Gran Premio de Baréin 2005: Fernando Alonso y Pedro de la Rosa acaparan el protagonismo

Cuando la Fórmula 1 llegó a Baréin, tercera prueba del campeonato del mundo de Fórmula 1 de 2005, todo el paddock tenía la sospecha de que ese podía ser un año Renault. Habían ganado las dos primeras carreras y no parecían tener un rival claro. Con Ferrari compartiendo unos neumáticos Bridgestone muy poco competitivos con solo Jordan y Minardi, los equips con los Michelin tenían ventaja. El equipo de Maranello había empezad mal pero, puesto que solo habían usado un F2004 modificado (F2004M), quedaba la esperanza de que el F2005 cambiara la situación.

Renault, por su parte, contaba con un joven piloto, Fernando Alonso, que tenía a su disposición el mejor coche del momento, lo que se mantuvo durante la primera mitad de temporada, antes de que McLaren se convirtiera en una verdadera amenaza. Ese fin de semana en Baréin, tanto Renault como McLaren jugarían un papel importante en el automovilismo español. Fernando Alonso y Pedro de la Rosa serían protagonistas, puesto que el primero ganó por segunda vez consecutiva y el segundo marcó la vuelta rápida a pesar de ser solo un piloto suplente.

La sesión clasificatoria dejó entrever que Ferrari quizás sí había encontrado el camino, aunque eso fue solo un espejismo del desierto. Los Williams parecían estar un poco recuperados y Pedro de la Rosa clasificando por delante de Kimi Räikkönen, en octava y novena posición respectivamente. La salida no deparaba demasiadas sorpreas, con Alonso manteniéndose en primera posición y Schumacher consiguiendo mantenerse segundo a pesar de una buena salida de Jarno Trulli, que tenía un buen principio de año con Toyota.

Pero en la vuelta doce, después de estar presionando al asturiano sin dar cuartel, el coche de Schumacher dijo basta. En una carrera que tiene el récord de temperatura en el aire junto a Buenos Aires en 1955 y Dallas en 1984 (40ºC en el aire y unos 56ºC en el asfalto), lo que falló no fue el motor. Problemas hidráulicos dejaron a Ferrari sin un resultado que en ese momento les habría venido muy bien. Rubens Barrichello había clasificado bastante atrás y estaba obligado a remontar.

A medida que la carrera avanzaba iría perdiendo terreno después de haber llegado a estar en la zona de puntos, terminando en novena posición, lo que significaba que era la primera carrera sin puntos para Ferrari desde Brasil en 2003, cuando hubo ese diluvio universal que todos conocemos. Al menos un motor Ferrari estuvo en los puntos, gracias a Felipe Massa, que obtuvo una valiosa séptima plaza para Sauber, que disputaba su gran premio número 200.

La carrera vivía del dominio de Fernando Alonso, que no tenía ningún problema en mantener a Jarno Trulli a una distancia segura. Con la táctica de tres paradas como la mejor opción, el asturiano no tuvo ningún problema y mantuvo al italiano detrás. Terminarían así, mientras que el tercer escalón del podio fue para Räikkönen, después de una remontada digna de sus mejores tiempos. Afortunadamente, el Mp4-20 había funcionado en carrera todo lo que no había funcionado el día anterior.

Esto pudo corroborarlo también Pedro de la Rosa. El catalán reemplazaba a Juan Pablo Montoya después de que el colombiano se lesionara jugando a tenis (ese deporte donde se conduce una moto, ¡aunque procurad no caeros!). Alex Wurz competiría en la siguiente carrera, puesto que en McLaren quisieron repartir entre sus pilotos de pruebas, y aunque Wurz terminó en una cuarta posición que se convirtió en tercera por la descalificación de los BAR, De la Rosa fue quien realmente impresionó.

Su carrera en Baréin fue de menos a más, como corresponde a un piloto que no competía desde hacía un año y medio pero sobre todo, como corresponde a alguien que ha tenido problemas en la sesión clasificatoria. Si la primera parte de carrera fue discreta, la segunda fue sensacional y las imágenes las capturó la televisión. Pedro iba adelantando "como un loco" y entre otros, se quitó de encima en pista a nombres como los de Rubens Barrichello, Mark Webber y Jenson Button.

Ese día fue el día en que Pedro de la Rosa contó con un coche más competitivo en relación con los rivales y aunque no consiguió un podio como el de Hungría 2006, que lo sacó gracias a su talento y a una carrera extraña, aquí sí pudo demostrar que con un coche competitivo, era rápido como el que más y tenía garra, también, algo que a menudo se ha dicho que no tenía. Al final, una quinta posición puede parecer un resultado un poco flojo, pero si se tiene en cuenta el desarrollo de la carrera, el resultado fue realmente bueno. Además, se llevó la guinda de la vuelta rápida.

Al final, fue una carrera que definió las bases de la temporada 2005, aunque luego Toyota se viniera abajo y McLaren consiguiera recuperar el terreno perdido y luchar de tú a tú con Renault. La temporada acababa de empezar y quedaba aún mucha tela por cortar. Era el inicio de la campaña que vería a Fernando Alonso coronarse como campeón del mundo. La tercera victoria del asturiano, que además fue la número 100 para un Fórmula 1 con motor Renault.

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