforme avanzamos en el calendario seguimos encontrando trazados favorables. La tercera carrera será en Hungría, un circuito revirado ideal para Red Bull y para Honda. Sirve como muestra que el año pasado Max Verstappen consiguió allí su primera pole position en la Fórmula 1 y lideró toda la carrera hasta que le pasó Lewis Hamilton en la antepenúltima vuelta.

Luego llega el doblete de Silverstone, un circuito con curvas de alta carga en el que Red Bull no va mal, pero es cierto que Hamilton suele volar. En cualquier caso, las probabilidades de que haya lluvia en al menos uno de los dos eventos son grandes. Y tras este doblete viene Montmeló, donde Verstappen consiguió su primera victoria en la Fórmula 1 en 2016 y donde ya fueron bien en febrero.

El ya clásico doblete de Spa y Monza es una completa incógnita, básicamente porque Red Bull lo ha utilizado en los últimos tiempos para cambiar sus motores. Pero las rectas no le van mal al monoplaza de Adrian Newey, que además suele sacarse de la manga configuraciones aerodinámicas únicas para este tipo de trazados. Podrían sorprender.

Después no sabemos qué vendrá. Se habla de Mugello y Portimao, dos completas incógnitas, aunque la pista italiana no pinta mal para el RB16 y los buenos pilotos, como Verstappen, son los que se adaptan más rápidos. También hay negociaciones con Hockenheim, donde el holandés ganó hace un año, y de un doble en Oriente Medio para acabar. Red Bull podría llegar ahí ya jugándose todo.

Hamilton suele empezar mal las temporadas... pero Red Bull también

Lo que parece claro es que otra clave será el inicio de la temporada. Si Red Bull no empieza fuerte, en sus circuitos más favorables, podrá decir adiós al mundial. Y en los últimos años la tónica es esa. Red Bull se descuelga muchísimo en el primer tramo y luego se pone a la altura de sus rivales, pero ya demasiado tarde.

En su favor juega que Lewis Hamilton es otro habitual en este tipo de despistes. Suele comenzar las temporadas descentrado, y como prueba vale que ha hecho ocho veces la pole position en el Gran Premio de Australia pero solo ha ganado dos carreras. En 2016 fue la pájara más famosa. Después de cuatro carreras ya estaba a 43 puntos de Nico Rosberg. Luego trató de recuperar en las otras 17, pero ya no le dio tiempo.

De hecho, desde que se fue Rosberg de Mercedes a Hamilton los rivales solo le duran medio año. Fue lo que tardó desplomarse Sebastian Vettel en 2017 y 2018, y lo que aguantó el tirón Bottas la temporada pasada. El problema es que 2020 va a ser solo media temporada. Es la oportunidad perfecta para meterle mano a Hamilton.

Además, puede estar a disgusto a nivel interno. Bottas ya sabe aguantarle medio año a Hamilton, y si empieza bien podría creerse con opciones de título y restarle puntos al campeón. En Mercedes, al principio, no frenarán a su segundo piloto. Pero en Red Bull las cosas están claras. Verstappen es el líder y Alexander Albon no está a su altura. Y aunque lo estuviese, daría igual. Todo por recuperar el título mundial de Fórmula 1 siete años después.

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