GP Mónaco F1: Todo lo que tienes que saber

El Mundial llega este fin de semana a una de las citas más emblemáticas del calendario con la disputa del Gran Premio de Mónaco por las calles del Principado. Mónaco es especial, de eso no cabe ninguna duda. Los que adoran esta carrera son tantos como probablemente los que la tachan de soporífera por la tremenda dificultad de materializar adelantamientos en pista.

Pero cueste o no cueste adelantar, que sí, cuesta bastante, ver rodar un Fórmula 1 rozando cada uno de los guardarraíles de las calles monegascas es siempre un lujo que justifica por sí solo un Gran Premio que muchos tenemos marcados con un color diferente en el calendario.

Se dice, y así lo certifican los propios pilotos, que Mónaco es el circuito en el que mayor influencia tienen las manos de los pilotos en el resultado final. Y yo añado: y la cabeza. Mónaco no permite despistes. El piloto debe estar absolutamente concentrado en cada curva de las 78 vueltas a las que se disputa la carrera, pues el estrecho trazado de 3,34 km sin apenas escapatorias no permite ni un solo fallo. Si fallas, es muy posible que tu carrera termine contra uno de los guardarraíles.

Una pista que exige reglajes y aerodinámica especial

Los reglajes y la configuración del monoplaza para Mónaco siempre son especiales. Los equipos llegan a esta carrera con paquetes aerodinámicos especiales de carga máxima. No importa demasiado la resistencia al avance que presenten los innumerables aletines y apéndices aerodinámicos que se monten en Mónaco, pues tampoco hay demasiadas rectas para verse penalizado por ello (de hecho, ni la recta principal es propiamente una recta). Este es uno de los pocos circuitos en los que la eficiencia aerodinámica queda aparcada temporalmente.

A nivel de reglajes, en un circuito en el que la tracción es un factor tan importante las suspensiones tienden a reglarse mucho más blandas que en otros trazados, cosa a la que también contribuye la cantidad de baches que hay en un asfalto por el que horas antes de rodar los Fórmula 1 circulan con normalidad los superdeportivos y coches de lujo de los habitantes de Mónaco. Eso condiciona no sólo las suspensiones, sino también la altura del monoplaza, un factor determinante para el comportamiento global del monoplaza.

El debut de los neumáticos superblandos

Para este 2015, por si fuera poco, el trazado ha sido reasfaltado en 2/3 partes. Eso, si leísteis la entrevista con Manuel Muñoz en el Gran Premio de España, es algo que no debe obviarse. Pirelli estrena además en esta pista los compuestos superblandos. Como ya viene siendo habitual, los neumáticos de la franja roja y los blandos serán los compuestos escogidos para esta pista. Si hay un factor que puede dar emoción a esta carrera en forma de cambios de posiciones durante la misma, ese es el de la gestión de los neumáticos y la estrategia escogida.

El Gran Premio de Mónaco, por acabar de marcar diferencias respecto al resto, comienza siempre los jueves con las dos sesiones de libres, descansando la Fórmula 1 el viernes. La carrera, más que nunca, se puede decir que empieza el sábado con la sesión de clasificación, puesto que en esta revirada pista lograr una buena posición en parrilla de salida es más crucial que en ninguna otra. Como ya he comentado antes, adelantar en Mónaco es muy difícil, y sólo la fuerte frenada después del túnel da alguna opción real al coche perseguidor.

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