Este pasado fin de semana, la pista de Spa Francorchamps estaba para pocas bromas. Las condiciones meteorológicas cambiantes hacen que la prueba que se disputa en el trazado belga sea aún más difícil para los pilotos que toman el complicado circuito como un verdadero reto. Buena muestra de la dificultad de este Gran Premio es que Fernando Alonso sólo ostenta dos segundas posiciones como mejores resultados y cinco retiradas.
Este fin de semana la cosa no empezaba mucho mejor, con un error en clasificación en forma de trompo que acababa con todas sus posibilidades de hacer una última vuelta lanzada y por tanto de mejorar su noveno puesto en parrilla. Un lugar que enterraría sus posibilidades para la carrera. A pesar de que el propio piloto asturiano culpó a la falta de gasolina como principal motivo de su pobre sesión, el trompo le hizo perder unos segundos muy importantes que condicionaron el resto de Gran Premio.
En cambio, el segundo error del fin de semana tuvo un resultado muy distinto. Tras su gran primera vuelta, Alonso se lanzó a una remontada que tan sólo Sebastian Vettel pudo frenar. En una de estos giros endiablados, el Ferrari del español se descolocaba en Eau Rouge y lo que en otros casos habría supuesto terminar contra las barreras, fue salvado por el piloto de la Scuderia en una nueva muestra de reflejos y calidad que dejó este espectacular resultado.