Se suele decir que una carrera de coches no acaba hasta la bandera a cuadros, pero es incorrecto. Técnicamente, el resultado no es definitivo hasta que el coche pasa las verificaciones técnicas. Y más de un gran campeón se ha llevado un disgusto cuando ha tenido que devolver el trofeo tras la carrera.
Sin embargo, incluso en esto de las verificaciones técnicas hay estilos totalmente diferentes. Y es que mientras que con cierta frecuencia se viralizan las espectaculares y rústicas verificaciones técnicas de la NASCAR, en la Fórmula 1 utilizan un formato totalmente distintos, y mucho más sofisticado pero inaccesible.
En la F1 los coches se verifican con láser y escáneres desde 2022
Los estadounidenses siempre van por delante en eso de hacer negocio, y han logrado hacer un espectáculo hasta de las verificaciones técnicas de la NASCAR. De un tiempo a esta parte, se emite en streaming el proceso de comprobación de que los coches son legales, y se han convertido en estrellas de las redes sociales.
En la NASCAR la verificación de los coches sigue siendo setentera. Con moldes y cadenas adaptadas a cada una de las partes del coche, se comprueba su legalidad. Y el reglamento es muy sencillo: si encaja, el coche es legal. Si no encaja, queda descalificado. Todo eso, mientras miles de espectadores lo siguen en streaming.
El objetivo no solo es alentar el espectáculo, sino también fomentar la igualdad entre los participantes, ya que al ser públicas las verificaciones se pueden inspirar unos en los diseños de otros. Con un simple molde se mide todo: la altura del coche, el diámetro de las llantas y la anchura del monocasco.
Es una filosofía radicalmente opuesta a la de la Fórmula 1. No solo en la privacidad, sino también en los artilugios. Hasta hace no tanto la Fórmula 1 también usaba moldes, pero desde que entró en vigor el reglamento de 2022, se utiliza un gran láser que escanea los monoplazas en busca de las ilegalidades.
Por cierto, en lo único que coinciden NASCAR y Fórmula 1 es en que no verifican todos los coches. Solo comprueban la legalidad de algunos, al azar, y en el caso de la Fórmula 1 sin desvelar qué se va a verificar concretamente. Así entienden que nadie se saltará la ley, pero hay que hacer un acto de fe para creer que nunca ha ganado un coche ilegal impunemente.
Dos mundos totalmente opuestos. Los láseres y escáner modernos de la Fórmula 1 contra los moldes y cadenas de la NASCAR. Todo un show.